Sustancias psicoactivas y espiritualidad

Desde tiempos antiguos es conocida la relación que existe entre sustancias psicoactivas y la espiritualidad, que han formado parte de tradiciones antiguas y en ritos ceremoniales de diferentes culturas en las diferentes partes del mundo. En el caso de América Latina, desde los wixarikas o huicholes en el Oeste Central de México, hasta las tribus de la selva amazónica, en Brasil por citar un ejemplo, sustancias como la mescalina (extraída de la planta cactácea conocida como Peyote) o la extraída de la Ayahuasca, son una clara de referencia de que las sustancias psicoactivas han acompañado la existencia de la humanidad, como parte de la vida espiritual del ser humano.

En la época de los 60 en Estados Unidos, con la explosión del movimiento "hippie" y con este el uso masivo de sustancias como el ácido lisérgico (LSD), sustancia que tomó especial relevancia durante la época, se comenzó a masificar el uso de sustancias psicoactivas,en diferentes partes del mundo. El movimiento, que surgió como reacción a las alteraciones producidas por la Segunda Guerra Mundial y por un mayor crecimiento industrial y económico, exhortaba al rechazo general al materialismo occidental, e invitaba a la introspección y al conocimiento personal para dar lugar a una vida espiritual,.

En la actualidad, la falta de cultura e investigaciones científicas acerca del uso de sustancias psicoactivas, originada en mayor medida por la prohibición de estas sustancias consideradas como ilegales, y como consecuencia, la falta inversión de fondos para su investigación científica, ha provocado un contundente rechazo tanto de las sustancias como de sus consumidores,.

A raíz de esto, una ola de desinformación generalizada sobre su consumo y utilidad comprobada en campos como el de la psiquiatría, antes de ser penalizadas, ha dejado de lado el enfoque espiritual desde el cual era utilizado en tradiciones antiguas., uso reconocido en la cultura Huichol en México, a cuyos miembros la ley federal mexicana les permite el transporte y consumo del peyote sin consecuencias legales.

La sociedad actual poco a poco ha cambiado el enfoque en el consumo de algunas sustancias antes consideradas ilegales, como la marihuana, con un uso lúdico en algunas regiones de Estados Unidos, España, Países Bajos,, Uruguay, entre otros. Sin embargo, las relacionadas a ritos y tradiciones espirituales como los hongos alucinógenos, el LSD, el peyote, ayahuasca, entre otros, continúan dentro del campo de lo penado por la ley, lo que favorece el tráfico de las sustancias a través del mercado negro y la perpetuación del desinterés de regresar el enfoque de utilidad al ser humano, que durante años se benefició del uso de estas sustancias.

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