VIVIENDA ÚNICA O ¿ÚNICA VIVIENDA?

Desde los comienzos de la arquitectura se ha tratado de descifrar la mejor forma de diseñar y agrupar viviendas, en lo que actualmente y sin ningún tipo de teoría al respecto se ha venido efectuando lo que podemos llamar la solución a tal problema; se trata de permitir al usuario controlar y manipular de cierta forma su vivienda, transformarla a favor de su comodidad y más que eso, a su necesidad.

Muchos arquitectos aún no han logrado integrar el diseño con la necesidad por lo que podemos ver cierta insatisfacción en el usuario, están marcando una pauta que no se puede cambiar, un único diseño para personalidades distintas. Cambiar esta “regla” actual puede ser un poco revolucionario, es por eso que la mayoría de personas que viven en tales conjuntos critican a los que paso a paso han construido su casa, que más que su casa es su HOGAR. Una respuesta a esto probablemente sea que la sociedad se ha acostumbrado a la nueva era de casas iguales para todos, se ha convertido en una moda que impusieron los arquitectos en busca de la riqueza personal y la economía de los proyectos ya que hacer casas diferentes, tanto en el exterior como en el interior, resulta bastante costoso.

Según los diferentes textos, la opinión del llamado usuario es vital para la nueva arquitectura, hay que tener en cuenta las necesidades de las personas dejándoles opciones para que modifiquen si es de su preferencia, sin caer de nuevo en el diseño idéntico en los diferentes proyectos, entender qué es lo que quieren las personas para volverlo realidad en un proyecto arquitectónico, tener claro que las personas necesitan establecer su vida en esos lugares y para ello ponen parques y calles que integren a las diferentes familias creando una comunión entre vecinos al tiempo en que crean la identidad de la casa. Cada familia deja su marca en el lugar de vivienda de acuerdo a las etapas que se pasan como familia, los que llegan, los que se van y los que siempre están y estarán. Debido a todos estos puntos de vista, nos podríamos preguntar: ¿Qué le espera a la arquitectura si la mayoría de proyectos los están haciendo iguales? O peor aún: ¿Qué será de las personas cuando no puedan definir su propio espacio? Estas son preguntas que como futuros arquitectos no deberíamos dejar que se respondan, la arquitectura tiene que volver a preocuparse por sus ocupantes y no solo por la economía de los constructores, tiene que reconocer las necesidades de las personas y establecer una nueva tendencia tal como lo hizo en su tiempo el renacimiento, en donde su mayor preocupación era la comodidad del Ser Humano.

Teniendo en cuenta el término “Otredad” en el cual podemos resaltar a Octavio Paz como uno de los defensores de que esto significa que después de todo nos damos cuenta de la realidad del ser humano como ser individualista, como ser que no “conoce” más personas o en ciertos casos, cultura. Siguiendo con la idea anterior

...