Temas Varios

http://www.pcmle.org/EM/article.php3?id_article=1872 XXVII Congreso Nacional de la UNE------4 de Junio del 2009, publicado el 15 de Junio del 2008.Periodico en Marcha,

Es trascendente. Necesitamos que nuestra práctica pedagógica se ajuste a la realidad que vivimos. Demostramos que tenemos propuesta, que es falsa la afirmación de nuestros opositores que nos acusan que sólo servimos para oponernos, para ser Contreras.

Hoy estamos proponiendo un modelo pedagógico para la emancipación que ha sido fruto del debate, la consulta, el aporte, el enriquecimiento que, con sus ideas, han realizado los maestros y maestras, los padres de familia y los estudiantes.

Estamos haciendo talleres en las provincias con el objetivo que los docentes se empoderen de la propuesta que está basada en el modelo pedagógico histórico cultural, según el cual el proceso educativo es esencialmente social, en el que debemos hacer que el estudiante sea consciente de la realidad en la que vive, que identifique a quienes son los responsables, donde modelos como el constructivismo, que quieren inculcar los males de esta sociedad capitalista como el individualismo, sean desechados y primen valores como la defensa de la patria, la solidaridad, que formemos niños y niñas que puedan aportar al proceso de cambio.

http://www.pcmle.org/EM/article.php3?id_article=1822

La Nueva Escuela para formar al nuevo ser humano

publicado el: 13 de mayo de 2008

La escuela para la emancipación es el antecedente de lucha popular, propuesta pedagógica, organización social, promoción de valores humanos, formación académica científica, cuestionamiento al sistema capitalista que, con la revolución social triunfante, dará origen a la Nueva Escuela.

La Nueva Escuela es una construcción de la sociedad del futuro, del Socialismo. Es la escuela donde se educará al nuevo hombre y mujer, aquellos seres humanos de altos valores, elevada conciencia; que vivan, defiendan y promocionen la libertad, practiquen la solidaridad, amen a su patria; estén preparados para defender los logros de la sociedad socialista, que trabajen con tesón para eliminar toda tara producto de la vieja sociedad capitalista; contribuyan con su intelecto, trabajo y esfuerzo para mejorar cada día al socialismo, que se desarrollen individual como colectivamente según sean sus capacidades; que adquieran conocimientos científicos, tecnológicos que los utilicen socialmente; que jamás admitan, por ningún motivo, volver a la sociedad de la explotación del hombre por el hombre.

La nueva escuela acogerá a todos los niños y jóvenes de las ciudades y el campo, la educación será obligatoria, gratuita, proveerá alimentación. Será un ambiente donde las discriminaciones sociales, económicas, regionales, étnicas desaparecerán, dejando espacio a la democracia proletaria, el respeto y promoción a las diversas culturas que se interrelacionarán en pie de igualdad, será una educación involucrada en la problemática social.

Esa escuela deberá revolucionarizar las metodologías de enseñanza-aprendizaje, incluirá contenidos que enaltezcan al ser humano, que profundicen el conocimiento científico, la investigación.

Construir la Nueva Escuela

Una escuela de esas características solo puede construirse sobre la base de la conducción de quienes ideológicamente se identifican con esos conceptos, solo es posible con la conducción de las clases trabajadoras.

La nueva escuela no puede ser implementada en la actual sociedad. Sin embargo debe ser el norte al cual estudiantes rebeldes deben mirar, al igual que los docentes progresistas, democráticos y los padres de familia cansados de una sociedad injusta.

No puede existir una escuela socialista en una sociedad capitalista, las condiciones materiales, económicas, espirituales sobre las cuales se construye la nueva escuela son incompatibles con la actual estructura social de explotación, injusticia, egoísmo, individualismo, expresiones concretas de la reproducción de las ideas de las clases dominantes que la actual escuela realiza. El cambio social necesario para implementar la Nueva Escuela no es, no será producto de la escuela, será consecuencia de la revolución social, del cambio radical de la superestructura capitalista, por otra, la socialista. No es una utopía, es realizable, alcanzable en la medida en que los afectados de la presente situación se unan, organicen, luchen, propongan, exijan y alcancen las transformaciones sociales indispensables.

Sin embargo, la Nueva Escuela tiene sus cimientes ahora, con la lucha, la propuesta de los estudiantes, trabajadores, educadores y padres de familia que deben esforzarse por cambiar la actual escuela. Por tanto, la lucha es ahora.

La escuela de hoy, la de base capitalista, debe ser cuestionada. Sus resultados no corresponden a las necesidades de las grandes mayorías, sino a los requerimientos de las clases sociales en el poder, de la burguesía cuyo objetivo en la educación de masas es adaptarlas a los procesos productivos, a las formas de explotación, a la descarnada competencia por el empleo sin miramiento alguno hacia los demás, a aceptar el salario más bajo a cambio del más esforzado de los trabajos y, para colmo, agradecer por ser explotado.

Maestros, estudiantes, padres de familia, las clases sociales trabajadoras deben “abrir los ojos” ante esta situación de la cual deben liberarse, emanciparse.

El maestro que lucha por la Nueva Escuela

En este escenario el concurso de los docentes es fundamental. Primero entendiendo que el actual currículo, programas, metodologías son funcionales al sistema, es decir, sirven a su sostenimiento y desarrollo. Luego, transformándose a sí mismo en relación con el contexto social en el que se desenvuelven. El maestro, la maestra consciente, con compromiso de clase no acepta las condiciones que le impone el opresor, es rebelde; en ejercicio de esa rebeldía busca alternativas organizativas para unir fuerzas, se convierte en un luchador social que ejerce adecuadamente su influencia en las masas, en la gente, es un demócrata que escucha, cumple con sus responsabilidades, rinde cuentas de las mismas, promueve cuadros, es uno más en las filas del combate. Al transformarse a si mismo se esfuerza en ser solidario, sirve de ejemplo a sus estudiantes, motiva el amor a la patria, la defensa de la libertad. En suma, es un revolucionario.

Las labores diarias de este maestro no se reducen a la escuela. Tiene fuertes vínculos con la comunidad a la cual organiza, conduce en sus acciones, discute propuestas; involucra a los padres de familia en la educación de sus hijos. Tiene una práctica social que lo dignifica.

En esa lucha el docente no está solo. Cuenta con la participación y apoyo de estudiantes, trabajadores, organizaciones democráticas, de las fuerzas revolucionarias que también tienen responsabilidades. La construcción de la escuela para la liberación social y nacional tiene un fuerte contingente que la empuja.

La escuela para la Emancipación

Se hace indispensable construir una nueva propuesta educativa, “Un Modelo Pedagógico para la Emancipación será consecuencia del esfuerzo creador de los maestros y los estudiantes. Debe recoger el pensamiento progresista de la humanidad, las propuestas y las experiencias pedagógicas de destacados maestros en varios países y momentos, los criterios de los educadores que vivieron y lucharon en los antiguos países socialistas; debe recuperar la vasta experiencia de los profesores ecuatorianos a lo largo de su lucha por una educación laica y democrática.” dice Pablo Miranda, al analizar el desarrollo de una pedagogía que libere a los pueblos.

La propuesta de modelo pedagógico está en discusión. Una serie de organizaciones sociales, gremiales, académicas, lideradas por la UNE, están empeñadas en ello. Los grandes lineamientos están a la luz pública, avanzar al desarrollo del currículo y su aplicación práctica son parte de los subsiguientes pasos.

Así las cosas, el desarrollo del modelo pedagógico emancipador, su aplicación y posteriores positivos resultados son el necesario antecedente para la construcción de la anhelada Nueva Escuela. Y ello ya ha comenzado.

http://www.periodicopcion.net/article147943.html

Especial

Maestros, estudiantes y padres de familia por una educación para la emancipación

Franklin Falconí*

Las organizaciones convocantes y afectados directos, proponen que el proceso cambie y sea democrático y participativo, que incluya a los actores involucrados en su desarrollo; es decir profesores, estudiantes, empleados y trabajadores, así como representantes de la sociedad y comunidad. Que debe ser construido desde una visión dialéctica, ya que este tipo de procesos no se constituyen en un fin en sí mismos, sino en un medio para alcanzar el mejoramiento continuo, anhelo de todas las universidades.

7 de mayo de 2007

Un evento de trascendental importancia para la educación pública del país tuvo lugar en la Universidad Central del Ecuador, entre los días 23 y 27 de abril: el Segundo Congreso Nacional de Educación Pública “Educar para la libertad, educar para la Patria Nueva”. El evento, organizado por la Unión Nacional de Educadores, que contó con el auspicio del Ministerio de Educación, se desarrolló en todas las provincias y cantones del país, con la participación activa y entusiasta de los y las maestras, madres y padres de familia y educandos de todos los niveles.

Después de alrededor de tres meses de congresillos

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