Somos Hijos De La Contrareforma

Nadie me pregunto si quería ser católico pero soy católico, no me bautice sino me bautizaron; durante once años fui alimentado de montones de definiciones mas no de la definición de la definición y los educadores vistos desde una perspectiva de autoridad a quien no se tenía respeto sino miedo, claros ejemplos de que la educación escolástica sigue siendo parte de un estado republicano que solo tiene de republica el nombre porque la esencia de esta es la del antiguo medievo.

Será acaso culpa de los conservadores que disfrazándose de liberales promueven leyes, modernizan infraestructura, cambian y cambian la currícula mas no la esencia de esta que tiene raíces cimentadas en la escolástica traída por los españoles de aquel entonces.

¿Por qué los españoles siendo más papistas que el Papa lograron alcanzar aquel modelo de modernidad educativa y nosotros más españoles que España no logramos quitarnos las vendas y seguimos viviendo el oscurantismo?

La respuesta es sencilla “somos hijos de la contrarreforma “que se levanta en contra de Lutero y su reforma protestante y que sigue vigente en la colonia española. Aquella colonia que hace más de ciento noventa años lucho por ser un estado republicano “libre e independiente” no obstante esas solo fueron palabras no hechos ,porque seguimos con nuestro antiquísimo modelo educativo memorista autoritario y dogmático de pensamiento acrítico y no reflexivo que busca imponer mas no el consenso de los distintos pensamientos.

Es por eso que necesitamos una “anticontrarreforma” de la contrarreforma en todos los aspectos ya sea político, cultural y social; para así dar paso a la modernidad y salir del subdesarrollo presente en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana.

Y los liberales verdaderos están llamados a promover esta anticontrarreforma extirpar lo dogmático de lo jurídico y respetar los derechos modernos como en los países modernos claro ejemplo de esto es España; más aún hacer un verdadero cambio educativo desde el meollo del asunto pues no solo basta con modernizar la infraestructura también es muy necesario cambiar la perspectiva que se tiene de la educador que este ya no sea símbolo de autoridad sino un impulsor y conciliador de los distintos pensamientos críticos de los pupilos desechar el memorismo y adoptar el razonamiento y la reflexión para así destetarnos de los senos de la contrarreforma y no seamos más “hijos de la contrarreforma"

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