SEXUALIDAD

1) Elaborar una definición de Sexualidad.

Sexualidad: conjunto de características físicas y psicológicas propias de cada sexo, y actividades y comportamientos relacionados con el placer sexual, que variará según la cultura y el momento histórico-social del individuo. No solo incluye aspectos biológicos, sino que también, es una manera de comunicarse, relacionarse y expresarse para poner en juego valores, afectos, sentimientos, amor, etc.

2) Menciona distintas concepciones de sexualidad presentes a lo largo de la historia. Especifica lo ocurrido en Argentina.

En las diferentes culturas a lo largo de la historia de la humanidad se pueden distinguir, en relación al sexo y a la sexualidad, dos etapas: pre-sexológica y sexológica, diferenciadas, sobre todo, por la visión parcial o integral de la sexualidad.

Cada época, cada lugar: “concepciones de la sexualidad”.

“Divinización del sexo”

Característica de las civilizaciones agrarias del mundo antiguo, donde se evidencia la concepción del sexo como elemento divino. El sexo era de suma importancia en estas culturas. Tiene espacio en el arte, la religión, la vida social y cotidiana, y más tarde en la literatura. Existe un culto generalizado. Venus el culto de la gran madre (culto de la fertilidad) se exalta así el sexo femenino como símbolo de la fecundidad, de la naturaleza, de la tierra-madre.

El hombre del antiguo Perú desarrolla el culto de la Pachamama, la madre tierra, que le asegura los recursos para su supervivencia.

Posteriormente, con el desarrollo de la agricultura y los estudios de matemática y astronomía se le dio participación en la reproducción al elemento masculino. Surge el dios masculino: tótems, obeliscos, entre otros.

La gestión sigue siendo obra exclusiva de la divinidad. El prodigio de la naturaleza fecunda fue uno de los aspectos que más impresionaron a los pueblos primitivos, ligándose reproducción y sexo.

“Comercialización del sexo”

Se inicia con la construcción de las civilizaciones urbanas. Durante este período el sexo pierde gradualmente su carácter mítico y pasa a ser considerado como un instrumento de la naturaleza.

Esta etapa tuvo su máxima expresión en el mundo greco-romano. Las grandes diferencias con el período anterior, tienen relación con las transformaciones en el tipo de vida de estos pueblos. Mientras entre los pueblos orientales predomina el aspecto agrario y la vida del hombre continua ligada a la tierra; el hombre urbano de la ciudad, cada vez se encuentra más su medio de vida en la búsqueda del progreso y la comodidad.

Se produjo así un nuevo concepto de sexo como expresión puramente corporal, época de materialización y corporificación del sexo.

No es más la reproducción lo que importa sino el sexo. En esta época todo tiene precio, el sexo también. El sexo como placer genera una doble concepción de la mujer: por un lado la mujer destinada a la reproducción, la mujer del hogar; y por otro, la mujer que se profesionaliza en el arte del amor. El sexo dejar de ser una fuerza instintiva vital y pasa a ser un instrumento de placer.

“La represión del sexo”

El surgimiento del cristianismo constituye un factor tan determinante que la historia pasó a dividirse en dos períodos: antes y después de Cristo. Europa se convierte en la civilización occidental cristiana.

Según el espíritu cristiano, el sentido de la vida es la lucha constante contra las fuerzas instintivas del cuerpo que se manifiestan principalmente a través de los impulsos sexuales, dominar el cuerpo y reprimir el sexo, constituyen el ideal de la perfección cristiana. Los cristianos se oponen a la mentalidad clásica, de concebir el sexo como un valor independientemente de la reproducción; y viven en función de una tercera realidad: la eternidad, la virginidad. Ni el espacio prioritario en la concepción agraria

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