Análisis del Preámbulo de la Constitución de Venezuela

PREÁMBULO DE CONSTITUCIÓN

El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad; en ejercicio de su poder originario representado por la Asamblea Nacional Constituyente mediante el voto libre y en referendo democrático.

Análisis Político Filosófico

Invocar los poderes creativos de Dios, implica recurrir a la capacidad histórica que ha demostrado el pueblo venezolano para generar ideas revolucionarias, crear situaciones positivas o resolver satisfactoriamente cualquier tipo de conflicto que se le presente desde la creación de la república, pero por otra parte hace referencia a quien por siglos ha sido para las sociedades un ser supremo que le transmite paz, tranquilidad y por ende equilibrio moral y espiritual, que además rige los destinos del hombre y la mujer sobre la tierra, donde sus normas escritas por él (los diez mandamientos) tiene vigencia entre las personas que profesan la fe cristiana y además gran fuerza de ley. Estos primeros elementos están dirigidos tanto a la razón como al corazón de los venezolanos, buscando con ello persuadirlos mediante el uso de la lógica y la realidad pero también apelando a sus fibras emocionales y a sus convicciones morales, su lealtad ideológica y sus sentimientos religiosos.  

Cuando hace referencia al Libertador Simón Bolívar, es con el propósito de enmarcar el texto constitucional en sus ideas de libertad, y en su pensamiento social, político, educativo, económico y ético entre otros, es decir toma como marco, sus normativas revolucionarias para la unificación de criterios, en pro de la integración de Venezuela como una fuerza popular, y mejorar las condiciones de vida de la sociedad venezolana en su conjunto. De igual manera, se toma como referencia al heroísmo y el sacrificio de nuestros antepasados indígenas quienes lucharon en contra de la tiranía que presentaron los españoles, demostrando que según sus leyes habían logrado un tipo de sociedad, donde sus dogmas eran de gran peso ideológico, y no aceptaban la dominación extranjera. Aquí queda demostrado el espíritu combativo y libertario de nuestros indígenas.

Refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, implica crear un Estado democrático a la vez que se establece una sociedad democrática, es decir la responsabilidad de esta acción es de carácter compartido; esta relación estado-sociedad debe estar signado por este principio democrático y al mismo tiempo someterse a ellos.

Una sociedad para que sea participativa y protagónica, debe ser una sociedad dispuesta a cumplir con sus deberes, haciendo énfasis en lo ético y moral como soporte para reclamar sus derechos fundamentales, esta sociedad en la que todos debemos tener igualdad de oportunidades para opinar y realizar planteamientos propositivos en las áreas de planificación, ejecución y control en las políticas desarrolladas y ejecutadas por el estado y seamos los protagonistas de nuestros hechos sin importar el origen de cada uno y ni las diferentes culturas que puedan existir; todos incluidos en un estado de justicia y descentralizado, el cual consolide los valores de libertad, paz, el bien común, que seamos independientes. Sin discriminación o subordinación alguna. El sistema participativo al que hace referencia este preámbulo, considera que el pueblo retiene siempre la soberanía, ya que si bien puede ejercerla a través de sus representantes electos a través del voto directo y secreto según las reglas establecidas para tal fin, también puede por sí mismo hacer valer su voluntad frente al Estado. Indudablemente quien posee un poder y puede ejercerlo delegándolo, con ello no agota su potestad, sobre todo cuando la misma es originaria.

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