ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Solo se vive una vez


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2015  •  Ensayos  •  2.008 Palabras (9 Páginas)  •  265 Visitas

Página 1 de 9

Solo se vive una vez

Y ahí estaba él, en una tarde fría y gris de invierno, dónde la soledad era la única compañía que le quedaba, aún en la espera de un motivo de vida para seguir en ésta lucha continua para poder aceptar su doloroso destino. Para él, los días ya no tenían sentido alguno, se sentía tan asqueado de su vida a tal grado de que le daba igual si moriría hoy o moriría mañana.

Después de esa noticia tan devastadora que recibió hace algunos meses, su vida cambió por completo. Los médicos le habían diagnosticado un tumor en el hemisferio derecho del cerebro.  Le afectó tanto que cayó en una enorme depresión. La mujer que amaba y con la que había pasado los últimos 4 años juntos lo había abandonado al enterarse de que padecía ésa terrible enfermedad que lo iría matando poco a poco.                                                                

– Que tonto fui, al creer que en verdad me quería sin importar mis defectos y nunca me dejaría solo. – Se lo decía una y otra vez, más sin embargo, sus encantos hicieron que él cayera rendido a sus pies.

Desahuciado y solitario, sin nadie con quien pasar sus últimos momentos en éste miserable mundo, se iba a un pequeño parque cercano de donde vivía a colocarse bajo la sombra de un frondoso árbol viendo a los  niños corriendo y jugando con sus pelotas, paseándose en sus bicicletas, a padres cuidando que no se alejaran más de lo debido, prácticamente eran familias totalmente felices.

Cuando ya se encontraba en las últimas y todo parecía perdido, un hombre viejo se acercó a él y con mucha amabilidad  le dijo.  – Señor, hace tiempo que vengo a éste parque todos los días y siempre lo veo sentado en ese árbol sin hacer nada de provecho en su vida – No parecía un hombre cualquiera, se veía lleno de bondad, más que cualquier otra persona.  

El hombre lo miró fijamente y al ver que tenía buenas intenciones de platicar con él se alegró. – Con todo respeto, no creo que quisiera escuchar mi desgarradora historia, así que le agradezco el hecho de que se haya tomado la molestia de por lo menos venir a saludarme, llevo aquí ya 5 meses viendo a las personas pasar y ni caso me hacen. – Le sacó una enorme sonrisa.

El viejo, con la misma amabilidad, insistía que le contara sus penas. – Por favor señor – insistía el viejo. – No hay cosa más me guste hacer que escuchar a las personas – le dijo.  

Así que el hombre le comenzó a contar sus penas, – Fue hace ya algunos meses donde los doctores me diagnosticaron un tumor cerebral y caí en una enorme depresión… – empezó.

Contó toda su historia, de principio a fin y sin dejar escapar ningún detalle, en algunos momentos hasta las lagrimas se hicieron presentes, al viejo nomás se le rasgaban los ojos, sentía mucha pena por lo que había pasado ese pobre hombre. – Lamento mucho escuchar eso – dijo el viejo, – Pero estoy aquí para hacerlo feliz –.

Desconcertado el hombre le preguntó, – ¿Por qué usted quiere hacerme feliz, si mi vida es de dolor? – confundido.                                                                                                  

– Es lo que siempre hago – dijo el viejo, – Es de mis cosas favoritas, voy a hacer que usted  tenga la mejor  fin de semana de su vida, 3 días para hacer lo que usted siempre ha querido hacer. –

Después de la atención que el viejo le había puesto le tuvo un poco de confianza y decidió acceder a su petición. – Está bien, después de todo no tenga nada que perder, y si con eso puedo ser feliz… acepto. –

– Mañana en la mañana paso por usted, aquí, en éste mismo árbol. – dijo el viejo. Y antes de que el hombre le dijera otra cosa, el viejo se dio la vuelta y empezó a caminar hasta perderse entre las personas que estaban en el parque.

A la mañana siguiente, muy temprano, el hombre se colocó bajo el árbol, aun sospechando un poco de que las palabras de ese viejo fuesen puras falacias. Pasaban las horas y el viejo no aparecía por ningún lado. Decepcionado el hombre decidió darse por vencido y regresar a su casa, en eso, escuchó un gran ruido y las hojas del suelo se empezaron a levantar por los aires, miró hacia el cielo y ahí noto porque tanto escándalo.  Un gran helicóptero aterrizando en medio del parque, se veía imponente y majestuoso, de él bajó el viejo, el hombre sorprendido se acercó lentamente. – ¿Listo para tener la aventura de tu vida? – Le dijo el viejo, – Sube, daremos un paseo. –

El hombre impactado, de la emoción que tenía no pudo decir nada y se subió.

Despegó el helicóptero, se fue elevando poco a poco hasta que se veía la ciudad desde los aires. Al hombre no se le pasaba la emoción y como pudo le dijo, – Volar en helicóptero es una de las cosas que siempre quise hacer, no se como agradecerle esto. – No dejaba de sonreír. – Prepárate por que esto no es la única sorpresa que te tengo el día de hoy – dijo el viejo.

En eso, a lo lejos logro percatar que se dirigían directo a un parque de diversiones. Se le salía el corazón de la emoción que sentía. – Desde niño que no venía a no. – dijo el hombre con tanta euforia que casi no podía hablar.                                                                                        

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9.8 Kb)   pdf (79.7 Kb)   docx (13.9 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com