Topografia

Viktor Navorski, es un ciudadano de Krakozhia (país ficticio), que aterriza en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York. Durante el vuelo, un golpe de estado instaura un nuevo régimen en su país natal; ni su pasaporte, ni su visado son válidos ya que el gobierno americano no reconoce al nuevo gobierno, razón por la que Viktor queda atrapado en la terminal aérea. No puede entrar a los Estados Unidos, ni tampoco regresar a su país.

Viktor se transforma en un habitante de la terminal y tiene que sobrevivir, comer, dormir y cubrir todas sus necesidades con los pocos medios que le brinda la terminal, y al mismo tiempo, lidiar con el estricto y cerrado Jefe de Seguridad del Aeropuerto, que hace todo lo posible por librarse de él ya que lo considera una amenaza a su brillante gestión, y teme que se interponga entre él y un posible ascenso. El jefe de seguridad intenta que Viktor cometa el delito de dejar la terminal ilegalmente con tal de deshacerse de ese problema.

La simpatía y transparencia del protagonista, conecta con el universo humano de la terminal y empieza a hacerse amistades entre los empleados, haciendo entre otras cosas las veces de celestino ayudando a unir una pareja interracial. Su metas comienzan a dibujarse cuando conoce a una azafata, de la que se enamora perdidamente, la cual tiene una relación amorosa con un hombre casado, que por lo que se ve en la película, le promete el cielo y nunca se lo dá.

Amelia ignora en cierto modo los sentimientos de Viktor al igual que su sitiación en la terminal y sólo lo considera un amigo temporal, cada vez que ella vuelve de un viaje. Sin embargo Viktor hace todo lo posible por conquistarla. Los empleados de la terminal toman tal afecto por Viktor que lo intentan ayudar a lanzarse en su conquista.

Finalmente termina la guerra en su país natal y sus documentos se validan por fin. Las puertas de la Terminal se abren y por fin Viktor puede entrar a EE.UU legalmente.

En el final de la película, se descubre el misterioso contenido de la lata de la que no se desprende en ningún momento y el valor del sentido parea resistir a las dificultades y salir adelante: su padre en un periódico de 1958 había visto una fotografía de una orquesta a la que admiraba. Luego, les escribía cartas a cada uno de los músicos de esa fotografía y esperaba días, meses y anos. Su padre espera 40 anos y todos le devuelven su autógrafo, menos uno, un saxofonista llamado Benny Golson. Viktor cumple la promesa a su difunto padre y consigue el último autógrafo.

Al final de la película, Viktor se sube a un taxi y una vez dentro coloca la firma que faltaba en la lata que cierra con respeto sagrado. El taxista le pregunta A dónde lo llevo? y Viktor dice: "yo, vuelvo a casa"

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