Sustancias Psicoactivas
Enviado por linayago • 2 de Abril de 2013 • 5.959 Palabras (24 Páginas) • 749 Visitas
Sustancias psicoactivas y su estatus sociolegal
Las sustancias psicoactivas, conocidas más comúnmente como drogas psicoactivas,
son sustancias que al ser tomadas pueden modificar la conciencia, el estado
de ánimo o los procesos de pensamiento de un individuo. Como se explicará en
capítulos posteriores, los avances en la neurociencia nos han permitido conocer
mucho mejor los procesos físicos mediante los que actúan estas sustancias. Las
sustancias psicoactivas actúan en el cerebro mediante mecanismos que normalmente
existen para regular las funciones de estados de ánimo, pensamientos y
motivaciones. En este informe pondremos énfasis en el alcohol y otros hipnóticos
y sedantes, nicotina, opioides, cannabis, cocaína, anfetaminas y otros estimulantes,
alucinógenos e inhalantes psicoactivos.
El uso de estas sustancias se divide en tres categorías, según su estatus sociolegal.
En primer lugar, muchas de estas sustancias son utilizadas como medicación. Los
sistemas médicos occidentales y de otro tipo han reconocido desde hace mucho la
utilidad de estas sustancias como medicación para aliviar el dolor, ayudar al sueño
o a la lucidez y aliviar desórdenes del estado de ánimo. Actualmente, la mayoría de
las medicaciones psicoactivas están restringidas al uso por prescripción médica,
mediante un sistema de recetas. En muchos países, casi una tercera parte de las
recetas es para tales medicaciones. Ejemplo de ello es el empleo del estimulante metilfenidato
para tratar el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
de la infancia, que se abordará en el Capítulo 4. Como se describirá en el Capítulo
6, algunas de las sustancias también se utilizan con frecuencia como “automedicaciones”,
para aliviar perturbaciones producidas por desórdenes físicos o mentales o
para aliviar los efectos secundarios de otras medicaciones.
Una segunda categoría de uso es su estatus ilegal o ilícito. De conformidad con
tres convenciones internacionales (véase Recuadro 1.1), la mayoría de los países se
han comprometido a considerar como ilegal el comercio y uso no médico de los
opiáceos, cannabis, alucinógenos, cocaína y muchos otros estimulantes, al igual que
de los hipnóticos y sedantes. Además de esta lista, los países o jurisdicciones locales
muchas ocasiones añaden sus propias sustancias prohibidas, por ejemplo bebidas
alcohólicas y varios inhalantes.
A pesar de tales prohibiciones, el uso ilícito de sustancias psicoactivas está muy
difundido en numerosas sociedades, particularmente entre adultos jóvenes, casi siempre
con el propósito de disfrutar o beneficiarse de las propiedades psicoactivas de la
sustancia. El hecho de que sean ilegales puede añadirles también cierto atractivo, y
con ello reforzar la identificación de los usuarios con una subcultura alienada.
La tercera categoría de uso es el consumo legal o lícito, para cualquier propósito
que elija su consumidor. Dichos propósitos pueden ser muy variables, y no
necesariamente se relacionan con las propiedades psicoactivas de la sustancia. Por
ejemplo, una bebida alcohólica puede ser una fuente de nutrientes, para calentar o
refrescar el cuerpo, o para aliviar la sed; puede funcionar también para un propósito
simbólico en una ronda de brindis o como sacramento. Sin embargo, sea cual
sea su propósito, el uso de la sustancia inevitablemente va acompañado de sus
propiedades psicoactivas.
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NEUROCIENCIA DEL CONSUMO Y DEPENDENCIA DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS
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1. INTRODUCCIÓN
RECUADRO 1.1
Convenciones de control de drogas de las Naciones Unidas
Los tres principales tratados internacionales para el control de las drogas son mutuamente
incluyentes y complementarios. Un importante propósito de los dos primeros tratados es
codificar medidas de control de aplicación internacional, para asegurar la disponibilidad de
drogas narcóticas y sustancias psicotrópicas con fines médicos y científicos, y para prevenir
su desviación a canales ilícitos. También incluyen condiciones generales para el tráfico y
abuso ilícitos de las drogas.
Convención única sobre drogas narcóticas, de 1961
Esta convención reconoce que las medidas efectivas contra el abuso de drogas narcóticas
requieren de la acción internacional coordinada. Tiene dos formas de intervención y control
que funcionan conjuntamente. Primeramente, busca limitar la posesión, uso, comercio,
distribución, importación, exportación, fabricación y producción de drogas con fines
exclusivamente médicos y científicos. Segundo, fomenta la cooperación internacional para
combatir el narcotráfico y a los narcotraficantes.
Convención
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