Tres Dimensiones De La Competencia Didáctica

Todo docente debe poseer una serie de características esenciales para ser considerado como un buen docente, estas características o habilidades deben ser bien dominadas para de esta manera decir que domina su oficia, esta lectura nos presenta esos rasgos específicos, en conclusión nos dice que el profesor debe poseer un lenguaje vivo para hablar a sus alumnos, una competencia social que hace posible la comunicación, que como todos sabemos al entablar una buena comunicación lograremos obtener mejores resultados.

En otro apartado nos dice en resumen que el maestro debe educar con el ejemplo, actuando más que hablando, esto hace que guie con sus acciones a sus alumnos, que sea practico en otras palabras. Habla de los medios de los que debe disponer, estar atento abrir sus sentidos y ser perceptivo, escuchar, ver observar.

CONTENIDO

En esta segunda dimensión

se refiere a que no solo es indispensable la buena comunicación con nuestros alumnos sino también los conocimientos teóricos que posea el profesor, para lograr una enseñanza efectiva. Pues como ya es sabido los conocimientos que los niños poseen los primeros años de vida son fundamentales para la vida escolar y personal del niño.

En esta dimensión nos enmarca una parte muy importante, ¿cuándo damos nuestra clase manejamos los contenidos con suficiente profundidad? o ¿Que tan limitado es el conocimiento del niño? como ya lo sabemos antes de dar nuestra clase debemos conocer muy bien el tema, para poder responder correcta y adecuadamente a los cuestionamientos del niño.

FUNCIONES

El saber práctico constituye la tercer dimensión y es cuando el profesor tiene los conocimientos que se necesitan para esa enseñanza efectiva de la que hemos hablado, pero además, lleva a la práctica todo lo aspectos intelectuales, afectivos pero también de valores y actitudes.

Es muy importante no olvidar que debemos proporcionar al alumno herramientas preparadas para ser aplicadas, y ponerlos en situación

De hacer uso de ellas. Existen tres atapas del proceso de aprendizaje: la elaboración, el ejercicio y la aplicación. Con esto nos damos cuenta que la teoría, así como la práctica son muy importantes para poder comprender el proceso de aprendizaje y la competencia didáctica que deberá poseer el profesor.

El buen maestro se da cuenta de las necesidades de aprendizaje de sus alumnos. Debe sentir, que lo que quiere hacer es porque así lo desea y que es con la finalidad de que se produzcan en sus niños los procesos de aprendizaje a los que se aspira.

Un profesor que refleje los contenidos de la enseñanza en su aspecto intelectual, afectivo y de valores, lo transmitirá de una manera positiva a sus alumnos, y estos a su vez sentirán el deseo de aprender,

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