TEMA I LA CONSTRUCCION EMPIRISTA

TEMA I LA CONSTRUCCION EMPIRISTA

LECTUTA: REGLAS RELATIVAS A LA OBSERVACION DE LOS HECHOS SOCIALES

Emile Durkheim nació y vivió en Francia (1858-1917) se preocupo por darle rigor científico al estudio de las ciencias sociales.

La primera regla y la más fundamental es el considerar los hechos sociales como cosas. En el momento en que un orden nuevo de fenómenos deviene objeto de ciencia, se encuentran ya representados en el espíritu, no solo por imágenes sensibles, sino también por conceptos groseramente firmados.

En lugar de observar las cosas, describirlas y compararlas, nos contentamos entonces con tener conciencia de nuestras ideas, con analizarlas y combinarlas, en lugar de la ciencia de realidades, no realizamos más que un análisis ideológico, este análisis no excluye necesariamente toda observación pues se puede apelar a los hechos para confirmar estas nociones o las conclusiones que de ellas sacan, los hechos solo intervienen de una manera secundaria como objetos o pruebas confirmatorias: no son objeto de la ciencia, esta va de las ideas a las cosas no de las cosas a las ideas.

Una representación puede estar en condiciones de desempeñar útilmente este papel, y ser, sin embargo, falsa.

Para que una idea suscite bien los movimientos que reclama la naturaleza de una cosa, no es necesario que exprese fielmente esta naturaleza, sino que basta con que nos haga sentir lo que la cosa encierra de útil o de desventajosa, aquello que nos puede servir y aquello que nos puede contrariar.

Una ciencia de esta naturaleza, no solo seria incompleta, sino que le faltaría materia de que alimentarse. Apenas existe, cuando, por decirlo así, desaparece y se transforma en arte. En efecto se considera que estas nociones contienen todo cuanto hay de esencial en lo real pues se confunde con lo real mismo.

Pues lo bueno es lo que está conforme con la naturaleza de las cosas, y lo malo lo que la contraria; y los medios de alcanzar uno y huir del otro derivan de esta misma naturaleza, si la poseyéramos sin esfuerzo, el estudio de la realidad presente no tendría para nosotros ningún interés practico, y como es precisamente este interés lo que justifica dicho estudio este se encontraría para lo sucesivo sin objeto, de esta manera, la reflexión se siente incitada a desviarse de lo que constituye el mismo objeto de la ciencia, a saber del presente y el pasado, para lanzarse de un solo salto hacia el porvenir, en lugar de tratar de comprender los hechos adquiridos y realizados, emprende el camino de realizar otros nuevos, mas conformes con los fines perseguidos por los hombres.

Las nociones de las que se hablan son aquellas nociones vulgares o prenociones que Bacon señala como la base de todas las ciencias y en las cuales toman el lugar de los hechos, son aquellas idola, especie de fantasmas que desfiguran el verdadero aspecto de las cosas y que tomamos sin embargo como las cosas mismas.

Los hombres no han esperado a la ciencia social para forjar sus ideas respecto del derecho, de la moral, de la familia, del Estado y de la misma sociedad, pues estos hombres las necesitaban para poder vivir,

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