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Un Ejemplo de autobiografia.


Enviado por   •  7 de Julio de 2016  •  Apuntes  •  2.934 Palabras (12 Páginas)  •  9.882 Visitas

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AUTOBIOGRAFIA

Una mañana de verano ya para comenzar el invierno, por obra de Dios a través de una hermosa mujer nació una niña, el 22 de Abril de 1973, en una casita humilde construida de tierra y madera era la primera hija y la nº de los hermanos todos en familia celebraban el nacimiento, haciendo sopa de gallina y dando gracias a Dios a la cual le llamarían Gloria Luz como su nombre lo indicara la luz para llegar a la gloria, era el sueño de esa madre trabajadora que revisaba a su niña y miraba las uñas largas y decía: mi hija será una profesora.

Soy la profesora Gloria Luz Dávila Cruz proveniente de una familia muy pobre de escasos recursos económicos pero muy honesta y honrada, ubicada en la comunidad de Paso Hondo, de padres trabajadores y ejemplares desde temprana edad he ayudado a mis padres en los quehaceres del hogar, desde que nací mi mamá tenía la esperanza  que algún día seria maestra de niños, hoy sueño hecho realidad, mi madre que dio a luz a 15 hijos actualmente tiene vivo nueve, llena de vida por gracia de Dios al igual que mi padre, recuerdo que de costumbre sembraban tomates, arroz, frijoles, maíz etc. Y buscaban muchos mozos para ayudar a cosechar los productos.

A la edad de siete años aprendí a hacer tortillas de maíz, me levantaba a las 4 de la mañana para hacerlas e irme a la escuela, un hermano que ya descansa en la paz del señor me quebraba cinco tazas de maíz en molino de mano y otras veces si él no se aligeraba lo quebraba en la piedra de moler, donde repasaba la masa para hacer las tortillas y las dejaba bien tapaditas en una calabaza con seudónimo de nambira y pasaban suavecitas todo el día por otra parte desde pequeña ayudaba a mamá a vender tomates, era aquel tomate grande que pesaban una libra, tomate ácido que hoy se ha perdido, me venía a Somotillo, me ubicaba con llagual en la cabeza y mami me subía la pana a la cabeza y recorría todas las calles de Somotillo, en otras ocasiones llevábamos a vender guanábanas de aquellas que se rajan cuando ya están maduras y así ¡vamos pasando la vida y creciendo poco a poco, a los cinco años de edad mi mamá me escribía las vocales en un tablita de madera, aprendiéndomelas de memoria, la e me decía es la mitad de la luna  con una rayita al centro y siempre que la escribía, buscaba en el espacio a la luna y así sucesivamente con las otras.

Es una madre responsable, ella bisniaba llevando productos de un lado a otro para darnos el estudio a todos sus hijos.

A los seis años ingrese a la escuela, aprendí a leer rápidamente, porque sabía perfectamente escribir las vocales, la primera consonante que conocí fue la “m” y luego la “s”, mi infancia fue bonita pero muy sacrificada pero saque mi primaria gracias al esfuerzo de mis padres y a mi entrega total, era buena estudiante, siempre llevaba mis calificaciones altas, me nombraban presidente de sección y de toda el colegio.

Luego ingrese a secundaria en Cinco Pinos, después a Santo Thomas, posteriormente llego la escuela Normal a Somotillo, era momento de realizar mi sueños, pero poco tiempo dilato y se trasladó a Chinandega, ya me era más difícil por la parte económica pero sin embargo seguí estudiando en la Normal Darwin Vallecillo Quintanilla.

Estando estudiando el delegado Ramón Ochoa de Santo Thomas del Norte me dio una plaza en la comunidad la Uva, pero era demasiado lejos y solo temía que me pasara algo, porque solo tenía 18 años de edad, entonces decide trasladarme a Paso Hondo y mi primera experiencia en 3º grado, el próximo año me ubico  la directora en preescolar, algo que llamo mi atención era algo que me llenaba de alegría, lloraba de felicidad, porque sentía ayudar a mis padres en lo económico y lo otro que llevaba en mi sangre el don de ser DOCENTE.

Al siguiente en 1997 la directora decide trasladarme a la escuela Las ---------, escuelita que ningún docente permanecía, era un caos porque los padres eran delicados. Desde que llegue instale un dialogo con ellos para pedir el apoyo, donde me lo brindaron con mucho cariño, sentí su aprecio, inicie con primer grado y el próximo multigrado 1º y 2º y así sucesivamente hasta lograr el 6º grado, claro acompañada de dos docentes más, porque los alumnos eran pocos, la escuela era construida de tierra y piedra muy humilde, recuerdo haber escrito el poema de Gabriela Mistral “El ruego del libro” en una cartulina y la ubique en la pared, en la mañanita que llegue me senté como de costumbre de espalda el poema y empecé a escuchar con ruido y reviso, era una boa enrollada detrás de la cartulina la mate solita con mucho valor y muchas cosas que me pasaron en la escuelita que recuerdo con mucho amor, en ese mismo año inicie a dar clase de “Educación de Adultos” me quedaba por la tarde, porque sentía que era una necesidad atender a los jóvenes, promocione 36 jóvenes durante tres años , aptos para ingresar a educación secundaria.

En 1998 muere mi hermano (para el huracán Mich) el que me ayudaba en la cocina fue algo duro para mi tenía 26 años, luego me case y tuve mi primera hija en el 2002, hoy tiene 12 años, hacía dos años había visitado al alcalde para que me construyera la escuelita y en el año que di a luz mi hija se me escucho mi petición, el alcalde logro realizar gestión con el gobierno y se construyó la escuela no saque subsidio porque el FISE giraba conmigo en brindar datos. Ese mismo año  me dedicaron la promoción a mí, en agradecimiento por el gran proyecto y ser una maestra ejemplar y responsable, tenía trece días de haber dado a luz a mi hija y así me fui al acto de promoción fue un éxito que nunca olvidare, participaba en muchas actividades de la comunidad.

Trabaje 10 años en la escuelita, logre captar dese preescolar a 6º grado toda la primaria completa. En todo ese proceso también ingrese a la UNAN-LEON, para obtener mi título de Educación Secundaria, no solo sería el de primaria, ya con ese título la delegada de MINED Lic. Teresa Flores decide trasladarme a cubrir la dirección del Instituto Julio Cesar Sánchez, Asentamiento Los Limones.

Fue una tristeza profunda para mí, para la comunidad y principalmente para los estudiantes, me vine llorando, recuerdo que para el día del niño y el día del estudiante elaboraba piñatas a mi gusto, les regalaba caramelos, bombones etc, y ellos para el día del maestro todos mis niños me obsequiaban regalos, unos me empezaban hacer luceros, otros churritos, otros caramelo, unos cuajadas y otras cositas que recuerdo tanto, todos juntos lloramos  pero la satisfacción es que hoy son grandes profesionales, maestros, abogados, enfermeros etc.

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