Sujeto Social
rosinvestiga2 de Octubre de 2012
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El concepto de sujeto social
En un momento marcado por grandes transformaciones, en un mundo donde lo característico es la emergencia de nuevas realidades que demandan su interpretación, resulta indispensable la recuperación de la tradición sociológica por paradójico que esto parezca. La explicación de las nuevas realidades supone no sólo la elaboración de nuevas respuestas a viejas preguntas sino también la creación de nuevas interrogantes, para construir una interpretación qud explique los cambios y el sentido que tienen. Dicho de otra manera, el construir una nueva relación con el mundo que intentamos explicar. Dos son los aspectos de esa tradición que interesa destacar aquí, a saber: 1) su continuo interés por desentrañar los problemas que implica el amplio entramado de relaciones que se tejen entre el individuo y la sociedad, y 2) la creciente preocupación de la teoría sociológica por la búsqueda de la significación de la acción e interacción individuales así como por el reconocimiento de la importancia del individuo en el contínuum social.
Del énfasis puesto en cada uno de estos aspectos derivan muchos de los supuestos analíticos más generales que cada autor hace acerca de la vida social. La disputa entre las diversas corrientes del pensamiento sociológico se encuentra precisamente en estos supuestos analíticos generales. El hincapié en lo social y lo individual nos indica cuan relativas e importantes pueden ser las actitudes y comportamientos entendidos, o como apriorísticamente socializados, esto es, como algo suplementario y adicional añadido al individuo, o, como su contraparte, es decir, como señales y respuestas individuales. Esta distinción conduce a posturas enfrentadas respecto del sentido de la acción y la determinación de los actores sociales, así como a la definición de su papel activo o inactivo en la construcción del mundo social.
Los medios de comunicación en tiempos de globalización
Cuando se habla de globalización, se piensa en primer lugar en términos económicos y financieros, en políticas de vaciamiento y desplazamiento de industrias así como de las consecuencias lógicas que acarrea este proceso. Poco se piensa en otros factores que también conforman ese ámbito y que coadyuvan la inserción de esas ideas en la sociedad logrando una resistencia menor o nula a los cambios.
La prensa oral y escrita, el cine, la televisión, y el último invento, internet, sin olvidarnos de las empresas de publicidad y mercado, son los factores más importantes para la dominación. Se utilizaron y se utilizan para apoyar el ejercicio del poder de los grandes grupos antaño políticos y hoy económicos.
En los años 70 Armand Mattelart y Ariel Dorfman escriben "Para leer al Pato Donald". Este libro fue concebido por sus autores como un manual de descolonización; marca como aquello que es aceptado como "entretenimiento infantil sano" por toda la sociedad está en realidad trasvasando formas de ser de una sociedad a otra directamente a los cimientos de la misma: niños y jóvenes. De esta manera se generan pautas conductuales naturales en la sociedad receptora, ajenas a la misma, que responden a necesidades concretas de la sociedad emisora.
Adoctrinamiento
La industria de Hollywood ha servido el "estilo de vida" norteamericano con valores universales como la libertad del ser humano, de los países, la posibilidad de riqueza y la disposición del norteamericano en acudir rápidamente en ayuda del necesitado/oprimido.
De esta forma se obtienen dos cosas: la apetencia por estos valores y la defensa de los mismos. En el inconsciente de la sociedad, esa defensa está íntimamente ligada a la idea de que es el yanqui el único que puede llevarla a cabo.
Mediante la presentación reiterada de situaciones tipo, se generan en nuestro inconsciente aseveraciones estereotipadas. Por ejemplo: el héroe de la película, si ha sido un rebelde social, muere al finalizar la misma; esto es válido para Humphrey Bogart como para Arnold Schwarzenegger. Los malos de la historia han ido evolucionando a través de los tiempos según las necesidades; primero fueron los indios, luego los mexicanos; más tarde los mafiosos (léase italianos e irlandeses).
En la esfera ideológica evolucionaron de los nazis alemanes y fascistas italianos a los japoneses; pasaron por Vietnam, manteniendo los soviéticos su papel estelar hasta el desmantelamiento la de URSS. Más tarde le llegó el turno a los colombianos y ahora a los árabes en general con claras alusiones a las conexiones con Al Qaeda.
En todos los casos aparece un norteamericano o varios que ayudan a los desvalidos locales a luchar contra los indeseables. De esta manera se marca la necesidad de dependencia del mundo de los aportes militares de los Estados Unidos. Ellos detentan la verdad, la bondad y el poder de castigar cual Dios Todopoderoso. Este panorama se repite a diario en la televisión y en el cine potenciando el impacto de las noticias que llegan a través de la radio y de la prensa escrita.
Las corporaciones mediáticas y las de segunda línea controlan la mayoría de los medios del mundo. Buscan la uniformidad; compran el producto nacional cuando éste logra la preferencia de la audiencia para modificarlo o discontinuarlo de manera tal que se mantenga el molde.
Globalización y complicidad. La nueva fase del colonialismo
Los medios de comunicación pueden ser cómplices de los procesos políticos o aporte en la tarea de la transformación social.
“El poder de la prensa es primordial” escribe Theodore White en The Making of the President. "Establece la agenda de discusión pública. Es un avasallador poder político que no puede ser controlado por ninguna ley. Determina lo que la gente habla y piensa con una autoridad reservada en algunas partes del mundo sólo a los tiranos, sumos sacerdotes y mandarines." La complicidad de los medios de comunicación con los procesos corruptos que quiebran económicamente a los países luego de colaborar con su desmantelamiento es parte de la estrategia para fortalecer sus negocios y extenderlos.
Nueve empresas globales de la comunicación (ocho de ellas estadounidenses) controlan la mayor parte de los satélites, las telecomunicaciones, la televisión, la radio, Internet, el acceso a la información, la industria cultural y el entretenimiento en todo el orbe.
La Asociación Mundial de Comunicación Cristiana (WACC por sus siglas en inglés) señala que la economía del libre mercado y los medios de comunicación, las principales fuerzas de la globalización, imponen patrones de consumo y formas de vida en todo el mundo.
I. Comunicación e interacción social
En sus acepciones más antiguas, el término comunicación hacía referencia a la comunión, la unión, la puesta en relación y el compartir algo. Esta definición, sin duda alguna, se aleja del asociar la comunicación casi automáticamente a la transmisión de información a través de un vehículo técnico: los medios masivos. Si las primeras definiciones de comunicación apuntaban a esa dimensión más interpersonal, más relacional, en la actualidad parece que estas aproximaciones quedaron atrás y no son casi tomadas en cuenta en la reflexión comunicológica. Es por ello que nos parece pertinente iniciar este primer momento con una reflexión extensa acerca de la comunicación como interacción.
Es sabido que la comunicación puede entenderse como la interacción mediante la que gran parte de los seres vivos acoplan sus conductas frente al entorno. También se ha concebido a la comunicación como el propio sistema de transmisión de mensajes o informaciones, entre personas físicas o sociales, o de una de éstas a una población, a través de medios personalizados o de masas, mediante un código de signostambién convenido o fijado de forma arbitraria. Y más aún, el concepto de comunicación también comprende al sector económico que aglutina las industrias de la información, de la publicidad, y de servicios de comunicación no publicitaria para empresas e instituciones. Estas tres acepciones ponen en evidencia que nos encontramos, sin duda alguna, ante un término polisémico (4).
I.2. Interacción social e interacción comunicativa
En términos generales, la interacción puede ser entendida como la acción recíproca entre dos o más agentes. Y yendo más allá, al margen de quién o qué inicie el proceso de interacción, lo que interesa destacar es que el resultado es siempre la modificación de los estados de los participantes. No en balde, el concepto de interacción social se ha erigido como básico para las ciencias sociales y humanas, y ha permitido un avance muy destacado en campos del conocimiento como la psicología social, entre otros. En este marco, el término de interacción hace referencia, antes que nada, a la emergencia de una nueva perspectiva epistemológica, ya que los procesos de comunicación entre seres humanos pasan a ocupar un lugar central para la comprensión de los fenómenos sociales. Todo esto se relaciona con la comprensión de la persona como un ser social, un ser que sólo puede desarrollarse como ente de la sociedad a través de la comunicación con sus semejantes.
En las grandes rebeliones sociales de los últimos años, la comunicación entendida como coordinación del comportamiento jugó un papel decisivo. Los medios alternativos y lo que Umberto Eco define como guerrilla semiológica (serie de intervenciones y actuaciones producidas, no desde el sitio de partida del mensaje, sino en el lugar al que llega, induciendo a los usuarios a discutirlo, a criticarlo, a no recibirlo pasivamente) son las formas
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