ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Trabajo Modificado De Economia


Enviado por   •  22 de Marzo de 2013  •  6.823 Palabras (28 Páginas)  •  290 Visitas

Página 1 de 28

ECONOMÍA

Se entiende por teoría economía cada una de las hipótesis o modelos que pretenden explicar aspectos de la realidad económica. En la teoría económica se distinguen dos enfoques diferenciados:

• Microeconomía.

• Macroeconomía.

Evolución Historia

Tradicionalmente las teorías económicas se centraron en temas como la moneda, el comercio internacional y la producción de bienes. Más adelante se introdujeron nuevos temas como el ciclo económico, la teoría del equilibrio, la inflación, el ahorro, la inversión y otros aspectos macroeconómicos. Actualmente la economía tiende a incorporar nuevas situaciones relacionadas con la teoría de la elección y el modo en que los agentes económicos parcialmente racionales toman decisiones basándose en incentivos y expectativas, que pueden ser de cualquier tipo (material o no material).

La teoría nos dice cuáles son los principales componentes del sistema económico, cómo funciona cada uno aisladamente, así como el funcionamiento de todos en conjunto.

Doctrinas

Escuelas de pensamiento

La evolución de la teoría económica ha estado ligada al tipo de problema económico prototípico que en cada momento histórico era prototípico en la teorización. Cada escuela consideró un tipo de problema prototípico y desarrolló una línea de pensamiento que pretendía explicar el problema económico prototípico del momento. Algunas teorías económicas son:

• Escuela de Salamanca.

• Mercantilistas (Siglo XVI – XVII): Se fundamentaban en la riqueza de los factores de la producción y como tal se consideraran: la mano de obra, recursos naturales y el capital.

• Fisiócratas (Escuela francesa del siglo XVII): Se fundamentaban en la tierra.

• Escuela clásica, iniciada por Adam Smith y David Ricardo a principios del siglo XIX. Aunque paradójicamente se considere a Smith y Ricardo los padres teóricos de la economía capitalista, lo cierto es que la teoría económica marxista se basa en la teoría del valor-trabajo de Smith y ampliamente en los trabajos de Ricardo.

• Marxismo. Basado en el pensamiento de Karl Marx, se concentra en el estudio de la producción, del valor (con la teoría del valor-trabajo) y en el circuito económico.

• Escuela marginalista, a veces llamada con abuso de lengua primera escuela neoclásica, fue iniciada entre otros por Carl Menger,Léon Walras, W. S. Jevons y Alfred Marshall. Inició el estudio riguroso de la microeconomía.

• Escuela keynesiana, iniciada por John M. Keynes apuntó ciertas críticas macroeconómicas al comportamiento predicho de las economías nacionales desde el punto de vista marginalitas.

• Escuela neoclásica, constituye una síntesis del enfoque de la escuela marginalitas con el keynesianismo, en lo que se llamó síntesis. John Hicks es uno de los iniciadores principales de este corriente. Sigue siendo el enfoque predominante de la mayoría de manuales didácticos de economía.

• Escuela austríaca, se opone a la utilización de los métodos de las ciencias naturales para el estudio de las acciones humanas, y prefiere utilizar métodos lógicos deductivos y la introspección, lo que se denomina individualismo metodológico. Desarrollada a partir de la obra La acción humana de Ludwig von mises.

Tanto el monetarismo, partidario de una reducción de intervención estatal (un desarrollo a partir de la macroeconomía keynesiana y de la Escuela de Chicago y de un liberalismo moderado), como el pos keynesianismo (un desarrollo heterodoxo basado en las ideas de Keynes, M. Kalecki y los sraffianos) constituyen desarrollos divergentes a partir de un cuerpo básico basado en la síntesis de la escuela neoclásica.

LA ECONOMÍA PRIMITIVA

Es la primera forma económica en que el hombre se organizó para satisfacer sus necesidades. Sus principales características son: que los bienes que produce se consumen casi inmediatamente, no se producen excedentes económicos (utilidades), no hay explotación ni clases sociales, además de que la división del trabajo se da en forma natural o social:

ESCLAVISMO: Aparece y se desarrolla la propiedad privada de los medios de producción y esto genera dos clases sociales: esclavos y esclavistas. Con lo que las relaciones sociales de producción son esclavistas. En este periodo también aparece y se desarrolla la moneda.

FEUDALISMO: El esclavismo se desintegra por dos causas básicas, la invasión de Roma (principales esclavistas) y la intensa lucha de clases. Entonces surge el feudalismo que se reconoce por el surgimiento de las nuevas clases sociales: el feudo y la servidumbre. Ahora los señores feudales que siguen siendo dueños de los medios de producción (tierras) cobran una renta a los siervos que sólo son dueños de los instrumentos de labranza.

CAPITALISMO: En el feudalismo se presentan una serie de cambios a través de la edad medio (siglo V al XV), que sustituirían la estructura hasta convertirla en el actual sistema capitalista, algunos cambios fueron: El crecimiento de la producción, el desarrollo del comercio y los mercados, los conocimientos y descubrimientos geográficos de nuevas regiones (América). Otro importante cambio fue el cambio de la manufactura (hecho a mano) por la producción maquinizada también llamada revolución industrial, algunas de las características del capitalismo son: La propiedad privada de los medios de producción que vienen desde el esclavismo, las clases sociales se conforman en burguesía y proletariado, esta última vende su fuerza a los propietarios de los medios de producción (burgueses), las relaciones de producción siguen siendo de explotación con base en la propiedad de los medios, dicha explotación se convierte en plusvalía (utilidades) mismas que son propiedad de los dueños de los medios de producción, entre otras.

SOCIALISMO: Se desarrolla en el siglo XX como resultado de las guerras y las malas relaciones de clases del capitalismo. Las principales características del socialismo son: La propiedad social de los medios de producción, las clases sociales tienden a desaparecer (aunque nunca totalmente), las relaciones sociales de producción son de cooperación, desaparece la explotación del hombre por el hombre (tampoco desaparece totalmente), sólo se producen satisfactorias no mercancías, desaparece el desempleo y la inflación (menos totalmente).

EL IMPERIO ROMANO

Fue una etapa de la civilización romana en la Antigüedad clásica, posterior a la República romana y caracterizada por una forma de gobierno autocrática. El nacimiento del Imperio viene precedido por la expansión de su capital, Roma, que extendió su control en torno al mar Mediterráneo. Bajo la etapa imperial los dominios de Roma siguieron aumentando hasta llegar a su máxima extensión durante el reinado de Trajano, momento en que abarcaba desde el océano Atlántico al oeste hasta las orillas del mar Caspio, el mar Rojo y el golfo Pérsico al este, y desde el desierto del Sahara al sur hasta las tierras boscosas a orillas de los ríos Rin y Danubio y la frontera con Caledonia al norte. Su superficie máxima estimada sería de unos 6,5 millones de km².

El término es la traducción de la expresión latina IMPERIUM ROMANUM, que significa literalmente «EL DOMINIO DE ROMA». Polibio fue uno de los primeros hombres en documentar la expansión de Roma aún como República. Durante los casi tres siglos anteriores al gobierno del primer emperador, César Augusto, Roma había adquirido mediante numerosos conflictos bélicos grandes extensiones de territorio que fueron divididos en provincias gobernadas directamente por propretores y procónsules, elegidos anualmente por sorteo entre los senadores que habían sido pretores o cónsules el año anterior.

Durante la etapa republicana de Roma su principal competidora fue la ciudad púnica de Cartago, cuya expansión por la cuenca sur y oeste del Mediterráneo occidental rivalizaba con la de Roma y que tras las tres Guerras Púnicas se convirtió en la primera gran víctima de la República. Las Guerras Púnicas llevaron a Roma a salir de sus fronteras naturales en la península Itálica y a adquirir poco a poco nuevos dominios que debía administrar, como Sicilia, Cerdeña, Córcega, Hispania, Iliria, etc.

Los dominios de Roma se hicieron tan extensos que pronto fueron difícilmente gobernables por un Senado incapaz de moverse de la capital ni de tomar decisiones con rapidez. Asimismo, un ejército creciente reveló la importancia que tenía poseer la autoridad sobre las tropas para obtener réditos políticos. Así fue como surgieron personajes ambiciosos cuyo objetivo principal era el poder. Este fue el caso de Julio César, quien no solo amplió los dominios de Roma conquistando la Galia, sino que desafió la autoridad del Senado romano.

El Imperio Romano como sistema político surgió tras las guerras civiles que siguieron a la muerte de Julio César, en los momentos finales de la República romana. Tras la guerra civil que lo enfrentó a Pompeyo y al Senado, César se había erigido en mandatario absoluto de Roma y se había hecho nombrar Dictador perpetuas (dictador vitalicio). Tal osadía no agradó a los miembros más conservadores del Senado romano, que conspiraron contra él y lo asesinaron durante los Idus de marzo dentro del propio Senado, lo que suponía el restablecimiento de la República, cuyo retorno, sin embargo, sería efímero. El precedente no pasó desapercibido para el joven hijo adoptivo de César, Octavio, quien se convirtió años más tarde en el primer emperador de Roma, tras derrotar en el campo de batalla, primero a los asesinos de César, y más tarde a su antiguo aliado, Marco Antonio, unido a la reina Cleopatra VII de Egipto en una ambiciosa alianza para conquistar Roma.

A su regreso triunfal de Egipto, convertido desde ese momento en provincia romana, la implantación del sistema político imperial sobre los dominios de Roma deviene imparable, aún manteniendo las formas republicanas. Augusto aseguró el poder imperial con importantes reformas y una unidad política y cultural (civilización grecorromana) centrada en los países mediterráneos, que mantendrían su vigencia hasta la llegada de Diocleciano, quien trató de salvar un Imperio que caía hacia el abismo. Fue éste último quien, por primera vez, dividió el vasto Imperio para facilitar su gestión. El Imperio se volvió a unir y a separar en diversas ocasiones siguiendo el ritmo de guerras civiles, usurpadoras y repartos entre herederos al trono hasta que, a la muerte de Teodosio I el Grande en el año 395, quedó definitivamente dividido.

Finalmente en 476 el hérulo Odoacro depuso al último emperador de Occidente, Rómulo Augústulo. El Senado envió las insignias imperiales a Constantinopla, la capital de Oriente, formalizándose así la capitulación del Imperio de Occidente. El Imperio oriental proseguiría varios siglos más bajo el nombre de Imperio bizantino, hasta que en 1453 Constantinopla cayó bajo el poder otomano.

El legado de Roma fue inmenso; tanto es así que varios fueron los intentos de restauración del Imperio, al menos en su denominación. Destaca el intento de Justiniano I, por medio de sus generales Narsés y Belisario, el de Carlomagno así como el del propio Sacro Imperio Romano Germánico, pero ninguno llegó jamás a reunificar todos los territorios del Mediterráneo como una vez lograra la Roma de tiempos clásicos.

Con el colapso del Imperio romano de Occidente finaliza oficialmente la Edad Antigua dando inicio la Edad Media.

ECONOMÍA FEUDAL

Las invasiones que sufre Europa durante más de cien años (normandos, musulmanes, eslavos) con la caída del Imperio romano y el posterior debilitamiento del Imperio carolingio frenarán la actividad económica hasta las puertas del año 1000.

Es en este momento cuando se extienden modernas técnicas agrícolas que, existiendo anteriormente, habían quedado reducidas a pocos espacios territoriales. Entre ellos cabe destacar el aumento en el uso de los molinos de agua como fuerza motriz y de las acequias para riego, extendiendo los cultivos y liberando mano de obra. Además, mejoran los métodos de enganche de los animales, especialmente el caballo y el buey, cuya cría aumenta de manera notable y permitirá disponer de animales de tiro en abundancia. Los instrumentos de uso agrícola, como el arado o la azada, generalmente de madera, son sustituidos por otros de hierro.

La explotación agraria feudal era de subsistencia. Los siervos cultivaban lo suficiente para mantenerse a sí mismos y para pagar los diezmos a la Iglesia y la renta al señor. De la recolecta se separaban también las semillas necesarias para la siguiente siembra. Los mercados urbanos se abastecían con las porciones de los diezmos y la renta.

Los cultivos se organizaban en torno a las poblaciones en tres anillos. El primero y más cercano a la población se dedicaba a las frutas y hortalizas. El segundo era para los cereales, principal sustento de la época. El tercer núcleo eran tierras de pasto y monte explotadas de forma comunal. Los pastos comunales limitaban por tanto la expansión de las tierras de cereales e impedían ampliar la extensión cultivada según la demanda de la población.

La rotación de cultivos era el principal sistema utilizado para evitar el deterioro de la tierra. Este método consiste en dejar en barbecho (es decir, sin cultivar) una parte de la tierra cada año para permitir su regeneración. En las regiones mediterráneas se usaba la rotación bienal, según el cual la mitad de las tierras quedaba en barbecho cada año. En las regiones europeas atlánticas se usaba la rotación trienal: un tercio de la tierra para cereal de ciclo largo -de invierno-, otro tercio para cereal de ciclo corto -verano- y el último tercio en barbecho. La tierra que quedaba sin cultivar se dedicaba a uso comunal, permitiendo que los animales pastasen en ella (práctica conocida como derrota de mieses).

El aumento de la producción como consecuencia de las innovaciones supone ya en el siglo XI una reducción de las prestaciones personales de los siervos a sus señores en cuanto a horas de trabajo, sustituyéndose por el pago de una cuantía económica o en especie. Se reducen las tierras del señor y aumentan los arrendamientos. Al mismo tiempo, los campesinos aumentan sus rentas disponibles y ganan en independencia.

Se incrementa el número de tierras roturadas y comienza el periodo de eliminación de los bosques europeos, drenaje de las tierras empantanadas, la extensión de los terrenos arados lejos de las aldeas y la construcción dispersa de casas campesinas. Las mejores tierras atraen a una mayor masa de población y se producen migraciones en todo el centro de Europa. El crecimiento de la población es notable a partir del 1050, llegándose a duplicar la población de Inglaterra en 150 años y se triplicará hacia el final de la Edad Media. En el siglo XI las hambrunas han desaparecido.

A partir del siglo XII, la existencia de excedentes incrementa el comercio más allá de las fronteras del señorío. Las actividades comerciales permiten que surja una incipiente burguesía, los mercaderes, que debe realizar su trabajo pagando igualmente una parte de sus beneficios en forma de tributos a los señores, que a su vez incrementan con ello sus recursos. Las rutas de peregrinaje son los nuevos caminos por donde se abre el comercio. Roma, Jerusalén o Santiago de Compostela son los destinos, pero las comunidades situadas en sus vías de acceso florecen. Las ciudades, burgos, son al mismo tiempo espacios de defensa y de comercio conforme avanza el tiempo y se va gestando una nueva sociedad que despegará en los siglos XIII y XIV.

EL HOMBRE ARTESANO

La palabra artesano designa a la persona que ejerce un arte práctico (que, a diferencia de las bellas artes, cultivadas por los artistas, sirve para remediar alguna necesidad material). O sea que lo artesano no tiene nada que ver con la salud.

Como la emigración a las ciudades era un poco caótica y la mentalidad de la época un poco timorata, los artesanos del mismo oficio solían establecerse en la misma calle. Por eso las calles de los cascos antiguos suelen llamarse de los plateros, de los tintoreros, de los zapateros.

LOS GREMIOS: Esta mentalidad poco lanzada que comentamos, provocó que los artesanos se agruparan en los gremios que, por un lado, defendían sus derechos, atendían a las necesidades de los agremiados (huérfanos y viudas). Por otro lado, el gremio regulaba totalmente la actividad de los artesanos impidiendo de hecho cualquier iniciativa.

En el taller-casa vivían los aprendices, que empezaban a aprender el oficio a los siete años. A cambio de su trabajo (bastante duro, por cierto), el Maestro les mantenía, pero no les pagaba sueldo. Cuando el aprendiz dominaba el oficio, el gremio le hacía una prueba y, si la superaba, pasaba al grado de oficial. Entonces ya podía cobrar un pequeño sueldo.

Con el paso del tiempo, si era capaz de hacer una obra maestra, el gremio le nombraba maestro y entonces podía establecerse por su cuenta.

LA REVOLUCIÓN COMERCIAL

Al despertar comercial que se dio después del año 1000 a veces se le designa como “revolución”, pero más bien se trató de un impulso de algunas minorías, acomodadas o no tanto, que veían con satisfacción que en dicho año no se había acabado el mundo, como predecían que sucedería ciertos supuestos visionarios y hasta predicadores de renombre. Sin embargo, las transacciones mercantiles no fueron entonces profundas, de tal manera que algunos historiadores afirman que se trata más bien de una primera tentativa de revolución mercantil y comercial o del inicio de un primer “capitalismo mercantil”, como precedente y predecesor del capitalismo financiero, que se da en el siglo XIV, y del industrial, propios de las Edades Moderna y Contemporánea. No fue, pues, aquél un resurgir sino un ensayo parcial y limitado, en el espacio y el tiempo, si bien en cuanto a esto último vino languideciendo durante casi tres siglos. Hacia el año 1300 aproximadamente se da el hecho particular de que varias ciudades de Italia empezaron a sobresalir, a adquirir importancia, protagonismo y casi total autonomía, con lo cual se vino a intensificar, fortalecer y consolidar el comercio. Estas ciudades, conocidas también como habían estado luchando más o menos abiertamente contra el despotismo y la forma de vida impuesta desde inicios de la Edad Media por partidarios del feudalismo —ver Unidad XIII—, que ya para aquellas fechas se hallaba en declive o próximo a desaparecer. Tales ciudades se habían estado resistiendo a perder su relativa autoridad e influencia y no querían, además, seguir el modelo ni la estructura propia del poblado medieval, levantado en torno al castillo, símbolo éste del dominio señorial, y bajo la plena autoridad de sus señores. Los habitantes más activos de estos burgos, sobre todo los artesanos y los mercaderes, se dedicaban ya bien a la pequeña industria bien al comercio, Primero interior y luego exterior. La agricultura había dejado de ser una labor apetecida, al no ser rentable económicamente ni llenar los deseos ni las aspiraciones, así como las ambiciones, de los individuos con una mayor visión de futuro, ansiosos de mejores horizontes. Así fue cómo se originó y se afianzó la burguesía, literalmente, los ‘habitantes del burgo’, a diferencia de los campesinos, pero en realidad con el sentido derivado y posterior de ‘gente más acomodada o rica’. La Revolución Comercial vino a cambiar radicalmente la organización y el panorama político del mundo. De sociedades aisladas, se pasó a una internacionalización de sus estructuras. De gobiernos centrados en sí mismos, se pasó a un cambio de objetivos, al llevar sus intereses y miras más allá de sus fronteras. En segundo lugar, se hizo posible el enriquecimiento de muchos pueblos y países, lo cual permitió el fomento de obras institucionales benéficas, así como el incremento de las artes y de las letras. No en vano la mayoría de los países de Europa tuvieron en esta época su período de máximo esplendor y mayor progreso cultural, lo que se ha venido en designar como su Siglo de Oro. El aumento de capital produjo al cabo del tiempo la inflación, el encarecimiento desmedido de los productos y bienes y el subsiguiente empobrecimiento de las clases menos privilegiadas. Esto trajo como consecuencia la debilidad y el desequilibrio de los gobiernos, fruto además de las fluctuaciones de las reservas de metales preciosos, pues muchas de las minas no tardaron en agotarse. La piratería, patrocinada por gobiernos, como el de Inglaterra y el de Holanda, fue también un importante factor desestabilizador. Los barcos pi ratas o pi ratas bien invadían los puertos y asentamientos del Nuevo Mundo, como Panamá, San Juan de Puerto Rico, Cartagena de Indias, etc., y hasta en sus desmanes se apoderaban de algunas islas del Caribe, o bien atacaban los galeones, cargados de metales preciosos y de bienes, cuando se dirigían desde América por lo común a España. Dichos países protectores de piratas, a quienes llegaban incluso a condecorar y premiar con bienes y prebendas, se dedicaron durante lustros a este negocio lucrativo y a todas luces ilegal e injusto, por no decir criminal, por las muertes con que iban acompañados. Debido a ello, muchas firmas y bancos quebraron, así como no pocos ricos cayeron en la ruina y en bancarrota. Pero los más perjudicados fueron los estados y gobiernos, además de los ciudadanos inocentes, que se vieron expuestos a la piratería. Además de los piratas, que muchas veces actuaban por su cuenta, estaban los corsarios, que eran marinos privados a quienes algunos gobernantes contrataban para que atacasen y robasen alguna parte de un país que era tenido como enemigo o sus embarcaciones, cuando no se apoderaban de una ciudad o toda una isla. Actuaban, como se decía, con patente de corso. Sin embargo, muchos se arrogaban el privilegio de ser corsarios, cuando en realidad eran auténticos piratas, como el inglés FRANCIS DRAKE (1540- 1596), pues atacaban las posesiones y propiedades españolas cuando España no estaba en guerra con Inglaterra. La clase comerciante pasó a ser poco a poco la clase dominante, viniendo a relegar paulatinamente a la nobleza no rica. Con ello fue ascendiendo la burguesía, que dejó de ostentar el carácter de clase media, típico de la edad anterior. Su predominio será en esta época solamente económico, ya que el político lo detentaría en la Edad Contemporánea. La Revolución Comercial preparó el camino a la Revolución Industrial, que tendrá lugar, según se verá más adelante, en el siglo XVIII (Unidad XXV).

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

La Revolución industrial fue un periodo histórico comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, en el que Gran en primer lugar,1 y el resto de Europa continental después, sufren el mayor conjunto de transformaciones. Socioeconómicas, tecnológicas y culturales de la Historia de la humanidad, desde el Neolítico. La economía basada en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la industria y la manufactura. La Revolución comenzó con la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los procesos del hierro. La expansión del comercio fue favorecida por la mejora de las rutas de transportes y posteriormente por el nacimiento del ferrocarril. Las innovaciones tecnológicas más importantes fueron la máquina de vapor y la denominada Spinning Jenny, una potente máquina relacionada con la industria textil. Estas nuevas máquinas favorecieron enormes incrementos en la capacidad de producción. La producción y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en las dos primeras décadas del siglo XIX facilitó la manufactura en otras industrias e incrementó también su producción. Así es que en la Revolución industrial se aumenta la cantidad de productos y se disminuye el tiempo en el que estos se realizan, dando paso a la producción en serie, ya que se simplifican tareas complejas en varias operaciones simples que pueda realizar cualquier obrero sin necesidad de que sea mano de obra cualificada, y de este modo bajar costos en producción y elevar la cantidad de unidades producidas bajo el mismo costo fijo.

Capitalismo

El capitalismo es el orden social que resulta de la libertad económica en la disposición y usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción.

En el capitalismo los individuos y las empresas llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes o de servicios en forma libre dentro de la división del trabajo, con el propósito necesario del beneficio monetario para la obtención de recursos en función de cualquier orden de fines dentro del marco de una cooperación mediatizada por el mercado. La distribución, la producción y los precios de los bienes y servicios son determinados por el libre mercado, la oferta y la demanda entre productores y consumidores.

Comunismo

El comunismo (de común), entendido como organización social y económica, es una asociación basada en la comunidad de los medios sociales de producción y los bienes que con ellos se producen, mediante la participación directa de sus miembros en un ámbito de vida colectiva. A diferencia de lo que acontece en el socialismo, el comunismo implica el fin de la división social del trabajo y del dinero.

El comunismo, entendido como movimiento socio-político, es un conjunto de corrientes y agrupaciones cuyo principal objetivo histórico es -particularmente desde la adopción de la doctrina marxista- la supresión revolucionaria de la sociedad capitalista en tanto última forma de sociedad con clases, y el establecimiento de una sociedad socialista como paso previo a la construcción gradual de una organización social comunista. Las doctrinas de las diversas corrientes comunistas coinciden en la necesidad de suprimir la propiedad privada (especialmente la de los medios de producción sociales) y en la emancipación del proletariado como la primera clase oprimida sin economía propia,3 negación de toda posible apropiación privada y por ende tendiente a desaparecer como clase en una comunidad comunista.

PRINCIPALES DOCTRINA ECONÓMICA

EL MERCANTILISMO: Casi todos los economistas europeos de entre 1500 y 1750 se consideran hoy en día como mercantilistas. Sin embargo, estos autores no se veían a sí mismos como partícipes de una sola ideología económica, sino que el término fue acuñado por Víctor Riquetti, Marqués de Mirabeau en 1763, y fue popularizado por Adam Smith en 1776. De hecho, Adam Smith fue la primera persona en organizar formalmente muchas de las contribuciones de los mercantilistas en su libro La Riqueza de las Naciones. La palabra procede de la palabra latina mercari, que tiene el sentido igual al castellano mercantil, en el sentido de llevar a cabo un negocio, y que procede de la raíz merx que significa mercancía. Fue utilizada inicialmente sólo por los críticos a esta teoría, tales como Mirabeau y Smith, pero pronto fue adoptada por los historiadores.

El mercantilismo en sí no puede ser considerado como una teoría unificada de economía. En realidad no hubo escritores mercantilistas que presentasen un esquema general de lo que sería una economía ideal, tal y como Adam Smith haría más adelante para la economía clásica. En su lugar, el escritor mercantilista tendía a enfocar su atención en un área específica de la economía.4 Sería después del periodo mercantilista cuando los estudiosos que vinieron posteriormente integrasen las diversas ideas en lo que llamarían mercantilismo, como por ejemplo Eli F. Heckscher que ve en los escritos de la época a la vez un sistema de poder político, un sistema de reglamentación de la actividad económica, un sistema proteccionista y también un sistema monetario con la teoría de la balanza comercial. Sin embargo, algunos teóricos rechazan completamente la idea misma de una teoría mercantilista, argumentando que da una falsa unidad a hechos dispares. El historiador del pensamiento económico Mark Blaug hace notar que el mercantilismo fue calificado con el paso del tiempo como molesto equipaje, diversión de historiografía, y de gigantesco globo teórico

Hasta cierto punto, la doctrina mercantilista en sí misma hacía imposible que existiese una teoría general económica. Los mercantilistas veían el sistema económico como un juego de suma cero, en donde la ganancia de una de las partes suponía la pérdida de otra, o siguiendo la famosa máxima de Jean Bodin «no hay nada que alguien gane que otro no pierda» (Los Seis libros de la República). Por tanto, cualquier sistema de políticas que beneficiasen a un grupo por definición también harían daño a otro u otros, y no existía la posibilidad de que la economía fuese empleada para maximizar la riqueza común, o el bien común. Parece que los escritos de los mercantilistas se hubieran hecho para justificar a posteriori una serie de prácticas, más que para evaluar su impacto y determinar así el mejor modo de llevarlas a término.

El mercantilismo es, por tanto, una doctrina o política económica que aparece en un periodo intervencionista y describe un credo económico que prevaleció en la época de nacimiento del capitalismo, antes de la Revolución industrial.

Las primeras teorías mercantilistas desarrolladas a principios del Siglo XVI estuvieron marcadas por el bullionismo (del inglés bullion: oro en lingotes). A ese respecto, Adam Smith escribía:

La doble función que cumple el Dinero, como instrumento de comercio y como medida de los valores, ha hecho que se produzca de modo natural esa idea popular de que el Dinero hace la riqueza, o que la riqueza consiste en la abundancia de oro y plata […]. Se razona de la misma manera con respecto a un país. Un país rico es aquél en el que abunda el dinero, y el medio más sencillo de enriquecer el suyo, es amasar el oro y la plata […]. Debido al creciente éxito de estas ideas, las diferentes naciones de Europa se han dedicado, aunque sin demasiado éxito, a buscar y acumular oro y plata de todas las maneras posibles. España y Portugal, poseedores de las principales minas que proveen a Europa de esos metales, han prohibido su exportación amenazando con graves represalias, o la han sometido a enormes tasas. Esta misma prohibición ha formado parte de la política de la mayoría de las naciones de Europa. Uno la encuentra incluso donde menos lo esperaría, en algunas antiguas actas del parlamento de Escocia, que prohíben, bajo fuertes penas, transportar oro y plata fuera del reino. La misma política se puso en marcha en Francia y en Inglaterra.

THOMAS GRESHAM: comerciante y financiero inglés.

Durante ese periodo, importantes cantidades de oro y plata fluían desde las colonias españolas del Nuevo Mundo hacia Europa. Para los escritores bullionistas, como Jean Bodin o Thomas Gresham, la riqueza y el poder del Estado se miden por la cantidad de oro que poseen. Cada nación debe pues acrecentar sus reservas de oro a expensas de las demás naciones para hacer crecer su poder. La prosperidad de un Estado se mide, según los bullionistas, por la riqueza acumulada por el gobierno, sin mencionar la Renta Nacional. Este interés hacia las reservas de oro y plata se explica en parte por la importancia de esas materias primas en tiempos de guerra. Los ejércitos, que contaban con muchos mercenarios, eran pagados con oro y quitando a los pocos países europeos que controlaban las minas de oro y plata, la principal manera de obtener esas materias primas era el comercio internacional. Si un Estado exportaba más de lo que importaba, su «balanza del comercio» (lo que corresponde en nuestros días a la balanza comercial) era excedentaria, lo que se traducía en una entrada neta de dinero. Esto llevó a los mercantilistas a proponer como objetivo económico el tener un excedente comercial. Se prohibía estrictamente la exportación de oro. Los bullionistas también eran partidarios de poner en marcha altas tasas de interés para animar a los inversores a invertir su dinero en el país. En el Siglo XVIII se desarrolló una versión más elaborada de las ideas mercantilistas, y que rechazaba la visión simplista del bullionismo. Esos escritores, como Thomas Mun, situaban como principal objetivo el crecimiento de la riqueza nacional, y aunque seguía considerando que el oro era la riqueza principal, admitían que existían otras fuentes de riqueza, como las mercancías. «(...) no es la gran cantidad de oro y plata lo que constituye la verdadera riqueza de un Estado, ya que en el mundo hay Países muy grandes que cuentan con abundancia de oro y plata, y que no se encuentran más cómodos, ni son más felices […]. La verdadera riqueza de un Reino consiste en la abundancia de las Mercancías, cuyo uso es tan necesario para el sostenimiento de la vida de los hombres, que no pueden pasarse de ellas

LA ÉPOCA MERCANTILISTA: El concepto de mercantilismo se define a partir de los grandes descubrimientos geográficos, consecuencia de la apertura de las rutas comerciales marítimas por los portugueses entre el siglo XV y 1500 (fecha del descubrimiento de Brasil) y la consolidada corriente inagotable del metal precioso (oro y plata principalmente) llevado desde los territorios nuevos a Europa, en particular después del establecimiento de los virreinatos de Nueva España y de Perú, por los castellanos.

LAS IDEAS MERCANTILISTAS: El pensamiento mercantilista se puede sintetizar a través de las nueve reglas de Von Hornick:

• Que cada pulgada del suelo de un país se utilice para la agricultura, la minería o las manufacturas.

• Que todas las materias primas que se encuentren en un país se utilicen en las manufacturas nacionales, porque los bienes acabados tienen un valor mayor que las materias primas

• Que se fomente una población grande y trabajadora.

• Que se prohíban todas las exportaciones de oro y plata y que todo el dinero nacional se mantenga en circulación.

• Que se obstaculicen tanto cuanto sea posible todas las importaciones de bienes extranjeros

• Que donde sean indispensables determinadas importaciones deban obtenerse de primera mano, a cambio de otros bienes nacionales, y no de oro y plata.

• Que en la medida que sea posible las importaciones se limiten a las primeras materias que puedan acabarse en el país.

• Que se busquen constantemente las oportunidades para vender el excedente de manufacturas de un país a los extranjeros, en la medida necesaria, a cambio de oro y plata.

• Que no se permita ninguna importación si los bienes que se importan existen de modo suficiente y adecuado en el país.

EL MERCANTILISMO COMO PROCESO ECONÓMICO

Dentro de la doctrina económica mercantilista emergieron, de manera natural, tres cuestiones fundamentales que generaba esta lucrativa actividad comercial:

• El monopolio de exportación.

• El problema de los cambios y su derivación.

• El problema de la balanza comercial.

En la obra The Circle of Commerce (El círculo del comercio, 1623), Edward Misselden desarrolló un concepto de balanza comercial expresado en términos de débitos y créditos, presentando el cálculo de la balanza comercial para Inglaterra desde el día de navidad del año 1621 hasta la de 1622.

La idea mercantilista de «balanza de comercio multilateral» corresponde a la actual noción de «balanza de pagos» y se compone de cinco cuentas:

FISIOCRACIA

Como reacción al mercantilismo surge en Francia, a mediados del siglo XVII, la Fisiocracia, cuyo principal activista es Quesnay, y que actúan sobre todo en Francia. Creían que la economía funcionaba por flujos entre los distintos componentes de la economía (grupos sociales). Decían que la riqueza solo se genera en las tareas agrícolas, y que el intercambio de mercadería, e incluso la industria, no agregaban ningún valor. Opinaban que los agricultores eran la clase productiva del país porque alimentaban al resto de las clases: las otras dos clases eran los dueños de la tierra y la clase estéril (obreros, artesanos, comerciantes,... etc.), llamados así porque tomaban cosas del mundo natural y sólo las transformaban, es decir que no creaban nada. Otro aporte de los fisiócratas es el laissez faire, postulado que afirma que el Estado no debe intervenir en el libre funcionamiento de la economía.

Historia del pensamiento clásico

EL PENSAMIENTO CLASICO

Es la rama de la Economía que estudia la historia de los esfuerzos intelectuales por entender y explicar los fenómenos económicos.

PENSAMIENTO ANTIGUO Y MEDIEVAL: Encontramos pocas ideas económicas en los pensadores griegos: Jenofonte, Protágoras, Aristóteles, Platón y Homero. Se puede encontrar numerosas ideas en la obra de La República, de Platón. Como se organizaba la economía en la ciudad ideal. Se puede utilizar la obra como un buen acercamiento a los pensadores de esa época. Aristóteles hizo distinciones, en Oeconomicus(cabe aclarar que este libro no está escrito en su totalidad por Aristóteles), entre el comercio lícito para el intercambio de mercaderías y el incorrecto que solo buscaba la obtención de ganancias y otros temas, que sirvieron, como base, para establecer la ciencia económica. Para Aristóteles, Economía es: la ciencia que se ocupa de la manera en que se administran unos recursos o el empleo de los recursos existentes con el fin de satisfacer las necesidades que tienen las personas y los grupos humanos..

Luego, en la Edad Media, identificamos el pensamiento económico en los escolásticos en Europa

APORTE DEL MARXISMO CON KEYNISS Y SU INFLUENCIA EN LA ECONOMÍA

John Maynard Keynes, primer barón Keynes (5 de junio de 1883 – 21 de abril de1946) fue un economista británico, considerado como uno de los más influyentes del siglo XX,1 cuyas ideas tuvieron una fuerte repercusión en las teorías y políticas económicas.

La principal novedad de su pensamiento radica en plantear que el sistema capitalista no tiende a un equilibrio de pleno empleo de los factores productivos, sino hacia un equilibrio que solo de forma accidental coincidirá con el pleno empleo. Keynes y sus seguidores de la posguerra destacaron no solo el carácter ascendente de la oferta agregada, en contraposición con la visión clásica, sino además la inestabilidad de la demanda, proveniente de los shocks ocurridos en mercados privados, como consecuencia de los altibajos en la confianza de los inversionistas. La principal conclusión de su análisis es una apuesta por la intervención pública directa en materia de gasto público que permite cubrir la brecha o déficit de la demanda agregada.1 Está considerado también como uno de los fundadores de la macroeconomía moderna, Keynes fue una personaje muy polifacético, que además de ser un economista teórico que cambió la consideración de la macroeconomía en el siglo XX, desempeñó también múltiples puestos en el mundo económico, fue profesor en la Universidad de Cambridge desde 1908, editor del Economic Journal desde 1912, secretario de la Royal Economic Society, alto funcionario de la Administración británica y negociador internacional en nombre de Inglaterra en diferentes ocasiones; trabajó también en el sector empresarial, en la dirección de inversiones de una compañía de seguros, y de asesor financiero del King´s College, del Banco de Inglaterra y del propio gobierno británico. Dentro también del mundo de la economía fue gran aficionado a la historia económica y biógrafo de grandes economistas. Fuera del mundo económico, durante sus estudios en la Universidad de Cambridge se interesó por la matemáticas, estadística, filosofía, literatura y solo finalmente por la economía. Fue también director y principal accionista del Teatro de las Artes de Cambridge y mecenas del grupo de Bloomsbury, coleccionista de pintura moderna y bibliófilo de literatura científica.

INDICE

1.- LA ECONOMÍA.

2.- EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

3.- DOCTRINAS.

3.1.- ESCUELAS DE PENSAMIENTO.

4.- ECONOMÍA PRIMITIVA.

4.1.- ESCLAVISMO.

4.2.- FEUDALISMO.

4.3.- CAPITALISMO.

4.4.- SOCIALISMO.

5.- IMPERIO ROMANO.

6.- LA ECONOMÍA FEUDAL.

7.- EL HOMBRE ARTESANO.

8.- REVOLUCION COMERCIAL.

9.- REVOLUCION INDUSTRIAL.

10.- EL CAPITALISMO.

11.- EL COMUNISMO.

12.- PRINCIPALES DOCTRINAS ECONÓMICAS.

12.1.- EL MERCANTILISMO.

12.2.- THOMAS GRESHAM.

12.3.- ÉPOCA MERCANTILISTA.

12.4.- IDEAS MERCANTILISTAS.

12.5.- MERCANTILISMO EN EL PROCESO ECONÓMICO.

13.- FISIOCRACIA.

14.- PENSAMIENTO CLÁSICO.

14.1.- PENSAMIENTO ANTIGUO Y MEDIEVAL.

15.- APORTE DEL MARXISMO CON KEYNISS Y SU INFLUENCIA EN LA ECONOMÍA.

INTRODUCCIÓN

A través del presente trabajo se intentara echar luz al proceso de transformación de las ciudades medievales, desde su origen a mediados del siglo X como ámbitos de libertad dentro de un mar feudal; hasta su integración en un sistema político más amplio caracterizado por el ascenso de las monarquías nacionales.

A partir del siglo XI, veremos variar la composición de los integrantes de la ciudad. Surge la figura del mercader sedentario, quien se instala en las ciudades y toma la dirección de las mismas. De la elite de comerciantes sedentarios se ira desgajando una minoría patricia que controlara el poder político de las ciudades y limitara su acceso al resto de sus integrantes.

Los intereses de estos comerciantes chocaran con el de los gremios de artesanos y se producirá entre estos dos grupos una puja por el control de la comuna.

La crisis europea del siglo XIV contextualiza estos movimientos sociales dentro de la ciudad y se manifiesta en forma de rebeliones y alzamientos contra el poder instituido, profundizando la situación de crisis general.

La salida a esta creciente conflictividad, la encontraran las ciudades en la figura del príncipe como asegurador del orden y la paz y, al mismo tiempo, articulando su influencia económica como parte de un sistema nacional.

Se desarrolla así un nuevo ciclo expansivo europeo que culminara en una expansión ultramarina cuyos beneficios económicos permitirán sentar las bases del nuevo modelo económico capitalista en su fase mercantil, bajo el control de las monarquías absolutas.

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA

EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD

Teoría Económica

Integrantes:

JESÚS RINCÓN

V-17919028

Cátedra: TEORÍA ECONÓMICA

Lapso “8”

Sección “U”

Caracas, 03 Enero de 2012.-

CONCLUCION

La economía es una ciencia social que se dedica al estudio de los procesos de producción, intercambio y consumo de bienes y servicios. El vocablo proviene del griego y significa “administración de una casa o familia”.

En 1932, el británico Lionel Robbins aportó otra definición sobre la ciencia económica, al considerarla como la rama que analiza cómo los seres humanos satisfacen sus necesidades ilimitadas con recursos escasos que tienen diferentes usos. Cuando un hombre decide utilizar un recurso para la producción de cierto bien o servicio, asume el coste de no poder usarlo para la producción de otro distinto. A esto se lo conoce como coste de oportunidad. La función de la economía es aportar criterios racionales para que la asignación de recursos sea lo más eficiente posible.

A grandes rasgos, pueden mencionarse dos corrientes filosóficas respecto a la economía. Cuando el estudio refiere a postulados que pueden verificarse, se trata de economía positiva. En cambio, cuando toma en cuenta afirmaciones que se basan en juicios de valor que no pueden comprobarse, se habla de economía normativa.

Para el alemán Karl Marx, la economía es la ciencia que estudia las relaciones sociales de producción. Basándose en el materialismo histórico, Marx estudia el concepto del valor-trabajo que postula que el valor tiene su origen objetivo según la cantidad de trabajo necesaria para obtener un bien.

Hay que destacar que existen numerosas escuelas del pensamiento económico, que presentan diferentes enfoques de análisis. El mercantilismo, el monetarismo, el marxismo y el keynesianismo son algunos de ellos.

...

Descargar como  txt (43.8 Kb)  
Leer 27 páginas más »
txt