Tres Modelos De Enseñanza

Tres modelos de enseñanza

Es esta lectura se presentan tres modelos de enseñanza que sirven de base a las practicas del maestro. Cada modelo dispone de una lógica y de una coherencia que habrá que caracterizar.

La trasmisión.

En este modelo el conocimiento sería un contenido de enseñanza que vendrá a imprimirse en la cabeza del alumno como en una acera blanca. En este modelo la situación del alumno se considera de manera muy pasiva, lo que se espera de el es que adopte ciertas actitudes en relación al trabajo es decir que ponga atención, que sea regulara en el trabajo y el esfuerzo, que dé pruebas de voluntad, etcétera. Todo esto para evitar que el alumno se quede atrás.

La pedagogía de la impronta es una pedagogía de ideas claras, ya que bastaría con que el maestro se explicara claramente, que diera buenos ejemplos para que el conocimiento se transmitiera y se mantuviera en la memoria. Aquí el fracaso y el error seria evitados, y si aún existen, sería normal una sanción al alumno, ya que su aparición seria responsabilidad del alumno por no haber adoptado la actitud esperada.

El condicionamiento.

La pedagogía llamada Behaviorista fue introducida por Burrhuk Skinner, su idea central es que hay que considerar las estructuras mentales como una caja negra a la que no tenemos acceso y que por lo tanto resulta más eficaz poner atención en las entradas y en las salidas que en los procesos. El maestro se dedica entonces a definir los conocimientos por adquirir, no de manera mentalista, sino en términos de comportamiento observable esperando al final del aprendizaje.

En efecto cada objetivo debe obedecer a la sintaxis: El alumno tendrá que ser capaz de: un verbo de acción; un verbo activo (distinguir, nombrar, reconocer, clasificar…) y no un verbo cognitivo (comprender, saber, reflexionar…) es decir, precisamente un salida de la caja negra, un comportamiento final esperado en el alumno.

En este modelo behaviorista, el aprendizaje resulta de una serie de condicionamientos. El maestro divide que hay que cumplir en unidades suficientemente pequeñas como para que los alumnos tengan éxitos como para que los alumnos tengan éxito. Se trata de una pedagogía del éxito puesto que trata de encontrar los medios para evitar el error, atreves de la división del aprendizaje en unidades tan pequeñas como sea necesario, pero si a pesar de todo el error se presenta ya no será responsabilidad del alumno como antes, sino que se atribuirá al maestro o a quien concibió el programa.

El Behaviorismo sigue siendo un paso útil en la formación de maestros, porque se opone eficazmente al dogmatismo verbal del maestro, obligándolo a centrarse en el alumno y en la tarea intelectual que este debe efectuar con éxito, más que en la organización de su propio discurso y su

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