Una Nueva Concepción hacia el Trabajo

ACEPTAR LOS CAMBIOS

Una Nueva Concepción hacia el Trabajo

l trabajo constituye uno de los alcances más importantes en el desarrollo del ser humano y por ende de la humanidad, tanto el trabajo, como la escritura, el amor y la música, son prácticamente componentes obligatorios en nuestras vidas y la historia del hombre, sea cual sea su cultura, credo, idiosincrasia, raza, sexo u origen. De tal manera que el trabajo comprende uno de los dones mas preciados que tenemos como civilización.

Para comprender lo que significa el trabajo como poder creador del hombre tenemos que reflexionar sobre lo que somos ¡, y a esa interrogante puedo responder de forma personal que soy trabajadora; me gusta hacer algo, producir y proyectar los valores del trabajo; por lo tanto concibo el trabajo como una forma de vida, pues éste asegura el bienestar de mí familia, no solo a nivel económico sino de crecimiento personal y profesional, sencillamente a través del trabajo pongo en ejecución toda mi capacidad creativa, y en ello me veo reflejada tal cual soy.

El trabajo como formador de valores no es solo una necesidad para sobrevivir; es también una motivación para vivir, es lo que cada ser humano requiere para mantenerse activo, dinámico, creativo y soñador.

Por lo tanto, las labores diarias han sensibilizado lo que yo pensaba para con mis semejantes, creando en mí la solidaridad, el respeto y el amor hacia los demás, ha posibilitado un sentimiento de participación y utilidad. De allí parte mi energía para crear y recrearme en lo que hago, desde esta perspectiva, lo cotidiano y ordinario aunque sea sencillo lo hago extraordinario.

Otros de los aspectos que me han hecho reflexionar y cambiar la concepción que tenía sobre el trabajo, son los valores como: la convivencia, pues ésta estimula todas las conductas organizativas que aseguran las relaciones interpersonales; el humanismo, ya que éste nos sensibiliza así mismos y a nuestros semejantes; la integración, con ella podemos lograr la máxima cooperación entre las personas que conforman un equipo de trabajo; y la participación considera valiosas todas las propuestas para crear mejores formas de trabajo; la igualdad, porque ella nos enseña los derechos de todos las personas a nuestro alrededor; el respeto, pues éste nos brinda la atención a los deberes y los derechos de todas las personas con las cuales nos relacionamos; la ética, ésta nos recuerda los principios morales que garantizan una conducta ejemplar; la calidad, equidad y responsabilidad, pues éstas nos enseña a cuidar de los menores detalles, a tomar decisiones objetivas y acorde a las realidades y el cumplimiento cabal y puntual de las obligaciones que nos asignan en nuestros puestos de trabajo, acatando normas y los procedimientos establecidos, con ello incorporo el sentido de pertenencia.

El trabajo en todas sus extensiones, pienso que ha sido a través de los tiempos un recurso para plasmar nuestras inquietudes y proyectos, en la búsqueda de proyección del alma y sentido de los valores, así como de la cultura, se requiere desarrollar los valores de nuestra juventud, para que ellos asuman con amor, coraje, responsabilidad y claridad la dirigencia de nuestro país. Debemos seguir produciendo ideas desde y para la realidad del mundo en que vivimos, nos movemos y existimos; ideas que en algún momento sean recogidas o sirvan para relanzar una sociedad, un país que propicie soñar despiertos y darle sentido a nuestros sentimientos, añoranzas, nuestra razón de ser, inmersos en la autoría de nuestra propia historia, abriendo caminos y poder algún día, ver materializados nuestros anhelos y deseos.

Los tiempos de crisis siempre han sido tiempos de oportunidades. El trabajo y la innovación se imponen en todo momento, más todavía, cuando nuestros ciudadanos hombres y mujeres precisan

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