TEORIAS ECONOMICAS
helman.beltran1 de Mayo de 2013
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¿CUÁL ES EL IMPACTO QUE HAN TENIDO ESTAS TEORÍAS ECONÓMICAS EN COLOMBIA?
TEORIA CLASICA
UTILIDAD MARGINAL
Vemos por ejemplo el caso del agua en los países tropicales es de bajo precio, en cambio en el medio oriente que es una zona donde existe gran escasez, el precio del agua es elevado, y vemos que ese trata del mismo bien, pero valorado de diferente forma por los consumidores según la disponibilidad de este recurso. La gasolina en Venezuela es barata, en Colombia es costosa.
La utilidad marginal de un bien depende el gusto y capricho del consumidor, lo que hace que matemáticamente sea difícil medirla con exactitud. Ya veíamos el caso del agua que es valorada de forma distinta por dos usuarios diferentes.
Se considera que la utilidad de cada bien adicional que se posea, disminuye en la medida en que se adquiere o agrega una unidad adicional. Seguramente a un consumidor le gustará mucho consumir una porción de pollo, o tal vez dos o tres, pero de seguro que la cuarta, quinta o sexta porción de pollo ya no le interesa, no tiene ningún valor para él. La utilidad marginal de la porción de pollo ha disminuido o quizás desaparecido.
Parece que en lo único que no se cumple esta teoría es en le dinero, puesto que según la teoría de la utilidad marginal, entre mas dinero se tiene, menor es el valor que se le debe dar, pero en este caso sucede todo lo contrario, y entre más dinero se tiene más se quiere ganar.
LEY DE SAY
La ley de los mercados o ley de Say parece ser un hecho constantemente negado por la realidad, y que al mismo tiempo está en la mente de muchos economistas como un punto importante a antener, creando así una de las tantas paradojas a las que se enfrenta un economista sobre el trabajo que emprende. En éste ensayo no se trata tanto de negarla con evidencia de la “realidad” ni tampoco de asumirla o afirmarla como tal. Se trata de establecer la relación de la ley de Say con algún tipo de equilibrio, un equilibrio muy especial y es el equilibrio de mercado o equilibrio de los precios. Plantear adecuadamente una versión de la ley de Say será constructivo en la medida en que, seriamente, a veces se toma la ley de Say como sus principales conclusiones o dependiendo del área en que se esté hablando se toma de una u otra forma.
Dejando a un lado la sanción del mercado, el hecho de afirmar que la tasa de ganancia en un sector era más alta que la común nos condujo a un desequilibrio en el precio de mercado con respecto al natural en ese sector; esto sólo pudo ser soportado por una diferencia positiva entre las cantidades demandadas que son fijas en éste análisis y las cantidades llevadas al mercado por los capitalistas. Es decir, la negación del equilibrio clásico nos condujo ha negar la igualdad de la cantidad demandada y la cantidad producida en algún mercado, o que negáramos la Ley de Say según se definió arriba. Por lo tanto, la ley de Say descrita arriba implica un equilibrio clásico, negarlo conduce negar la Ley de Say para alguna economía.
La relación entre la ley de Say y el equilibrio clásico aparece clara bajo el argumento de ser equivalentes. Una se da al interior de las decisiones del capitalismo, o sea, de las decisiones de los capitalistas de cuanto invertir en cada sector caracterizado por una mercancía; la otra se da en el interior de las relaciones de intercambio en el mercado dominado bajo la competencia de cada mercancía para llegar a ser efectivamente comprada. El punto de conexión principal es el efecto de tanto un nivel elevado de los precios de mercado sobre el nivel de utilidades de algún sector, como de que el nivel elevado de las utilidades sola y únicamente puede provenir de este nivel elevado de los precios.
LIBERALISMO ECONÓMICO
Fortalecimiento de la producción agrícola, especialmente de tabaco, quina, añil y café; esto se hizo con la disolución de los resguardos indígenas. Colombia se transforma en un país monoexportador de materias primas e importados de bienes europeos. Abolición de la esclavitud, cuya finalidad era la liberación de mano de obra esclava para convertirla en asalariada. Supresión de algunos impuestos, como el estanco y el diezmo. Supresión de bienes de manos muertas, es decir, la expropiación de los bienes de la Iglesia, que pasaron a ser propiedad del Estado.
Se disminuyó el papel del Estado en la economía, dejándole el papel de recaudador fiscal y encargado de las obras de infraestructura y servicios. Es importante resaltar la importancia de la economía cafetera desde finales del siglo XIX y en el siglo XX, pues la especialización que la economía colombiana otorgó al café, al establecerlo casi como única fuente de divisas; contribuyó a la acumulación de capitales, al aumento del poder adquisitivo de la población y fomentó la industrialización del país.
Las políticas propuestas por la ONU, a través del Fondo Monetario Internacional y la CEPAL, impusieron para Colombia y demás países de Latinoamérica el proteccionismo a la producción nacional, la influencia directa del Estado en la economía, la provisión de servicios básicos y el bienestar social de la población. Al culminar la década de los ochenta, las medidas económicas cambiaron en pro de la globalización económica y la integración de los países en vías de desarrollo al mercado mundial requirieron de un proceso de apertura económica, que en Colombia quedó plasmado con la reforma política de 1991, donde se estableció la descentralización administrativa, la autónoma de las regiones en la consecución de sus propios recursos; concomitante con la reforma constitucional se adoptaron medidas como: la privatización de empresas pertenecientes a la nación, la democratización de todos los espacios políticos, económicos y sociales, la rebaja gradual de los impuestos a las importaciones, estímulo a la inversión extranjera, etc. estas reformas eran una exigencia para asumir una postura neoliberal y asegurar la participación nacional en la economía del mundo.
La Apertura Económica que experimentó Colombia a principios de los noventa fue uno de los muchos pasos que dio el continente suramericano para integrarse a la economía global. Los principales proponentes de esta política comercial llegaron al poder durante la administración del Presidente Ronald Reagan en Estados Unidos, y la Primer Ministro Margaret Thatcher en Inglaterra.
En Colombia, la decisión de adoptar este modelo se produjo luego que una política proteccionista dominó el intercambio comercial con otros países durante varias décadas. Como resultado del proteccionismo, el mercado nacional se había saturado con productos locales, de tal manera que el poder de compra era inferior a la oferta. En adición, los precios de los productos nacionales habían incrementado con el tiempo, y el control de calidad se había deteriorado por falta de competencia. Frente a esta situación, la administración del presidente Colombiano Cesar Gaviria adoptó la Política de Apertura. La nueva ola de competencia generada por la introducción de productos extranjeros al mercado colombiano transformó por completo la relación de producción y demanda que había regido al país por varias décadas. Como resultado, muchas industrias no lograron sobrevivir a la competencia, y sectores enteros de producción desaparecieron. Para los consumidores, o al menos aquellos cuyo poder de compra no fue afectado por la desaparición de ciertas industrias, la apertura significó mayor variedad de productos a precios más bajos y de mayor calidad. Una década después de la apertura económica es claro que la lógica del modelo nunca fue aplicada en su totalidad. Sin excepción, todos los países en el mercado global continúan aplicando medidas proteccionistas, en forma de aranceles, subsidios a ciertos sectores, u otro tipo de restricciones. Igualmente, la idea de una economía global integrada aún no se ha concretado en su totalidad.
TEORIA MARXISTA
PLUSVALÍA
En Colombia, por ejemplo, la jornada de trabajo es de 8 horas diarias, pero de esas horas diarias el capitalista en realidad paga solo 6 horas, por tanto las dos horas restantes corresponde a la plusvalía generada por el trabajador. Si el capitalista pagara el 100% de la fuerza de trabajo comprada, no le quedaría margen para incrementar su capital, lo cual obviamente desestimularía al capitalista puesto que no le sería rentable invertir. La fuerza de trabajo vendida por un empleado, en términos económicos se divide en dos partes: El tiempo necesario para producir determinada mercancía y el tiempo de trabajo adicional que el capitalista nunca le paga. Supongamos que para producir un bien se requiere de 4 horas de fuerza de trabajo, y el capitalista contrata a un obrero para que le trabaje 8 horas, luego el obrero en esa jornada produce dos unidades de ese bien, pero el capitalista solo le paga lo de una unidad, por tanto el resto corresponde a la plusvalía generada por el trabajador y que naturalmente enriquece al capitalista.
Todo trabajador produce más de lo que el capitalista le paga. Un empleado que percibe un salario mínimo al mes, perfectamente puede generarle a la empresa dos o tres salarios mínimos, mas in embargo solo recibe como pago (salario) una parte de lo que generó, por tanto el exceso viene a constituir la plusvalía.
No es que la plusvalía siempre sea desde el punto de vista social, algo incorrecto, que siempre se configure como una explotación al trabajador. La plusvalía es la recompensa que recibe el capitalista por invertir su capital en un negocio que tiene un riesgo inherente, y por tanto ese riesgo debe ser compensado lo mismo que la inversión. Es natural
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