Signos Cadavericos Y Cronotanodiagnostico
lapequesa26 de Octubre de 2011
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FENOMENOS CADAVERICOS Y CRONOTANODIAGNOSTICO
INTRODUCCION
En el siguiente trabajo analizaremos los fenómenos cadavéricos los cuales nos indican la tafonomia de los cuerpos al empezar su proceso de putrefacción, analizaremos todas y cada una de estas etapas, en que consisten, como empieza dicho proceso y su culminación.
Estudiaremos de la misma manera la definición del cronotanodiagnosticoy las etapas por las cuales atraviesa., asi también podremos ilustrarnos con imágenes para que nos ayuden a comprender mejor las definiciones.
Asi bien podemos empezar por definir el concepto de fenómenos cadavéricos.
FENOMENOS CADAVERICOS
Tanatología
La tanatología es la rama de la medicina forense que se encarga del estudio del cadáver, principalmente para determinar su identificación y la causa real de su muerte, puesto que es la materia o rama más importante, junto con la traumatología forense, que todo médico que se dedique a esta especialidad debe dominar, para de esta manera poder participar en la impartición de justicia de una manera ética y profesional.
Muerte: Es la ausencia de vida.
Fenómenos cadavéricos tempranos
Enfriamiento
Obedece al hecho de que el cadáver trata de igualar su temperatura con la del medio circundante, y si ésta es inferior a la temperatura corporal (37o C), el cuerpo empezará a enfriarse desde el momento en que se extingue la vida. El enfriamiento empieza a manifestarse en las partes expuestas: cara, manos y pies; luego en los miembros, pecho y espalda; a continuación en vientre, cuello y axilas, y finalmente en las vísceras. Este descenso de la temperatura se efectúa a razón de un grado centígrado por hora en las primeras doce horas de ocurrida la muerte y a razón de 0.5o C por hora en las segundas doce horas.
Curva de dispersión térmica
1er. periodo. De 3 a 4 horas disminuye medio grado cada hora.
2do. periodo. De 6 a 10 horas sucesivas, disminuye un grado por hora.
3er. periodo. Disminuye ¾, ½, ¼ de grado por hora hasta nivelarse con la temperatura ambiente.
El proceso de enfriamiento se inicia, entonces, a partir del momento del deceso y a las dos horas se encuentran fríos pies, manos y cara. Se extiende luego a extremidades, pecho y dorso; finalmente se enfrían vientre, axilas y cuello, los órganos abdominales profundos conservan el calor mucho tiempo, incluso 24 horas. Según Casper, el enfriamiento al tacto sería completo de las 8 a las 17 horas; más a menudo de las 10 a las 12 horas después de la muerte. Si la comprobación se hace mediante un termómetro, el enfriamiento no se establece totalmente hasta las 24 horas.
Deshidratación cadavérica
Condiciones ambientales externas caracterizadas por elevadas temperaturas y fuerte ventilación dan lugar a la evaporación de los líquidos cadavéricos; condiciones menos extremadas producirían también un cierto grado de deshidratación cadavérica. Este proceso puede traducirse en fenómenos generales (pérdida de peso) y fenómenos locales (apergaminamiento cutáneo, desecación de mucosas y fenómenos oculares).
Se debe a la pérdida de agua por evaporación. Las principales manifestaciones de deshidratación del cadáver se hallan en los ojos, y constituyen los signos de Stenon-Louis (45 minutos en ojo abierto y 24 horas en el ojo con párpados cerrados) y de Somer (aparece en las partes no cubiertas por los párpados entre las 3 y 5 horas), y hundimiento ocular. Otros signos de deshidratación consisten en la desecación de los labios, del glande y de la vulva. En áreas de piel desprovistas de capa córnea, como el escroto, puede
originarse apergaminamiento.
Livideces cadavéricas
También conocidas como livor mortis. Son las manchas púrpuras en la piel del cadáver en el nivel de las partes que quedan en declive. En los órganos internos constituyen la hipostasia visceral. Aparecen aproximadamente a las tres horas de la muerte, aunque en el cadáver en decúbito dorsal pueden verse ya a la media hora, en la parte posterior del cuello. Durante las primeras doce horas de formadas, obedecen a los cambios de posición, en las segundas doce horas, pueden formarse nuevas manchas en una nueva posición pero las anteriores no desaparecen. Para comprobar si las livideces pueden modificarse, se comprime con el dedo pulgar. Si la zona presionada se aclara, las livideces son aún moyor dificables.
Éstas se deben a la acumulación de sangre en el cadáver por simple gravedad. La fijación de las livideces se ha explicado por la coagulación de la sangre o por la compresión de los vasos sanguíneos debida al endurecimiento postmortem del tejido adiposo (Fisher).
Morfología
Ésta se divide en:
1. Livideces en placas, por confluencia de manchas.
2. Livideces punteadas, en forma de pequeños círculos, por aumento de
la presión dentro de los capilares.
Coloración
El color púrpura habitual se debe a la hemoglobina no oxigenada. Puede variar a rosado-cereza en la intoxicación por monóxido de carbono, achocolatado en la metahemoglobinemia, rojo claro en la oxihemoglobina, rojo pálido en los ahogados, y puede faltar en los casos de choque hipovolémico.
Diagnóstico diferencial
Es necesario distinguir las livideces de las equimosis. En las livideces la sangre está estancada dentro de los capilares y por tanto si los seccionamos con el filo del bisturí, este líquido fluirá. En las equimosis, la sangre ha atravesado la pared vascular y se ha adherido a la trama de los tejidos circundantes, y por esta razón no puede fluir en el lugar de la incisión.
Constituyen un fenómeno derivado del paro circulatorio, que habitualmente aparece en los planos en declive del cadáver no sometidos a presión, comenzando en la región posterior del cuello en el cadáver situado en decúbito supino. Se inician a los 20-45 minutos en forma de manchas rojo-violáceas y empiezan a confluir después de 1 hora y 45 minutos aproximadamente, ocupando todo el plano inferior del cadáver a las 10-12 horas de la muerte. Las livideces constituyen un excelente signo tardío de muerte cierta cuando son intensas, extensas y típicamente localizadas, lo que habitualmente ocurre de 12 a 15 horas tras el fallecimiento.
Rigidez cadavérica o rigor mortis
“Estado de dureza”, de retracción y de tiesura que sobreviene en los músculos después de la muerte. Es un signo absolutamente fiable de muerte, aunque relativamente tardío; tiene una secuencia de aparición variable, según las circunstancias del fallecimiento y las características del sujeto. Se inicia: de 2 a 6 horas (media 4 horas) en los músculos de la mandíbula inferior o masetero articular, labios, posteriormente la cara, cuello, tórax, brazos, tronco y, por último, las piernas.
Se completa a la hora 6, 8 o 12. Máxima intensidad a las 12, 24 o 36 horas y permanece. Inicia desaparición: de 36 a 48 horas.
También llamada rigor mortis. Consiste en el endurecimiento y retracción de los músculos del cadáver. Se debe a la degradación del ATP, que en el cadáver se convierte en ADP y AMP. La rigidez se manifiesta en primer término en aquellos músculos de pequeña masa; afecta tanto la musculatura estriada como la musculatura lisa, ya sea superficial o profunda.
Da lugar al estado de envaramiento del cadáver con discreta flexión de los miembros debido al predominio de los músculos flexores. En la musculatura lisa, origina la cutis ancerina o piel de gallina, a causa de retracción de los músculos piloerectores, la rigidez del útero y de la vejiga.
Cronología
Empieza a las tres horas de la muerte; es completa entre doce y quince horas y desaparece entre 20 y 24 horas.
Progresión
Empieza por los músculos maceteros, orbicular de los párpados y otros músculos de la cara, sigue por el cuello, tórax y miembros superiores. Por último se manifiesta en el abdomen y en los miembrosinferiores.
La rigidez desaparece en el mismo orden citado anteriormente. Su desaparición coincide con el inicio de la putrefacción. Aceleran su aparición la actividad muscular previa a la muerte, condiciones convulsivas y la musculatura pobre como en el caso de infantes y de personas en estado de emaciación. Retardan su aparición el abrigo y la buena musculatura.
Espasmo cadavérico
Es un tipo especial de rigidez cadavérica que se manifiesta de forma instantánea, es decir, sin que tenga lugar la fase de relajación muscular previa que sigue a la muerte y precede a la instauración de la rigidez ordinaria. Este carácter es lo que diferencia el espasmo cadavérico de los casos de rigidez precoz, en los cuales, por muy prematuramente que se establezca, siempre hay un periodo transitorio de flacidez muscular. Puede ser generalizada: todo el cuerpo experimenta la rigidez súbita, conservando la posición que tenía el cuerpo en el momento de la muerte.
Puede ser localizada en cierta parte anatómica: en esta variante resultan interesados por el espasmo cadavérico sólo ciertos grupos musculares aislados. En la práctica esto se traduce por la conservación de la última expresión de la fisonomía o por la conservación de una actitud o de un movimiento, lo que en ocasiones es de gran valor en el diagnóstico del suicidio.
Es un fenómeno muy poco frecuente: las observaciones recogidas en la literatura científica permiten comprobar que las condiciones que dan lugar a su producción son
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