SEGURIDAD / INSEGURIDAD: PERCEPCIONES Y DELITOS CONCRETOS

SEGURIDAD – INSEGURIDAD: PERCEPCIONES Y DELITOS CONCRETOS

Cuando las políticas públicas no llegan, los controles sociales no funcionan y no se hacen propias las normas de conducta de la sociedad estamos frente a circunstancias que propician el delito. Estas circunstancias son elevadas a la enésima potencia por nuestro sistema policial que en muchos casos resulta asociado a quienes deben combatir, nuestro procedimiento penal que facilita liberaciones anticipadas y el régimen penitenciario que como corolario parece ser incapaz de recuperar a aquellos que han sido condenados.

Debido al deterioro social que sufrió nuestro país entre 1983 y 1995, el fenómeno de la inseguridad aumento considerablemente; teniendo su pico máximo “hasta la fecha” entre el 2001 y 2002 cuando los delitos contra la propiedad aumentaron un 250% (Gabriel Kessler el 12/09/2016 en el programa "Detrás de lo que vemos"). Es importante tener en cuenta que los datos estadísticos del total del país no coinciden con los que surgen de los lugares de mayor concentración urbana, en donde crece significativamente la criminalidad más violenta. El Gran Buenos Aires es uno de esos lugares, asemejándose sus niveles a los de las ciudades más violentas de latinoamericana como San Pablo, Río de Janeiro o Caracas.

La preocupación por la inseguridad en nuestro país se encuentra ligada a nuestra propia idiosincrasia, ya que somos una sociedad a la que los hechos violentos la sumen en la conmoción. Esto se debe a que nos es difícil contrastar el hecho formal como estadística, si estamos impactados por las imágenes que nos devuelven permanentemente los medios del dolor de aquel que esta devastado por haber perdido un familiar en un hecho delictivo.

Si nos situamos en años anteriores al advenimiento de la TV por cable, la influencia de los medios en este tema se limitaba a un par de horas al día, ya que no había más de dos (2) programas de noticias por canal y los canales eran tan solo cinco (5). Hoy nos encontramos ante varios canales que transmiten en vivo durante las 24 hs.; entonces un solo hecho delictivo se transforma en una catástrofe que nos moviliza como si estuvieran lanzando nuevamente la bomba nuclear en la ciudad de Nagasaki. Se suma a esto que según la ideología de cada uno de estos medios van poco a poco estigmatizando ciertos lugares como cunas del delito y a sus habitantes como los culpables de todos los males. También tanto los medios como nosotros mismos, los ciudadanos, tenemos la particularidad de asignarle un rango de importancia mucho más elevado al micro que al macro delito.

Como conclusión destaco que a gran parte de nuestra sociedad influenciada o no, poco le importa si el delito cometido es un fraude, una estafa o un delito contra la naturaleza (Gabriel Kessler 12/09/2016 en el programa "Detrás de lo que vemos"), como así

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