UN ENEMIGO CERCANO Y LATENTE: EL ALCOHOLISMO

UN ENEMIGO CERCANO Y LATENTE: EL ALCOHOLISMO

Inicialmente se debe definir el concepto como tal, desde cierto punto de vista “… en 1819, por el médico alemán C. Von Brühl – Cramer, que ejerció en Siberia y después en Moscú, lo llamo “Trunksucht” [que] podría traducirse [como] “alcoholmanía” termino propuesto y empleado en nuestro país por Alonso Fernández hacia los años 1960 – 1970…” y en una terminología más actualizada se puede definir el alcoholismo como una problemática social, generalmente es una patología causada por el consumo de bebidas alcohólicas y por la adicción que crean estas, dando como resultado una dependencia emocional y a veces física y es así como el alcohol ha sido un factor problema en la conformación y funcionamiento de la persona, la familia y también de la sociedad. La influencia del alcohol se ha visto reflejada en los diferentes círculos sociales de la sociedad desde tiempos muy remotos.

El consumo del alcohol, ha sido reconocido como un factor de integración social y que favorece la convivencia; en vista de esto, el alcohol es una bebida embriagante, consumida con moderación y en los ambientes permitidos, que reduce la tensión, desinhibe y provoca sensaciones de bienestar. Los bebedores normales – por así decirlo – disfrutan de las bebidas por esos efectos placenteros y aprecian diferentes calidades de bebidas. Pero, desafortunadamente, un porcentaje variable de individuos en la población presentan problemas en su salud y en sus relaciones interpersonales a causa del consumo inmoderado de alcohol.

Es por eso que “El alcohol es una de las drogas que por su fácil acceso y poderosa propaganda que recibe, se ha convertido en un verdadero problema social en casi todos los países y en todas las edades a partir de la adolescencia” . Aun siendo conscientes de la existencia de este flagelo, las causas de esta problemática son dadas por diferentes factores, que al examinar en el interior del individuo afectado se pueden identificar algunos riesgos tales como: el factor genético, el psicológico, y el socio – cultural.

A propósito del factor genético, es en algunos casos cuando una persona tiene padre y madre que sean alcohólicos, tiene estadísticamente, más probabilidades de volverse dipsómana que una persona sin historia de adicción en la familia. Teniendo en cuenta que las investigaciones más recientes sugieren que algunos genes pueden aumentar el riesgo de alcoholismo, pero aun no se han identificado que genes en particular.

Además en el aspecto psicológico, aparece la necesidad de aliviar la ansiedad, la depresión, los conflictos de relaciones interpersonales sin resolver o baja autoestima, entre otros, tornándose así estos como una excusa para ingresar a este oscuro mundo, y por ultimo y no menos importante la influencia socio – cultural, va ligada a la disponibilidad del alcohol, a la aceptación social del consumo, a la presión de las personas de su entorno y los estilos de vida fatigantes, es así como, “existen factores socioculturales importantes para la adquisición del habito alcohólico entre ellos costumbres regionales que consideran la bebida como un signo de virilidad y además la vinculan con la celebración de ritos religiosos, ceremonias familiares o públicas, festejos profesionales de personas relacionadas con la fabricación o ventas de bebidas entre ellos gastronómicos, marinos y los ambientes sociales viciados, donde el ocio y las malas compañías llevan a la adquisición del habito” .

En cuanto a la clasificación de este gran problema, se puede categorizar en dos: el abuso, y la dependencia; donde el primero indica dependencia sicológica, es decir, la necesidad de consumir alcohol para el funcionamiento mental adecuado, junto con consumo ocasional excesivo y continuación de la ingesta alcohólica a pesar de los problemas sociales, también se hace notar el consumo recurrente de alcohol con incumplimiento de obligaciones, beber en situaciones peligrosas y por ultimo presenta problemas legales referidos y la segunda división abarca alteraciones similares junto con signos de mayor tolerancia (necesita más alcohol para obtener el mismo efecto) o signos físicos de abstinencia alcohólica, del mismo modo se toma el alcohol en cantidades mayores o durante un tiempo más largo del que inicialmente se pretendió, se hacen esfuerzos infructuosos de controlar el consumo de alcohol, se emplea mucho tiempo, en la obtención del alcohol, en el consumo o en la recuperación, se produce reducción de actividades sociales, laborales o recreativas y se continua tomando alcohol pese a problemas psicológicos, físicos, que parecen exasperarse por el consumo.

“Otra manera de enfocar el problema del consumo del alcohol es revisar como se metaboliza en el ser humano” . Es claro, que este consumo abusivo trae consigo como consecuencia unas alteraciones, tanto físicas como psicológicas. Dentro de las físicas se pueden citar, pancreatitis, gastritis, anemia, cirrosis, aumento de la presión arterial

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