Una corporación

Hace aproxidamente 100 años las corporaciones eran insignificantes, hoy en día se han convertido en algo tan importante como la iglesia e incluso existen corporaciones multinacionales con mayor poder que el propio gobierno.

Una corporación es como una unidad, se debe realizar trabajo en equipo y por lo tanto los miembros del equipo tienen tareas y funciones específicas. Las grandes corporaciones han transformado la vida de las personas.

Las corporaciones son como monstruos que buscan ganar beneficios a costa de los demás, basando sus ganancias en la corrupción, el trabajo infantil, la destrucción del medio ambiente o el maltrato a personas y animales y la explotación del factor humano. Desde hace un largo tiempo, grupos sociales y ecologistas denuncian las prácticas inescrupulosas de las grandes corporaciones.

La Guerra Civil y la Revolución Industrial fueron un auge para el crecimiento de las corporaciones, aunque fue un arma de doble filo ya que se necesitaba más poder para poder seguir funcionando.

Las compañías adquieren responsabilidades y derechos de una persona individual, tales como, adquirir o vender bienes inmuebles, pedir créditos, realizar una actividad comercial, etc. Una corporación es una maquina para crear efectos secundarios, ya que están creadas para lograr sus objetivos de manera muy eficiente.

“Debemos tomar en cuenta que el valor de una corporación puede incrementarse cuando se esta dispuesto a asumir también una responsabilidad social tanto en la empresa como en la sociedad” (Jürgen Schrempp, 1999, citado en Wirtschaftwoche).

• DESARROLLO

Estudios realizados dejan al descubierto las verdaderas condiciones inhumanas de trabajo a las que son sometidos miles de trabajadores por las grandes corporaciones, mismas que se benefician desvergonzadamente de crisis económicas, esclavitud, y por si fuera poco también violan la ley, para poder seguir vendiendo productos y/o servicios.

“La esclavitud existe desde los inicios de la humanidad. Aún hoy se estima que la cantidad de esclavos y trabajadores forzados asciende a por lo menos 27 millones de personas en todo el mundo”. (http://www.antislavery.org)

La industria de la moda no esta dispuesta a invertir un centavo para lograr condiciones de trabajo decentes. Las entidades de derechos humanos están de acuerdo en que los derecho de los empleados de estas organizaciones están siendo más pisoteados que nunca, sobre todo en los países de tercer mundo, de esta manera los empresarios aprovechan la inestabilidad política y económica de estos países para ofrecer empleos mal pagados, que sin embrago, son aceptados porque muchas veces las personas no tienen ni que comer. La gran presión competitiva impuesta por las mismas organizaciones no solo repercute los salarios de los trabajadores, sino también, las condiciones laborales, en las fábricas se siente mucho calor, se tiene que pedir permiso para beber agua o para ir al baño y no cuentan con agua potable.

Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo, “tomando en cuenta sólo los países en vías de desarrollo, hay alrededor de 250 millones de niños de entre cinco y catorce años que son forzados a trabajar en condiciones que hacen peligrar su desarrollo corporal, espiritual o emocional. Las formas más terribles de trabajo infantil son la explotación sexual y la esclavitud”. (http://www.ilo.org).

Las grandes multinacionales no sólo explotan a millones de trabajadores, también ejercen un control absoluto sobre las riquezas con que cuentan numerosos países. La mayoría de los países en desarrollo no posee la tecnología y mucho menos los recursos para extraer y comercializar sus riquezas, de este modo las inversiones en minería y agricultura son llevadas a cabo por otras organizaciones que tienen el poder económico para hacerlo.

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