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Son De Los Diablos


Enviado por   •  25 de Febrero de 2014  •  1.347 Palabras (6 Páginas)  •  236 Visitas

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Danza "Cholones del Rupa Rupa"

LOS CHOLONES DE RUPA RUPHA

Investigadores: CPC Julio Cesar Pinedo Reátegui

Porf. Mario Quispe Calero

Mapa de la región de los Cholones, su límite empezaba en el río Taso y terminaba en el río Mixiollo

Procedencia

Los cholones fueron una tribu muy poblada, se ubicaron entre los ríos Taso en la provincia de Leoncio Prado y el río Mixiollo en la provincia de Tocache (San Martín), en los límites de Huanuco y San Martín. Su extensión era un poco alejado del río Huallaga, por lo que los Incas residieron entre el río Las Mercedes y la Morada. Tenían dos capitales importantes, uno quedaba en el río Mixiollo, y el otro en el lo que es el pueblo Las Mercedes.

Etimología

Este apelativo fueron dadas por los españoles a todos los nativos del Perú:

CHOLO = Mestizo, indio.

Por lo tanto, los cholones, fueron tomados como indígenas del Perú pero que vivían en la selva, y que su parecido a los incas era muy significativo.

Reseña Histórica de los Cholones

Los cholones abarcaban un extenso territorio, desde el río Taso hasta el río Mixiollo conocido hoy en día como río Misholo, que queda en la provincia de Tocache. Si miramos al norte, la tribu quedaba al lado izquierdo del río Huallaga, colindaban con los Tepquis.

Los cholones conocieron la textilería como casi todas las demás tribus existentes, conocieron la agricultura, cultivaron la yuca, la ashipa, el camote, la sacha papa, el dale dale, etc. Así mismo se alimentaban de lo que la selva les proporcionaba, como carne de monte, vivían de la pesca, pues su cercanía con el río, les proporcionaba abundante peces para su consumo. Conocieron armas de guerra como el arco con flecha, así como la lanza, pero en la mayor parte de sus vidas, eran utilizadas como herramientas de trabajo para la pesca y la cacería. Adoraron al Otorongo como máximo dios, así también al río, a la lluvia, y a los antepasados.

Las crónicas encontradas, nos cuentan de minas de sal que los Cholones cuidaban con celo máximo, aunque eran persona pacíficas, como toda persona de la selva, siempre se encontraba en vigilia, pues la sal era utilizada en muchas tribus para diversos preparados, y la codicia de muchos les atraían a estas minas para ser saqueadas. Pero para que no sean tentados los enemigos a matarlos por la sal, cada fecha de la “llegada de los visitantes, bailaban en honor a su padre, que vigilaba de la montaña, pintados el cuerpo de huito y con lanza, flecha y arco en mano, vestidos de piel de tigre, y con una sonrisa que causaba temor, se juntaban tanto varones y mujeres; terminado el ritual comían y bebían…”[1]

Además se sentían muy seguros por la amistad que mantenían con los Tepquis, los guerreros más respetados de esta zona de la amazonía; los Cholones tenían la costumbre de intercambiar productos de la selva, muchas veces por la sal de sus minas, para ello “todo el que quería intercambiar con ellos, tenían que surcar o navegar con embarcaciones rústicas por el río, única forma de camino existente; después tenían la penosa necesidad de regresar a sus lugares de procedencia, que muchas veces distaban del lugar, y que les costaba días de navegación”[2]. Para realizar los trueques, las tribus vecinas se desplazaban a través de los ríos, como el Huallaga y el Monzón, así como el Magdalena, Santa Marta, Tulumayo, etc. En ocasiones tenían que cargar sus embarcaciones río arriba por senderos que ellos construían ya que el río muchas veces, no se prestaba para una navegación segura. Sus embarcaciones eran las canoas y balsas hechas del palo de topa.

El vestuario de los Cholones, consistía en dos tipos, la ropa ceremonial y la ropa para el uso diario. La ropa ceremonial se confeccionaba de la piel del Otorongo, pues creían que eran descendientes directos de este dios, tenían un estilo tipo campanilla (taparrabo); y la ropa de uso diario, estaba hecho en tela, llamado Cushma en el caso de los varones, y las campanillas para las mujeres.

Según las crónicas que dejaron los primeros exploradores, nos datan de la existencia

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