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Surrealismo


Enviado por   •  22 de Febrero de 2014  •  2.040 Palabras (9 Páginas)  •  172 Visitas

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“Las tetas de Tiresias” diría G. Apollinaire

Por A. Zepán

El martillo de Nietzsche se estampaba sobre la cabeza de los modernos iniciados, en principio, ¿desconociendo? el alcance de su locura. La filosofía del Dios que ha muerto se estampaba sobre esas “vivientes olas humanas”-diría el que se hizo llamar conde Lautréamont- como bombas de primera guerra caían sobre los corazones del XX. Luego, un incontrolable progreso técnico -criticado por sospechosos- económico y científico, conformaban un espectro de horror y muerte que golpeaban hasta el mismísimo inconsciente freudiano (falocéntrico y repleto de deseos) y la genialidad einsteiniana: una sabiduría atómica diría un tal Hiroshima Nagasaki, respaldado por el humanismo de Oppenheimer y la maternidad de Enola Gay.

Marxianos -coartadores de pensamiento libre- hacen oficial el método de expulsión internacional (de cuarta) y entre tanta dialéctica sobrevolaban movimientos [imagen acústica del concepto movimiento remitida a estar ebrio mirando una cadera femenina bailar o bailar con ella] algunos de ellos de Vanguardia, en un orden social “positivo”.

Un joven (que no era el poeta niño) destilaba su sangre en las sombras mismas del infierno de Dante y proclamaba ser el dueño de esas tierras, el Superior, el Duce.

Luego de la I Guerra Mundial y con orientación nihilista, el Dadaísmo significó una abierta manifestación contra toda forma de arte tradicional y convencional. Y en este punto de rechazo y ruptura con tradición occidental es donde se conecta con el Surrealismo, conexión que explica la adhesión posterior de elementos dadaístas a referido movimiento y que muchas obras se puedan encuadrar en ambos .La diferencia está en que el surrealismo sustituyó el nihilismo dadaísta por una experimentación científica, con ayuda de la filosofía y la psicología. El surrealismo se entrego a los sueños y deseos freudianos, reflejándose en el espejo negro de la Anarquía.

Así nace el padre de los poetas malditos, oficialmente en 1924 con la publicación del "Manifiesto del surrealismo" – la pintura aún mantenía cierta independencia hasta 1927 donde es declarada ya parte sustancial del movimiento- obra del escritor francés André Bretón; un autómata psíquico puro. Cabe recordar que todo nacimiento implica una gestación previa y el Surrealismo estuvo en el vientre de la madre de las putas.

Los surrealistas aborrecían la pérdida de libertad creadora, perdida causada por la rutina, la convencionalidad, las ataduras, las cortesías, el pragmatismo programando y de esa crítica o desde ese enfoque nacía la alternativa: la exaltación, la locura, la irrealidad, el sueño como canalizadores de escape de lo establecido y la dominación hacia “otro mundo”, transformar la vida a través de la liberación de la mente y superar la esclavitud de lo tradicional. Por esto, se lo considera movimiento de vanguardia; ruptura y legado.

El proyecto cósmico se componía de varias esferas de la Cultura:

Literatura, la causa primera. En un orden atemporal, nos encontramos con: Antonin Artaud (el que se fue a tomar un café, en plena noche), Alejandra Pizarnik (traspolada luego de su ultima copa a este listado), Paúl Éluard, Louis Aragón, Benjamin Péret, Robert Desnos, Georges Limbour, Isidore Ducasse (que tenía la manía de colgarse en la cima de los castillos), Raymond Queneau, Roger Vitrac, André Bretón, Arthur Rimbaud (pidiendo permiso a Verlaine y al Simbolismo por sacarle a su hijo), Charles Baudelaire y sus flores, Stéphan Mallarmé, Pierre Neville que, entre muchos delirantes más, dieron letra y novela, poesía y prosa, cuento y voz al “campo magnético” de la intertextualidad por excelencia, la literatura, y la enamoraron de surrealismo, locura “por encima del Realismo”, por encima de la realidad. Algunos críticos afirman que en la primera etapa (1922 – 1925), los autores ya experimentaban con la técnica del Automatismo, el mecanismo por el que las ideas y las asociaciones de imágenes surgían al exterior a través de la palabra, la escritura o la imagen de manera rápida, espontánea, fluida, sin hacer caso para nada de la coherencia y el sentido. Acto poético de cuerpo político, filosófico y social que se postura en forma de arte ante el contexto. Además podemos encontrar rasgos en Franz Kafka, Federico García Lorca, Vicente Alexandre, Julio Cortazar y en un tal Arnoldo Zepán como legados, como frutas de ese árbol genealoco.

“Yo debería tener un infierno para mi cólera, un infierno para mi orgullo, y el infierno de las caricias; un concierto de infiernos” nos decía Rimbaud, mostrando estrelladamente rasgos del estilo de los surrealistas y las flores malditas plantadas en este tipo de creadores, flores que nacen al “rito del sol negro”.

No obstante, el movimiento se fue adaptando y penetrando las artes visuales:

"Surrealismo y pintura" diría Bretón: en esta parte del proyecto nos encontramos con los figurativos Salvador Dalí, el crítico paranoico; Max Ernst, el gran masturbador; René Magritte perdido en su isla del tesoro; Paúl Delvaux, despertando del bosque con la Venus dormida; y a los abstractos como André Masson dibujando sobre la arena; Ives Tanguy en la cita de las paralelas; y Joan, el que Miró el microcosmos, entre otros. El arte pictórico se expresa, fundamentalmente, a través de dos vías o técnicas: el automatismo y el mundo de los sueños (onírico). El Automatismo da lugar a recursos como el fotomontaje y frottage (procedimiento por el cual se pasa un lápiz sobre el lienzo extendido sobre una superficie rugosa), que dan lugar a imágenes yuxtapuestas sin aparente sentido. Por otro lado, la exploración onírica abortaba la plasmación de imágenes oníricas, que podían proceder de sueños diferentes o podían recordarnos tan solo ciertas características de los mismos. Dijo Joan Miró: "Me

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