Anarquía Escolar

La escuela que quiero, la escuela que tengo.

Desde siempre, los seres humanos han buscado establecer un nivel de igualdad y libertad para los integrantes de cualquier grupo social, sea así, algún club, etnia, familia, etcétera. La lucha por este comunismo ha estado presente desde el siglo XIX (o incluso antes) cuando se imponía el capitalismo desmedido, favoreciendo a la minoría de la población que vivía sujeta a esta ideología.

En la actualidad esta lucha ha ido creciendo, el hombre brega cada vez más por gozar de sus derechos y libertades, mas no siempre de buena manera. Esta lucha social, no se hace presente de un día a otro, sino que, desde la etapa de formación, desarrollamos un criterio y un temperamento, permitiéndonos pensar y reflexionar acerca de lo que queremos lograr y por lo que merece la pena luchar, así como también la repercusión que tendrán nuestros actos y hábitos en diversas índoles.

Dentro del ámbito social-escolar en la etapa de adolescencia, son muy comunes los desacuerdos ideológicos entre profesores y alumnos.

Los catedráticos tienen como base a la disciplina, el orden, la educación y valores, dictando normas que muchas veces carecen de un sentido razonable por parte de los alumnos a los cuales se les constriñe a cumplir cada una de estas normas. Por esta obligación, el alumnado busca una libertad y defiende su creencia de ‘estar bien’ sin cumplir esas normas y que nada ocurrirá si no las obedecen ya que no tienen una relación con el aprendizaje; he aquí el principio de la anarquía por parte de los estudiantes.

La libertad y justicia que exigen los escolares es un pretexto que usan o confunden con la anarquía. Lo más importante para ellos es lograr un aprendizaje cognoscitivo, sin importar la forma en que lo adquieran por lo tanto no les importa el largo de su cabello o el color de los pedazos de tela que vistan, “no tiene sentido, aprenderemos lo mismo si nuestro cabello mide 10 centímetros que si llevamos corte del Cero” argumentan.

Por otra parte los maestros argumentan que la disciplina es indispensable para el aprendizaje… sólo eso.

Es frecuente saber de docentes que tienen cierto favoritismo o poco profesionalismo, aplicando las normas a unos alumnos y ablandando el castigo a otros, la rebeldía en este punto se hace más grave ya que aquí existe el ‘pretexto’ de la justicia y ambos bandos están en un error, si se aplicará una norma, no debe haber excepción alguna.

También existe la indisciplina (la significativa, la que tiene relación con el comportamiento y no con el color de las uñas) de los estudiantes que ven como un reto al libertinaje, La anarquía es una meta que si logras serás admirado.

Sin duda, es un problema social que no sólo invade la escuela, es frecuente saber de las injusticias y la desobediencia como consecuencia de estos desacuerdos.

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