Si Mis Tenis Hablaran

SI MIS TENIS HABLARAN

Si mis tenis hablaran y yo fuera ellos, hablaría de muchas cosas, porque van conmigo a todas partes, siempre están presentes en todos mis detalles, en mis buenos y malos momentos, y acompañados yo siempre de ellos.

Si yo fuera mis tenis hablaría de cómo son los lugares por los que andamos, con los cuales siempre estamos en contacto con la tierra, pavimento o el tipo de terracería que sea el entorno que nos rodea. Hablaría de cómo es la textura de cada uno de los suelos que hemos pisado, si el suelo es liso, rasposo, resbaloso o si esta mojado, hablaría de las temperaturas que este presenta, si esta caliente, frio, tibio o los grados que sea que el suelo tenga. Hablaría de cómo es la naturaleza que nos rodea a cada paso que damos, como es la vegetación que solemos pisar, la flora y fauna que nos suele rodear, podría decir: ¡Que hermoso y lindo es este lugar!, o si es feo y solo tristeza nos da...

Hablaría de los pequeños animal que nosotros no siempre vemos, que ellos suelen toparse por estar cerca del suelo, diría como estos pequeñitos son, lo que hacen y sufren por ser tan diminutos ante nuestros ojos.

Hablaría de cada una de las imágenes que hemos captado, como puestas de sol, paisajes, cascadas, playas y lunas que hemos mirado, hablaría de cómo fue pisar el suelo para poderlas captar, si fue divertido, doloroso, sucio o si fue rasposo.

Hablaría del trato que nosotros les damos, si estamos limpios, sucios y el como nos han tratado, si son buenos o malos con nosotros al cuidarnos, el tiempo que tenemos pisando y el número de pasos que ya hemos dado, podrá decir:

.- ¡Hey! ¡Este día hemos dado muchos pasos, estamos cansados!

o solo diría:

.- Este día estamos aquí encerrados, sácanos a algún lado...

Si mis tenis hablaran y yo fuera ellos, entre nosotros mismos podríamos comunicarnos, podria decirle al otro:

.- ¡jaja!, ¡que feo fue lo que pisaste y yo me pude salvar!...

Tendríamos muchas cosas que contar, como el maltrato o desgastado que uno a estado, podría uno decirle al otro:

.- ¡aquí huele mal!...

o

.- ¡que lindo huele el talco que hoy vamos a estrenar!...

si yo fuera mis tenis, diría el lugar que en ese día quisiera pisar, o diría:

.- Lávanos este día, que ya olemos mal...

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