Violencia sexual en aulas

Una educación de calidad  no es sólo la formación de conocimientos, una verdadera educación consiste en la construcción de formas de pensar, sentir y actuar.

En la actualidad se conocen diferentes tipos de violencia como: la violencia física, psicológica, económica y sexual que pueden estar presentes   en cualquier ámbito; siendo tanto en el ámbito doméstico como el público, el lugar de trabajo, la calle y el colegio.

Dentro de  nuestro país  la violencia sexual  se encuentra como una de las más reportadas  donde  1 de cada 4 mujeres ha vivido violencia sexual, estando en el tercer  lugar de los porcentajes de violencia más altos.

De acuerdo al estudio “Violencia entre pares” en el sistema educativo en cifras establecidas por el Ministerio de Educación y UNICEF en el Ecuador, 1 de cada 5 estudiantes entre 11 y 18 años ha sido víctima de acoso escolar.

Es por eso que, el 14 de agosto se conmemora en el Ecuador el “Día contra la violencia sexual en las aulas”, por demanda de la  Corte Interamericana de Derechos Humanos al estado, entrando en vigencia desde el  9 de diciembre 2020, en el Decreto 1205 publicado por el entonces Presidente Lenín Moreno.

Al inicio de nuestro recorrido educacional se nos presenta a la escuela como nuestro segundo hogar y a nuestros compañeros y docentes como nuestra segunda familia. Un hogar representa calidez, protección, y una familia te brinda respeto, cuidado y afecto pero cuando dentro de nuestras instituciones educativas se empiezan a vulnerar nuestros derechos no se puede seguir llamando a esto un hogar y ver a nuestro vulneradores como una familia.

La representación de un sistema que falla a nuestros  niñas, niños y adolescentes, es mantener y reproducir patrones estereotipados de comportamiento, cuando las prácticas sociales de  culturas que se basan en conceptos de inferioridad o subordinación, y cosifican  los cuerpos como fuente de dominación y explotación.

A nivel mundial, el 11,2% de los niños informan que han sufrido de acoso sexual por parte de sus compañeros o profesores ya sea con bromas, comentarios o gestos sexuales. Se estima que en Ecuador 4.221 niños son víctimas de violencia sexual en las aulas. La educación hace un cambio en los estudiantes y es ahí en donde se debe recurrir, para eliminar las relaciones de poder que ubican a la niñez vulnerable frente al autoritarismo.

Es por eso que se debe fomentar la prevención, por ejemplo a través de la educación sexual incluyendo el tema de los derechos y de acuerdo a la edad mental de los alumnos.

Es importante también, que las escuelas enseñen a sus estudiantes los mecanismos, protocolos y rutas de protección para saber cómo actuar frente a situaciones de abuso sexual, brindar espacios de privacidad pero también modos de supervisión, se deben analizar los perfiles psicológicos de aquellos que trabajan en el plantel y contar con personas actas que brinden apoyo y contención emocional a los alumnos, como por ejemplo puede ser el Departamento de Consejería Estudiantil “DECE”.

Y para los estudiantes debe quedar claro que en la escuela no se tolera el abuso sexual y que la consecuencia de estos actos es de tipo penal, porque es un delito; el sistema educativo es jerárquico y siempre vamos a tener a alguien que nos escuche, entienda y apoye.  

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