Temas De Derecho
br040611 de Octubre de 2013
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Dra. María Belkis Rangel Parra
U.E.Colegio “Cristo Rey”
1º de Administración Financiera
CONOCIM ENT S
BÁSIC S
DEL
DERECH
MÁNDAME ALGUIEN PARA AMAR
Señor, cuando tenga hambre, mándame alguien que necesite comida.
Cuando tenga sed, mándame alguien que necesite una bebida.
Cuando tenga frio, mándame alguien que necesite calor.
Cuando este disgustado, preséntame alguien que necesite un consuelo.
Cuando me cruz se haga pesada, hazme compartir la cruz del otro.
Cuando este pobre, ponme cerca de alguien necesitado.
Cuando me falte tiempo, mándame alguien que necesite algunos minutos míos.
Cuando sufra una humillación, dame la oportunidad de alabar a alguien.
Cuando este desanimado, envíame alguien que necesite ser animado.
Cuando tenga la necesidad de ser comprendido, mándame alguien a quien comprender.
Cuando tenga necesidad de que me cuiden, mándame alguien a quien cuidar.
Cuando piense en mi mismo, atrae mi atención hacia otra persona.
Hazme digno, Señor, de servir a nuestros hermanos, que viven y mueren pobres y hambrientos en este mundo de hoy.
Dales, a través de mis manos, el pan de cada día; y dales paz y alegría, gracias a mi amor comprensivo.
(Madre Teresa de Calcuta)
PRESENTACION
Una de los mayores problemas de nuestra actual cultura es que hemos vaciado a las palabras de sentido, y con frecuencia, las utilizamos para expresar cosas totalmente distintas y hasta opuestas a su significado original. Llamamos LIBERTAD a la arbitrariedad y el capricho; FELICIDAD a salir de compras o pasarla bien; CALIDAD DE VIDA a la cantidad de cosas; NEGOCIO a la mas grosera especulación y robo; ORDEN ESTABLECIDO a la dominación y la injusticia; DIPLOMACIA al engaño y la mentira; SINCERIDAD a la falta de respeto.
Nuestra sociedad está enferma de “Neurosis de Posesión”. Lo importante es tener prestigio, poder, dinero, mucho dinero para comprar y comprar. El mercado crea continuamente nuevos productos y la publicidad se encarga de convencernos de que los necesitamos. Todos gastamos el dinero que no tenemos para comprar las cosas que no necesitamos. El CONSUMISMO es como Las Drogas; cuanto más uno compra más necesita comprar. El mundo del consumo es también el mundo de lo EFIMERO: las cosas se hacen para no durar porque lo importante es tener la capacidad de responder a las exigencias de la moda y de una producción no orientada a satisfacer las necesidades de la mayoría, sino los caprichos de una minoría que puede pagarlo; sin importar el cómo se haya adquirido el dinero, si por medios lícitos o ilícitos.
Es, en consecuencia, también el mundo de la Violencia, que se va adueñando cada vez más de las Relaciones Humanas. Por eso proliferan la Corrupción, el Robo, el Sicariato, el Secuestro, la Prostitución, el Narcotráfico, la Mendicidad, el Tráfico de personas y de órganos, la Estafa, el Lucro exagerado.
El derecho al derroche, privilegio de pocos, dice ser la libertad de todos. Dime cuanto consumes y te diré cuanto vales. Esta civilización no deja dormir a las flores, ni a las gallinas, ni a la gente. En los invernaderos, las flores están sometidas a luz continua, para que crezcan más rápido. En las fábricas de huevos, las gallinas también tienen prohibidas las noches. Y la Gente está condenada al insomnio, por la ansiedad de comprar y la angustia de pagar. Este modo de vida no es muy bueno para la gente, pero es muy bueno para la industria farmacéutica.
Este modelo de sociedad empobrece y cosifica. La demanda de ternura, afecto y amistad que late en cada persona es atendida por objetos, y uno termina convertido en un simple objeto, en una simple pieza en el engranaje de la producción y el consumo. Movido9s por el ansia de tener, acumulamos a cosas y “poseemos” personas, como si fueran carros, celulares o relojes. Una mujer o un hombre atractivo, interesante o que resulta un “Buen partido” porque abren la puerta al prestigio, la admiración o la riqueza, son los premios que hay que conseguir o conquistar. Una vez logrado el objetivo, abra que buscar otro (manteniendo tal vez las apariencias de cierta unión). Por ello, abundan cada vez más las enfermedades del alma como la depresión, la neurosis, la violencia, que pueden llevar incluso a la autodestrucción. No en vano el suicidio es una de Las crecientes causas de muerte sobre todo en las sociedades de la opulencia y el consumo.
El número de suicidas está aumentando peligrosamente entre los jóvenes, y si bien las mujeres tienden a sufrir más de depresión que los hombres, se suicidan menos que ellos. Entre las razones que dan los expertos para explicar esta aparente contradicción esta el que “ellas tienden a cultivar mas su vida afectiva”.
Quien no conoce el amor cae fácilmente en la tristeza, el sinsentido y la soledad. Y, como decía la Madre Teresa de Calcuta, “la soledad es la peor de las pobrezas y el mayor de los sufrimientos”. Una persona inteligente, activa y eficaz, sin capacidad de amar da miedo. Un individuo hábil y poderoso, insensible al amor es un peligro. El erotismo, la diversión y las demás formas de evasión no logran liberarnos de un malestar clavado en el fondo de nuestro ser: nos falta lo esencial. Sin Amor la vida se seca, la alegría se apaga. Es difícil crecer y sentir plenitud cuando solo se vive en función de uno mismo. Sin Amor la justicia nos hace duros; la inteligencia nos hace crueles; la amabilidad nos hace hipócritas; la Fe nos hace fanáticos; el deber nos hace tiranos, la cultura nos hace distantes y orgullosos; el orden nos hace perfeccionistas; la sutileza nos hace agresivos; el honor nos hace arrogantes; la responsabilidad nos hace implacables; el trabajo nos hace esclavos.
En cambio, cuando el corazón está lleno de Amor se sienten ganas de volar, de cantar, de entregarse y el mundo se ve con ojos nuevos. El Amor verdadero humaniza, ennoblece, llena la vida de sentido, confiere una energía insospechada, el Amor es potencia integradora, cuando se ama se gana siempre y ganan todos, si alguien quiere triunfar en la vida, ha de saber amar: superar la vanidad y el egoísmo, nadie triunfa realmente sino es capaz de hacer más felices a los demás. Los griegos tan observadores de la existencia humana y tan sabios en numerosas cosas, nombraron con distintas palabras los diferentes tipos de amor:
Filia: amor de amistad
Storge: amor que se da en la familia, entre padres e hijos, hermanos…
Ágape: amor desinteresado, servicial.
Eros: amor de pareja, sexuada.
El amor desinteresado que busca servir al otro (Ágape): es el amor que sabe acoger y ponerse al servicio del otro, sin límites ni discriminaciones. Un amor que sabe afirmar la vida, el crecimiento, la libertad y la felicidad de los momentos. Amor fraternal y cristiano al estilo de Jesús, que amo buscando siempre el bien de las personas, su liberación. Cuando Jesús ordena a sus seguidores “Ámense unos a los otros como yo les he amado”, está expresando la forma más pura y sublime del amor: Vivir para los demás, para que tengan vida y vida en abundancia, vivir acogiendo, acompañando, sirviendo, sin apropiarse nunca de las personas, ni utilizarlas para el propio disfrute o poder. Es un amor misericordioso que se duele del sufrimiento de los otros y acude en su ayuda. Es el amor del buen samaritano (Lc. 10,25-37), capaz de ver con los ojos del corazón al herido y acudir en su apoyo.
En cuanto al amor de familia (Storge), en ella se adquiere una cultura, una religión, un modo de ver la vida, unos valores o anti-valores, por eso, se dice que la familia es raíz de identidad, es el lugar donde se le debe dar al niño raíces para crecer fuertes y al joven alas para volar. Ella es el lugar privilegiado para aprender la solidaridad, el respeto, la fe, el amor. El niño necesita sentirse4 amado, valorado, para poder crecer seguro, fuerte y poder amar. El sentirse querido genera seguridad y autoestima. El que se sabe querido y aceptado como es, sale adelante, a pesar de los problemas y dificultades. En cambio, el que no siente este cariño, cae fácilmente en las garras de las drogas, el alcohol, la violencia, la anorexia, el vandalismo, entre otras. Cuantos niños pobres, son felices porque cuentan con el cariño de sus padres, y cuantas caritas tristes andan por ahí rodeadas de juguetes y aparatos electrónicos. Por lo general, todo niño inadaptado suele ser un niño, cuya necesidad de cariño ha sido ignorada o mal orientada. Los niños mal queridos por defectos o por exceso (consentidos en todo) aman mal, no se aman a sí mismos, y no suelen tener confianza ni en ellos mismos, ni en los demás.
Los miembros de la familia se aman sin importar si son o no inteligentes, guapos, habilidosos. Se ama a la madre aunque sea fea, analfabeta, enferma y achacosa. Las madres quieren a sus hijos aunque hayan caído en vicios e incluso los quieren más cuando más problemas tienen. Este tipo de amor, al ser totalmente gratuito no se merece,
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