ACTITUDES DE LA EDUCADORA ANTE LA DIVERSIDAD FAMILIAR

ACTITUDES DE LA EDUCADORA ANTE LA DIVERSIDAD FAMILIAR

La educadora asume un papel muy importante ante la diversidad que puede llegar a existir en los niños respecto a su socialización y afectividad, debido a que ésta depende del contexto en el que se desenvuelva el pequeño.

Existen diversos tipos de familias: algunas donde los padres suelen ser autoritarios, en otras autoritativos y por último permisivos, en las cuales se irá forjando la conducta y personalidad de los niños.

En las familias con padres autoritarios se manifiestan acciones de autoridad rígida e inflexible, siempre indicándoles a sus hijos las metas y normas que deben seguir, utilizan mucho el castigo y las conductas punitivas, es por ello que sus hijos presentan menores expectativas de madurez. Ante este estilo disciplinario la educadora asume actitudes de compromiso con su labor de socialización hacia los niños, ya que tendrá que apoyarlos para que aprendan a interactuar con sus compañeros y que adquieran autonomía y una personalidad propia.

Los niños con padres autoritativos tienen conductas en donde consiguen mayores logros en cuanto a sus competencias tanto académicas como de desarrollo social y autoestima y en relación a la madurez en su autonomía; por el nivel de atención e interés que reciben de sus padres, en estas familias la comunicación se hace notar. En estos casos la educadora solo se encarga de reforzar las competencias que el niño trae de casa y continúa encaminándolo hacia el alcance de mejores aprendizajes.

Por su parte, los padres permisivos dejan mucho que desear respecto a la conducta de sus hijos, porque no existe comunicación entre ellos, se dan pocas muestras de afecto, no existen castigos, no hay normas para respetar; por lo cual los hijos tienen bajo rendimiento escolar, bajas capacidades cognitivas y tienden a mostrar rebeldía ante determinadas circunstancias; de modo que la docente deberá asumir un mayor compromiso para lograr el desarrollo de las capacidades sociales y de afecto en los niños, para que puedan desenvolverse adecuadamente en la sociedad.

INTERVENCIÓN DE LOS PADRES EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS

Las capacidades afectivas vienen vinculadas con las relaciones sociales debido que ambas forman parte fundamental de la socialización; el buen desarrollo de éstas depende en gran medida del entorno del que se provenga y del grado de estimulación que éste proporcione, siendo el hogar el principal contexto para el buen desarrollo de las mismas.

La afectividad es una facultad del individuo que fortalece sus pautas de convivencia con los demás y las formas de expresión que puede utilizar. Desde pequeños se les ofrecen esas oportunidades de desarrollo donde la madre siempre es el primer contacto que el niño tiene y le brinda mayores oportunidades para su desenvolvimiento social y afectivo;

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