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Valores Y Pautas Sociales


Enviado por   •  25 de Junio de 2013  •  3.366 Palabras (14 Páginas)  •  7.903 Visitas

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VALORES Y PAUTAS SOCIALES

En todo tipo de sociedad o de grupo existe una serie de valores compartidos que conforma criterios y conductas sociales. Son compartidos y todos los consideran válidos.

Los valores son hechos sociales importantes susceptibles de estudio y de análisis científico.

Son criterios que dan sentido y significado a la cultura y a la sociedad y permiten regular la actuación de los individuos.

¿Para qué sirven los valores?

Los valores sirven para que el grupo o la sociedad juzguen la importancia de las personas, las pautas y el comportamiento de los individuos. Los valores tienen tres importantes características sociales:

• Son algo que se comparte.

• Son tomados en serio.

• Se acompañan de emociones.

Valores y pautas de conducta (Fuente: Fichter 1993)

Cuando preguntamos sobre la situación social de alguna persona, en el fondo estamos preguntando por su valor social estimado conforme a diversos criterios, como por ejemplo el éxito o el fracaso económico. La evaluación social implica una comparación sobre lo que es mejor o peor, más alto o más bajo.

Por ejemplo, si la situación social de determinada persona se caracteriza por su participación en conflictos violentos y en robos, tiene antecedentes penales y nunca ha tenido ningún interés por la educación, entonces la evaluación social será negativa, es decir, a esa persona se le otorgará poco valor social. En la figura 3.8 se exponen los valores y sus estrechos vínculos con otros aspectos sociales.

Valores y pautas de conducta

Para conocer las pautas de conducta es necesario partir de los valores vigentes en una sociedad. Las pautas tienen diversa importancia según el contexto, las costumbres, las tradiciones y la cultura. Si enfrentamos una pauta ajena a nuestra cultura no le encontraremos sentido fácilmente o nos parecerá absurda o insignificante, por ejemplo, las limitaciones para comer carne de cerno en la cultura árabe.

El alto valor que algunas sociedades otorgan al monoteísmo, al patriotismo y a la monogamia convierte en normas a las pautas de comportamiento religioso, patriótico y conyugal. Un filósofo puede asegurar que el mayor valor humano radica en la razón, pero eso no provocará que la mayoría de la sociedad comparta su opinión; el valor social se obtiene cuando una pauta de comportamiento es esencial en la vida cotidiana de una sociedad.

Las pautas que tienen el más alto valor social van acompañadas de la mayor conformidad y de una fuerte presión social para producirlas.

Es decir, el mayor valor de una pauta implica que quien cumpla con ella esté más satisfecho que otras personas, pero tenga una mayor exigencia social para mantener dicha pauta de conducta. Un ejemplo sería el caso de un político exitoso, honesto y con una vida austera. La presión por parte de la sociedad para que se mantenga en la misma línea será mayor, comparada con la ejercida contra un vagabundo sin ninguna responsabilidad y que sobrevive gracias a las aportaciones colectivas.

Valores y roles

Los valores existen porque hay personas que pueden ser evaluadas a partir de su conducta, sus actividades y las referencias comparativas. Las personas expresan y simbolizan los valores, principalmente por medio de su rol social. Una persona puede tener más de un rol social y cada uno implica una serie de pautas de comportamiento. Éstas tienen diferente valoración: una son muy importantes y otras menos.

Se considera que cada persona conoce los diferentes grados de valor de sus roles sociales y que siempre se concentrará en el más importante. La sociedad en su conjunto tiene también diferentes valores para los distintos roles; el nivel del valor obedece a muchas variables que pueden ir desde la edad y el sexo hasta la contribución social del individuo en determinado rol. Depende también, en gran parte, de la cultura dominante y de las principales instituciones sociales.

Es cierto que el rol económico, familiar o religioso pueden tener un alto valor social en una cultura particular, pero también puede suceder que de manera individual se le asigne un mayor valor a un rol, independientemente de su carácter social. Por ejemplo, para una mujer puede tener mucho valor su rol como madre y un menor valor su rol como arquitecta. De un profesor se esperaría que su rol docente tuviera un mayor valor social que su rol religioso o económico.

La sociedad otorga a los roles sociales diversos grados de valoración social y se supone que deben coincidir con las formas de comportamiento de los individuos.

Valores y sanciones

Como ya se mencionó, el valor social atribuido a un conjunto de pautas ejerce una fuerte presión en las personas para que se comporten de tal o cual manera. Los valores sociales actúan como criterios de comportamiento.

Así, a partir del comportamiento y de su valoración, en la sociedad existen recompensas y sanciones, que resultan lógicas y hasta obvias para cada sociedad, según la cultura dominante. Por ejemplo, en la sociedad contemporánea mexicana un gran escritor Octavio Paz recibe el Premio Nobel de literatura y goza de un amplio reconocimiento; por el contrario, un funcionario corrupto será repudiado por aquella.

La gravedad de la sanción o el nivel de recompensa dependerán del valor asignado a cada comportamiento. Los comportamientos o las acciones incorrectas recibirán distintos tipos de sanciones de acuerdo con la forma como se evalúe la gravedad de la falta o el daño ocasionado.

En resumen, el sistema de recompensas y sanciones vigente en una sociedad tiene su sustento en el sistema de valores. Si no existieran valores en una sociedad, o si no se reconociera que éstos tienen distintos grados de importancia, no sería posible ningún control social. Por ello, debe destacarse que el sistema de valores es el resultado de un saber social acumulado. Este sistema determina lo que les exige a las personas y lo que les prohíbe, lo que se elogia y lo que se rechaza y castiga.

Clasificación y función de los valores

Ya hemos visto cómo los valores están vinculados con las pautas de comportamiento, con los roles y los procesos sociales. Cada uno de estos aspectos puede servir como referencia para la clasificación de los valores. Para una clasificación inicial se parte de dos aspectos: la sociedad y la cultura.

Respecto a la sociedad, existe una clasificación de valores donde los de mayor aprecio son deseables y vitales. Por ejemplo, la justicia y la solidaridad social son valores positivos.

No siempre se puede afirmar que lo que es bueno para la sociedad debe serlo también para todos los individuos y viceversa. Por ejemplo, para un individuo puede ser positivo no trabajar y vivir de manera improductiva y a costa del trabajo de otros; para la sociedad representa una actitud negativa.

La función social de la cultura responde a un uso convencional de los términos religiosos, políticos, educativos, etc. No predomina en ella la escala de positivo o negativo, de superior o inferior. Los valores sociales en una cultura se expresan de manera compleja en cada una de las principales instituciones sociales (familia, religión, educación, etc.).

Así podemos afirmar que los valores sociales, al igual que las pautas, los roles y las sanciones, se institucionalizan. Los valores que durante largo periodos han sido asociados a cierto comportamiento cultural simplifican el funcionamiento de las instituciones. Por ejemplo, el respeto a la integridad física de las mujeres es fundamental para el buen funcionamiento de la familia.

Funciones de los valores (Fuente: Fichter 1993)

Pautas

Las pautas de comportamiento se establecen a partir de la constante repetición, por muchas personas, de una misma forma de comportamiento.

Una pauta es algo hecho o formado para servir de modelo o de guía en la formación de otra cosa.

Cuando muchas personas de una sociedad hacen la misma cosa más o menos del mismo modo durante un largo periodo, se desarrolla un hábito social; la manera repetida de pensar y actuar se convierte en una pauta.

Existen dos importantes grupos de pautas: las costumbres y los usos. La diferencia entre ambas resulta difícil de percibir en ocasiones.

Algunas pautas parecen ser costumbre y usos al mismo tiempo.

Las costumbres son pautas de comportamiento bastante extendidas. Se les considera como “lo que se hace”. Son pautas muy deseadas pero que no son impuestas estrictamente. Por ejemplo, que el novio acuda a la boda vestido de manera informal o que una orquesta famosa se presente sin su tradicional vestimenta o que de repente una pareja haga vida en común sin matrimonio previo, son pautas no indispensables para el buen funcionamiento de la sociedad.

La presión por cumplir con las costumbres es generalmente de orden negativo y no formal, como el ridículo, las burlas, el desaire y los chismes. Los usos son pautas menos obligatorias socialmente. Más que obligatorias, son maneras voluntarias de comportamiento. Por ejemplo, estrecharse la mano entre amigos y amigas o aplaudir al final de un concierto u obra de teatro.

No tiene gran trascendencia social que alguien no aplauda o no estire la mano para saludar a un conocido, pero se espera que toda persona bien socializada se comporte de acuerdo con ciertos principios. La aceptación intelectual de los usos correctos hace que la gente opine que tal persona está bien educada.

Existen tres aspectos que influyen de manera determinante en las pautas sociales. En la tabla 3.1 se resumen.

Determinación de pautas sociales

Descripción Tiempo

Tiempo Su transcurso genera cambio en la mayoría de las conductas sociales En la mayoría de las sociedades actuales es posible divorciarse y volverse a casar.

Lugar Son obvias las diferencias entre las culturas irlandesa y la mexicana pero las regiones (geográficas y culturales) implican pautas distintas aún dentro de una misma sociedad bien integrada. Los modismos y el lenguaje de Mérida son distintos a los de Monterrey

Estrato social Las pautas sociales varían de un estrato social a otro. Un gran empresario normalmente juega golf, asiste a conciertos y maneja más de un idioma. Las pautas para un obrero son muy distintas.

(Fuente: Fichter, 1993)

Los individuos logran el estatus de gobernador, deportista o educador mediante sus propias oportunidades y conductas. En cambio, el estatus asignado no depende de las acciones o la conducta de la persona, pues lo tiene al nacer o lo obtiene en alguna etapa determinada de su vida. El estatus asignado se otorga a las personas por “lo que son” y no por “lo que hacen”, por ejemplo, la raza, el sexo, etc.

En la sociedad contemporánea hay diferencias en cuanto a la importancia de los símbolos o determinantes del estatus, pero existen ciertos criterios universales de aprobación o rechazo social, de estima o desestima. Por ejemplo, si el estatus se basa en la riqueza material y ésta fue obtenida por medio de actos de corrupción y cohecho, habrá poca estima social. Si el estatus está determinado por el nivel educativo y un investigador de modestos recursos obtiene un premio Nobel, la estima social será alta.

Recuerda que esos criterios están contenidos en los valores sociales; en los aspectos que se consideran como importantes y apreciables. Se pueden definir seis factores que influyen de manera considerable en la determinación del estatus, que se expresan de manera combinada y con un peso mayor o menor dentro de cualquier tipo de sociedad. Ninguno de estos factores por si solo puede establecer el estatus, por lo que siempre debe analizarse de manera combinada.

• El abolengo. Representa cierto valor social e involucra cuestiones de origen familiar.

• La riqueza. Es algo objetivo, es fácilmente identificable por la posesión de bienes.

• La utilidad funcional, es decir, el valor de lo que la persona “hace”.

• El nivel educativo, es decir, la cantidad y calidad de instrucción recibida por el individuo.

• Las características biológicas, el sexo, la belleza, la discapacidad.

• El poder. Se entiende como la influencia que una persona es capaz de ejercer sobre otras en la sociedad. El poder social es un criterio práctico para estimar el estatus.

Por lo general, el poder social está acorde con el estatus: lo acompaña y acrecienta. También hay que considerar que un estatus privilegiado permite tener acceso a las esferas de poder social, formar o no parte de él, o sólo aprovechar las relaciones sociales de alto nivel.

Finalmente conviene aclarar que cada persona puede tener varios estatus de acuerdo con los grupos de que formar parte, pero tendrá también un estatus principal o clave.

El estatus clave es la presencia social más amplia de la persona en el mundo que la rodea, y a través de esa posición la sociedad identifica e interpreta sus demás estatus.

Rol social

Hemos visto que las pautas de comportamiento (acciones, actitudes, deberes y privilegios) son conductas establecidas socialmente. Se considera como rol social a un determinado número de pautas relacionadas entre sí y agrupadas en una función social. Por ejemplo, existen ciertas pautas de comportamiento que son constantes y se atribuyen a cada uno de los miembros de una familia. De los padres se espera que sean responsables de alimentar, educar y cuidar a sus hijos; de los hijos se espera que cumplan con sus estudios, ayuden a sus padres en labores menores y cooperen para una sana convivencia familiar. Al asumir ese comportamiento están desempeñando su rol social.

El rol social se determina y especifica por la necesidad social a la que responde y por el grupo social donde se realiza.

Cada persona tiene diversos roles, todos ellos vinculados y arraigados en sus habituales maneras de pensar y actuar.

Los roles se llaman sociales porque representan conductas uniformes compartidas por mucha gente. El rol se puede estudiar científicamente, se puede analizar en detalle y se puede observar en acción, puesto que son muchas las personas que realizan el mismo rol de manera más o menos similar. El rol típico de estudiante, de docente, de deportista, se puede reconocer fácilmente entre las personas comunes con las que se convive.

Toda persona participa en diversos grupos y en cada uno de ellos desempeña su parte o representa un rol. No puede inventar formas distintas para cada día en el mismo grupo, actúa de la manera como se tiene previsto, como se supone que lo debe hacer.

Son tres los aspectos que se combinan para construir el rol que ha de desempeñar el individuo. Ver figura

Aspectos que constituyen el rol del individuo (Fuente: Fichter, 1993).

Respondiendo a estos tres elementos, la persona realiza su rol social sujeto a pautas de comportamiento. Por ejemplo, para un profesor su rol se construye por la situación en la cual su actividad se desarrolla (una escuela, una aula, un conjunto de alumnos), por la función social que debe cumplir (cubrir los objetivos del programa, orientar a sus alumnos, contribuir en la formación de nuevos ciudadanos), y por el grupo al que pertenece (forma parte de un gremio que tiene sus reglas y normas de conducta y del cual la sociedad espera su cumplimiento).

Cabe agregar que los roles sociales no existen de manera aislada. Un rol social tiene su referencia en otros. Los diferentes roles que desempeña un individuo están relacionados entre sí, dentro de su propia personalidad. A su vez, éstos se encuentran también, separada o colectivamente, en conexión con los de otras personas. Esa conexión no es azarosa o por capricho, es un complemento de los roles. Los individuos se complementan mutuamente por medio de relaciones sociales recíprocas.

Existen sanciones sociales referidas al cumplimiento del rol social. La sociedad aprueba ciertas acciones y condena otras. El rigor de las sanciones es variable, según la gravedad social. Por ejemplo, la sanción no será igual para un alumno que lleva la mitad de sus cursos aprobados que para un padre que por comodidad abandona a su pequeño hijo, o para un médico que por negligencia complica la salud de su paciente, o para un deportista que por capricho se ausenta de una competencia.

Los roles sociales pueden ser clasificados de acuerdo con el valor social que se les asigne. Algunos son poco estimados y otros altamente valorados. Algunos tienen grandes exigencias y fuertes responsabilidades, mientras otros tienen pocas exigencias.

Ya hemos visto cómo toda persona desempeña más de un rol en la sociedad, según los grupos sociales en los que participe. Entre ellos existe un rol clave. Este rol implica reconocer que no existe un individuo sin límites de tiempo y de talento; una sola persona no puede dedicarse a todo y ser brillante en todo. Los niveles de oportunidad son variados y además la sociedad requiere de la especialización de las funciones.

El rol clave se determina de acuerdo con las funciones del individuo. Para el adulto puede ser su profesión y actividad económica; para un joven, el rol clave sería ser estudiante.

La interacción social

En la interacción social las acciones de una persona dependen de las acciones de otra y viceversa. La interacción social es el resultado de la influencia mutua, no simplemente de una actividad paralela o simultánea.

Las interacciones sociales comprenden contactos ocasionales o incidentales, y relaciones profundas, perdurables, complejas. Algunas son formales, otras no. El contacto recíproco, la comunicación, la interacción, son tan esenciales para el individuo como para el grupo, de tal manera que sin ellas perecería la persona y el grupo dejaría de funcionar.

Las personas y los grupos se vinculan entre sí de múltiples maneras, por lo que la sociedad total es una amplia red de relaciones sociales. Por relaciones se entiende el lazo o vínculo que existe entre las personas y los grupos. En este sentido, no se limitan sólo a las relaciones familiares o a las de parentesco, sino que incluyen también las relaciones en el trabajo, en la escuela, en las iglesias, en los partidos políticos y en cualquier otro tipo de grupo, organización o institución.

Así, tenemos una amplia gama de interacciones, las cuales se pueden clasificar bajo los procesos de interacción social. Estos son fundamentales para el mantenimiento de la sociedad, en cuanto se desarrollan de manera regulada y sancionada. Se identifican dos tipos de procesos: los conjuntivos y los disyuntivos.

Los procesos sociales conjuntivos implican la participación de la gente en búsqueda de un objetivo benéfico, el cual ha de considerarse un beneficio para el grupo y para la sociedad. Se consideran tres tipos: la cooperación, la acomodación y la asimilación.

En los procesos sociales disyuntivos las personas tratan de obtener un beneficio impidiendo que otros lo logren. Los tres tipos de proceso son: el conflicto, la obstrucción y la competencia. En la tabla 3.3 puedes observar el contenido de los procesos de interacción social.

Procesos de interacción

Procesos conjuntivos

(positivos) Procesos disyuntivos

(negativos)

Acomodación Obstrucción

Cooperación Conflicto

Asimilación Competición

(Fuente: Fichter, 1993).

Veamos el significado social que se le otorga a cada uno de los seis aspectos

• Cooperación. Es cuando dos o más personas actúan conjuntamente para obtener un objetivo común. La cooperación es una relación recíproca, una forma solidaria de actuar en el grupo, es normal que se dé en la gestión de negocios, en la satisfacción de necesidades materiales, en la educación de los niños y en las formas de gobernar.

• Acomodación. Es el arreglo elemental que permite a las personas continuar sus actividades aun sin estar en completo acuerdo y en armonía total. Se actúa con el fin de evitar conflictos. La tolerancia es una actitud mínima en este proceso de interacción social. Puede suceder en un grupo de estudiantes donde se tolera y respeta a los compañeros que no piensen igual, aun sin existir cooperación, buscando evitar riñas.

• Asimilación. Es el proceso en el cual las personas se asimilan entre sí, de modo que compartan pautas de conducta similares. Esto es más frecuente en las minorías étnicas o con pobladores no originarios de la región. Por ejemplo, en la ciudad de México, donde llegan miles de personas originarias de zonas rurales, se dan procesos de asimilación entre la población citadina y la población rural; algunas expresiones de esta asimilación las encontramos en la música, la comida y el idioma.

• Conflicto. Es el proceso en el cual se busca aniquilar a otra persona, a otro grupo u otra sociedad. Es una exclusión total y abierta. Se manifiesta desde el hostigamiento entre dos personas o grupos, hasta una guerra entre dos sociedades o más.

• Obstrucción. Es el proceso social en el cual una de las personas o grupo contrario trata de impedir que otros logren un objetivo. La obstrucción puede presentarse junto con otro proceso, por ejemplo la cooperación. Tal sería el caso de los partidos políticos, que en ciertas circunstancias se necesitan mutuamente y actúan juntos en busca de un bien compartido, pero en momentos electorales se obstruyen total y abiertamente.

• Competición. Todos los grupos y personas compiten por un objeto, y esta rivalidad es muy fuerte cuando ese objeto es escaso o de gran valor. Por ejemplo, se compite a nivel empresa para ganar mercado, o entre dos estudiantes para obtener mejores calificaciones y premios.

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