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VIDA Y OBRA DEL PADRE RAFAEL GARCIA HERREROS

El padre Rafael García Herreros fue fundador de la obra Minuto de Dios. Nació en Cúcuta (Norte de Santander) el 17 de enero de 1909; hijo del General Julio Cesar García Herreros de; y María Unda Pérez,

El padre Rafael García Herreros estudió en el colegio “Hermanas de la presentación” y luego en el seminario menor de Pamplona, administrado por sacerdotes eudistas.

En 1934 es ordenado presbítero. Se dedicó a la docencia en el área de humanidades, durante sus primeros veinte años de ministerio sacerdotal y a la formación de seminaristas. Utilizaba como metodología cuentos y obras teatrales. En el año de 1950 viajó a Europa como asesor de los grupos de Acción Católica.

En Europa recibe formación importante sobre apostolado moderno, prensa, radio y cine. Estos conocimientos le permitieron crecer en el plano de la comunicación que sería posteriormente una de las principales actividades del padre García Herreros. Tras una breve estadía, viajó a Cartagena. Es esta ciudad fue invitado a algunos programas de radio importantes en aquella época, los cuales le abrieron puertas en este novedoso medio. Fue allí donde inició con su programa semanal “La hora Católica” en el cual comenzó a utilizar los micrófonos para su labor evangelizadora así como para motivar a las personas hacia las funciones sociales.

Al término de este programa decide introducir en horas de la mañana un espacio más corto dedicado a continuar con su labor llamado: “El Minuto de Dios”. Este programa tuvo gran éxito, por la sensibilización de las personas hacia los más necesitados. Para estos últimos el padre García se convirtió en un héroe.

Tras el éxito de este programa tiene la oportunidad de viajar a otras ciudades como Medellín, Cali y Bogotá donde es invitado por los medios de comunicación a un programa navideño que es presentado por televisión. Conoce varios amigos en este medio y es así como empieza a transmitir “El Minuto de Dios” por la pantalla chica acompañado de su frase célebre y memorable “Señor en tus manos colocamos este día que ya pasó y la noche que llega”, lo cual le permite extender su mensaje a diversos públicos y ampliar su obra social despertando el interés de algunas personas a ayudar con su noble causa.

El compromiso del Padre García Herreros se ve reflejada al construir el barrio “Minuto de Dios” que le sirvió de casa a él y a otros colegas. Su entrega y la pasión por ayudar le permitieron brindar un techo a muchas personas que por su situación económica no podían tener acceso a una vivienda, no solo en Bogotá sino en varias regiones del país. En este barrio construyó un Colegio que poco a poco fue creciendo, tanto que para el día de hoy cuenta con más de 4.000 estudiantes.

Allí mismo inicia

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