Te agradezco mucho, por las distintas cosas que hemos pasado..

Te agradezco mucho, por las distintas cosas que hemos pasado.

No te conocí en la mejor situación, ni por el ejor motivo, pero pasó. Un día cruzamos miradas e intercambiamos media sonrisa, eso bastó para que esa tarde no salieras de mi mente. También fue suficiente para que tu me enviaras ese primer texto.
Me habría encantado que fuese por otro motivo, pero al mismo tiempo me alegra saber que gracias a eso hoy podemos seguir hablando.

La primera vez que te tuve a una corta distancia y de frente mi corazón casi se detiene, no exagero, yo estaba nerviosa y sentía una descarga de adrenalina. Era la primera vez que veía tu rostro con un gesto suave y cálido. Sinceramente, no sabía ni como hablar, caminar o reaccionar ante tanta belleza que irradiabas.

La primera vez que salimos casi se me olvida lo que era estar con alguien especial, era la primera vez que podría abrazarte y besarte. No sé como explicar lo que sentí cuando tus labios rozaron los mios y ni como poder olvidar lo que sentí cuando ambos se presionaron y se juntaron intercambiando sabores, entregándose al momento por la emoción y felicidad que eso generaba.

No había pasado ni medio día después de vernos y ya te extrañaba mucho, asi que recordé cual era tu dirección, misma que me habías enviado anteriormente en un mensaje, y por arte de magia comencé a apurarme para ir a verte. De camino a tu casa comprobé si me veía bien unas 10 veces, después te avisé que había llegado y una vez dentro de tu habitación me abalance sobre ti para besarte. Fue la primera vez que me  entregue a ti de una forma tierna y sincera.

Pasaron los días y te visite, otras veces tu lo hiciste hasta que llego el día en que ambas estábamos entregadas al momento, la pasión nos atrapó y nuestras respiraciones nos llevaron a otro lugar, eramos tu y yo adentrándonos en un terreno desconocido, pero confiadas de estar a salvo por la presencia de la otra alma. Nuestra alma gemela. Tu declaraste amor y yo lo correspondí, ese día nos convertimos en una sola alma.

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