TRABAJO FINAL GRAP

TRABAJO FINAL GRAP

FLORENCIA MORAS 

Universidad Nacional de Mar del Plata

GRAP I, comisión 15

Florencia Moras

Verónica Morosano

13/07/2022: fecha de entrega adecuación a la consigma

Tantas preguntas en GRAP, tantas charlas, tantos comentarios, tantas opiniones, tantas vivencias compartidas y aun así que complicado se hace comenzar un trabajo de esta magnitud. Palabras no faltan, lo que falta es unirlas y poder dar cuenta de lo vivido en este grupo de reflexión para el aprendizaje de la psicología. Esta materia pretende promover en nosotros, como alumnos, una mirada introspectiva y una singular del rol e identidad profesional.

Al comienzo de este camino, en nuestro primer encuentro virtual, donde probablemente casi nadie comprendía la finalidad de GRAP, ni a donde esta materia se dirigía y ni siquiera que debíamos hacer en ella, nos reunimos con expresiones de miedo^[a]. En lo que respecta a mi persona, tenía muy poca fe en que fuera una materia interesante y^[b] a la que darían ganas de asistir semanalmente, eso claramente afectó a mi experiencia de GRAP. En este encuentro virtual mis expectativas no subieron, en él había que comentar en el foro grupal como era el aula virtual de tu casa, que objeto o hábito te parecía infaltable para vos, y que objeto “robarías”^[c] de un compañero. Recuerdo que nadie interactuaba con nadie, nadie se conocía y parecía casi imposible, por lo menos para mí, imaginarme a la otra persona por medio de imágenes pixeladas de perfil, una breve descripción de su cuarto y/u objetos infaltables para ellos como lo podía ser un mate, un desayuno, la luz del día, unas pantuflas o un sahumerio.^[d] Se trataba un poco de ello también, interactuar con los demás sin saber siquiera quienes eran, ya que el término de “grupo” en GRAP es inicialmente un agrupamiento de personas que, a través del proceso y operaciones producidas en el mismo, se tratara de promover que se constituya el denominado grupo con un funcionamiento propio.^[e]

Con el tiempo y el paso de los días llego el primer encuentro presencial. Un grupo, como cualquier otro, se reuniría en el aula 26 de la facultad de psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata, un miércoles probablemente de mucho frío debido al invierno, para dar comienzo a este encuentro. Lo primero que hicimos al dar comienzo fue mover todas las sillas formando una enorme ronda para que todos nos pudiéramos ver las caras, lo que me resultó más cómodo a la hora de hablar. Por como todos estaban en silencio sin decir ni hacer nada, supuse que todos o por lo menos la mayoría no sabía cómo comenzar, así que la coordinadora realizó una actividad para soltarnos y dejar la tensión atrás. Recuerdo^[f] que compañeros preguntaban por la consigna, “¿qué hacemos ahora? ¿cuál es la actividad?”, pero la coordinadora dijo algo similar a lo que Bozzolo Raquel en “El oficio de intervenir” (2008) “[…] la consigna era: aquí vienen a hablar de ustedes^[g]” (p.105). A partir de allí se generó un ambiente cómodo, de tranquilidad donde no te sentías juzgado al hablar, ya que la mayoría si hablabas te mirada expectante e interesado en lo que ibas a decir.

Una nueva semana trajo consigo un nuevo encuentro virtual, proponían escoger dos palabras que te identificaran con tus iniciales^[h]. La coordinadora, como todas las clases, incitaba a la participación e interacción entre compañeros, pero no se dio^[i]. Ya en el cuarto encuentro, la confianza en las personas del grupo iba creciendo cada vez más en base a las charlas interminables^[j], las risas y el escuchar al otro. Hablamos un poco del primer parcial, que parecía por comentarios de muchos que era algo que trajo mucho estrés y nervios consigo, pero gracias a tocar el tema pudimos charlar sobre técnicas de estudio, de las distracciones, del futuro y algo no tan relacionado^[k] como los vecinos molestos. Recuerdo como una compañera mencionó algo que me quedó resonando hasta el día de hoy: ella se sentía aliviada de saber, al escuchar las vivencias, que todos estábamos pasando por lo mismo, no era a la única que le costaba y no estaba sola en esto. Lo que me lleva al escrito del Dr. Fernando Ulloa “Psicoterapia II” donde, hablando sobre la comunidad clínica, afirma que una de sus características es “[…] la solidaridad entre individuos que intentan unirse para enfrentar en común sus sufrimientos o su carencia. La otra también suele ser casi siempre obvia: la pobreza de recursos materiales, conceptuales y técnicos a partir de los cuales se pone en marcha, en general, la experiencia.” (p. 2)

El próximo encuentro virtual visualizamos y el analizamos del PTD de la materia, de los objetivos, de a donde debemos llegar con ella, de objetivos personales para el año y para la materia en general. Según lo comentado por varios en encuentros presenciales y en un grupo a parte de la institución estudiantil, lo virtual no era algo que al grupo en sí le llamara la atención^[l]. En la sexta reunión se dio un poco más la charla del rol y lugar del psicólogo, que poco a poco llevó a la conversación grupal a temáticas más profundas^[m], como la motivación, la desilusión, la sobre-exigencia, las expectativas y demás. Conceptos que según lo charlando con varios participantes del grupo, eran disparadores fundamentales para los humanos en diferentes aspectos como lo pueden ser los objetivos a futuro o el simple hecho de sentarse a estudiar. Un tema en particular de los hablados en esta clase me recordó a parte de mi experiencia con GRAP, ya que los sentimientos positivos y la comodidad que se sentía en las clases, me resonaba a un tema visto en Introducción a la Psicología, materia de primer año de nuestra carrera, que era la motivación. Este concepto se refiere a la movilización de energía requerida por las acciones dirigidas a satisfacer necesidades, e implica la coordinación para activar y dirigir conductas hacia determinadas metas^[n]. Asistir a los encuentros presenciales de GRAP producía más motivación que asistir a los virtuales. Esta motivación, según los escritos leídos en clase de Palmero, es la movilización de energía para satisfacer necesidades o deseos, tanto como la coordinación de conductas dirigidas hacia determinadas metas^[o].

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