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Sistema Morfoclimatico Tropícal


Enviado por   •  12 de Junio de 2014  •  2.432 Palabras (10 Páginas)  •  410 Visitas

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El sistema morfoclimático tropical

El sistema tropical se caracteriza por elevadas temperaturas y una alta pluviosidad; a lo largo del año hay dos estaciones: la lluviosa y la seca. La pluviosidad está entre 1.500 y 1.000 mm al año; las lluvias son intensas, pero están concentradas en la estación húmeda. Las temperaturas son también elevadas, y la oscilación de sus medias llega a 10°C.

Este sistema se sitúa al norte y al sur del ecuador, limitando con el sistema ecuatorial, y uno de sus ecosistemas característicos es la sabana.

Los procesos y agentes que distinguen al sistema tropical son la intensa meteorización química y biológica (aunque la mecánica tiene también una cierta presencia), y las aguas de arroyada (al atacar la superficie seca y descubierta). Los ríos poseen poco caudal, su carga es arcilla y limos con cantos gruesos. La acción humana, con el sobrepasto, potencia la erosión.

Durante la estación seca se forman corazas, que son suelos muy endurecidos por el depósito de sales minerales. Son muy duras y favorecen que se produzca erosión diferencial. Así, quedan a modo de cornisas que coronan taludes cóncavos.

Capítulo 4.

Los Bosques Secundarios y su Manejo

En relación con la población, la extensión de los

bosques secundarios potencialmente productivos en

América tropical es de tamaño intermedio entre los de

África y los de la región del Asia y del Pacífico. En el

África, el 72% de los bosques secundarios son abiertos

(secos) y sólo el 28% tienen un dosel cerrado. En

América, la razón es de 50:50, y en el Asia y el Pacífico

es de 6:94.

Los bosques tropicales secundarios actuales se están

perdiendo por la deforestación, pero las talas parciales

en bosques primarios y de crecimiento antiguo generan

nuevos bosques que engrosan las filas de los

secundarios (Cuadro 4-2). Afortunadamente, otros

terrenos se están reforestando naturalmente. El efecto

neto medido durante cinco años ha sido que la zona

forestal secundaria disminuye a razón de un tercio de la

disminución del bosque primario (Anón. 1982e).

La importancia crítica de las áreas actuales de bosque

secundario, como fuente de madera en el año 2000,

suponiendo un manejo intensivo de hasta 6 m3/ha/año,

se ve en los datos presentados por Wadsworth (1983). A

causa del costo inicial más alto de las plantaciones,

estas son mucho menos extensas que los bosques naturales.

Si en el año 2000 las plantaciones abastecen sólo

la proporción actual (12%) de la demanda por madera,

el 90% restante deberá salir de los bosques nativos

secundarios. Si las plantaciones abastecieran el 50% de

las necesidades, esta dependencia sobre los bosques

nativos declinaría hasta casi un 54%. Sin embargo, ya

que las zonas forestales desaparecen en aras de más

terrenos para otros usos, el área que se regeneraría en

forma natural y se manejaría de manera sostenible sería

más pequeña en muchos países.

La naturaleza de los bosques

Existen dos grandes categorías de bosques secundarios.

Una son los bosques residuales que han sido talados

más de una vez en los últimos 60 a 80 años, y que la

última tala haya sido en los últimos 30 años. Ya que

nunca han sido talados completamente, estos bosques

retienen algunas de sus características anteriores.

La segunda categoría, llamada bosques de “barbecho” o

“voluntarios” (Anón. 1982a) consiste, en su mayor parte,

del crecimiento espontáneo que surge después de un

cultivo periódico. A este bosque le falta tanto la

estructura como la composición de un bosque maduro,

porque está compuesto principalmente de especies

pioneras. Por lo general, casi el 55% de los bosques

114

Capítulo 4

secundarios de los trópicos son bosques talados y el

45% bosques de barbecho; en el neotrópico, la relación

correspondiente es de 51 y 49%. Las áreas forestales

secundarias potencialmente productivas de los trópicos

consisten, por lo general, de especies latifoliadas (94%)

y coníferas (6%) (Anón. 1982e); en el neotrópico, 87 y

13%, respectivamente.

Entre las características que distinguen a los bosques

tropicales secundarios de los primarios están las

siguientes (Budowski 1970, Odum 1969):

Se han notado otras diferencias. En Trinidad, un bosque

secundario tenía una cantidad de especies

características de hábitats más secos que los del bosque

primario, menos especies de Leguminosae y Myrtaceae

y una mayor cantidad de Rubiaceae (Greig-Smith 1952).

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