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Saberes Sociales Y Saberes Escolares Emilio Tenti Fanfani


Enviado por   •  8 de Junio de 2013  •  2.081 Palabras (9 Páginas)  •  770 Visitas

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El tema es muy abierto, la relación entre el saber de la escuela y el saber que poseen, usan y necesitan las personas en la vida social cotidiana. El mundo de la vida cotidiana, según una reconocida tradición sociológica, es el ámbito de mis actos vivos. Mediante mis acciones me inserto en la realidad que está a mi alcance y además puedo verificar los resultados de mis actos.

Se trata de una realidad compartida con otros hombres con quienes tengo en común no solo objetivos, sino medios para la concreción de los mismos. Quienes forman parte de mi cotidianidad influyen en mí y yo puedo influir en ellos. Puedo actuar junto con ellos, nos podemos comprender recíprocamente.

Saberes sociales y saberes escolares

Emilio Tenti Fanfani

La escuela tuvo la misión de sacar a las nuevas generaciones del círculo de los intereses domésticos y privados, propios de la vida cotidiana, circulo que por razones estructurales es tan restringido que tiende a fundirse con los intereses individuales.Brindar las armas suficientes que le permitan trascender en la vida cotidiana.

La escuela debe considerar que lo que imparte es para una sociedad ideal, requiere saberes que permitan sobrevivir.

El mundo de la escuela es diferente al mundo cotidiano que viven los niños o los alumnos, desarrollar criterios éticos que le permitan distinguir lo que está bien de lo que está mal es uno de los objetivos que busca lograr.

La escuela la lleva un curriculum, es decir, una definición de que se quiere impartir al alumnoaparte claro de dudas y diferentes estrategias que tiene cada uno de los maestrospara lograr dichos ordenados, jerarquizados, etcétera que tiene como obligación impartir y desarrollar en sus alumnos.

Pero el alumno tiene sus propias necesidades, expectativas, intereses y demandas de lo que quiere aprender. La mayoría de los padres de familia esperan que sus hijos aprendan cosas útiles para la vida como, por ejemplo, leer, escribir, contar y a fortalecer sus valores sociales.La historia que circula en el currículo escolar es historia antigua, lejana del presente y de sus luchas, no es pedagógica, la escuela enseña verdades, no puede darse el lujo de mostrar la arbitrariedad de las cosas y las variedades sociales. Hoy estamos lejos de las certidumbres de la razón de los positivistas de principio de siglo. La crisis de lo social es también la crisis de lo público y de la política. La educación para la vida.

Pero el objetivo es extender esa experiencia inmediata. Por eso en materia de aprendizaje como punto de partida hay que tomar en cuenta un segundo principio general: el primero objetivo del buen maestro es despertar la curiosidad, el gusto, el amor, la pasión y el deseo de aprender. Todo indica que las lecturas escolares deberían ser elegidas en función de los intereses y sensibilidades juveniles e infantiles y no según su interés literario y científico. Ser cultivado es haberse encontrado con ciertos textos y haber vivido con ellos una historia de amor.Una vez que haya interés, la necesidad y la demanda de aprendizaje vendrán los conceptos y las definiciones, los esquemas y las clasificaciones.

Los fines personales, individuales se consideraban menos elevados que los fines nacionales. Lo público en esta configuración cultural tenía un valor moral superior a lo privado.

Hoy los muros de la escuela ya no son tan sólidos como antes. El lenguaje de los niños sus intereses, sus temores, sus sueños y aspiraciones se conducen de contrabando en la escuela. Las preocupaciones de todos quizás queden fuera pero es cada día más difícil pasar la puerta de entrada a las instituciones educativas. Es aquí donde se replantean los problemas clásicos y contemporáneos de la pedagogía: Qué enseñar, cómo y cuándo, la disputa acerca de los contenidos.

Algunos saberes son básicos porque se deben aprender primero que otros por que sirven para resolver problemas de la vida diaria (educación para la vida) y porque son la condición inevitable para aprender otros saberes en un proceso que dura toda la vida. La cultura general, es una de las más básicas esta es una especie de manual de uso, de instructivo de nuestras sociedades. Esta es la educación útil para todos. La cultura especializada es necesaria para un conjunto de la población.

Sin embargo el sentido común de muchos está detrás de una demanda por una educación especializada supuestamente útil para aprobar exámenes y conseguir empleo. Pero la cultura general viene lógicamente primero. En verdad toda especialización supone una cultura, es decir, un sistema de categorías de distinción entre lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo, lo verdadero y lo falso, en síntesis una manera de plantarse en el mundo exterior, frente a los demás y frente a sí mismo. Pero en materia de enseñanza y aprendizaje cometemos errores, algunos piensan que no hay diferencia entre el método científico y el método pedagógico, otros reclaman la distinción. La indiferencia por esta diferencia induce a errores, hoy los medios de comunicación, en especial la televisión, ponen a las personas en contacto con objetos y situaciones ubicados mucho más allá del campo de la experiencia tradicional.

El niño se va socializando como ciudadano miembro de la comunidad en la escuela. Los asuntos públicos de toda clases como políticos, económicos y culturales, internacionales, científicos y artísticos que afectan a toda la sociedad sacan al sujeto del medio domestico dirigiendo su atención a otros objetos.

Por eso la escuela se construye un mundo de vida separado y distinto del mundo de la vida cotidiana de los niños. La escuela es como una puerta hacia otros mundos, muchas veces lejanos y diversos de sus mundos conocidos: la familia, los vecinos, los amigos, etc. Ella permite ver y experimentar otras realidades. La escuela se constituyó en un mundo aparte para protegerse de las influencias de una cotidianeidad que se trataba de transformar radicalmente. La educación se propone objetivos muy altos por ejemplo hacer que cada individuo tenga modales y sean productivos en la sociedad. La escuela fue hecha para trascender lo cotidiano y el tiempo presente, para alcanzar los valores. La escuela se constituyó en guardiana de verdades eternas y por lo tanto abstractas y válidas para todo tiempo y el lugar. Las cosas del mundo debían permanecer, en la medida de lo posible fuera de los muros de la escuela: el lenguaje, la política y la economía, los miedos y angustias del presente, los acontecimientos.

El hombre es entonces el centro, su independencia es la condición de su felicidad pero el costo es el egoísmo, el aislamiento y por último la desprotección.

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