CULTURA POLITICA

PROBLEMÁTICA SOCIAL DE COLOMBIA EN EL VALLE DE TENZA

Es triste tener que reconocer que lo plasmado por William Ospina en su ensayo ¿Dónde está la franja amarilla?, es la cruel realidad colombiana, y que la región en donde vivo, no escapa a esta realidad.

El Valle de Tenza, es una región que fue víctima de violencia por parte de un grupo guerrillero que hostigaba los pueblos y extorsionaba a sus habitantes. El miedo era constante entre los pobladores de la región; los campesinos ya no tenían tranquilidad para cosechar y permanecían atemorizados de que algo les pudiera pasar a ellos o a sus familiares. Hoy en día, Gracias a Dios, las cosas han cambiado, por lo menos el grupo guerrillero que acosaba la región se fue y este tipo de violencia ha desaparecido.

Sin embargo la violencia en si no se ha extinguido, se ve como se agreden entre las familias, hasta el punto de llegar al homicidio, no existe tolerancia y esto inicia desde los hogares. En medio de fiestas y de tragos se agreden física y verbalmente, y han llegado al punto de asesinar a sus propios hijos o familiares. Los amigos en medio de juergas, no toleran sus propias bromas y se lanzan a los golpes y si es posible a agresiones graves con uno u otro tipo de arma, la que tengan a mano. Y que me dicen de la violencia en contra de las mujeres, es el pan de cada día en los organismos de control locales, los señores esposos, que se creen con derecho de golpear y agredir física y verbalmente a las abnegadas esposas y luego creen que arreglan todo con un simple beso, una disculpa y una promesa que no se cumplirá. Para rematar la situación, la región es víctima de una oleada de abusos sexuales en contra de mujeres, niños y personas incapaces de resistir, por parte de sus propios familiares, o de sus vecinos y en otros casos de personas extrañas. Todo esto es violencia, la violencia que se ha transformado a través de los años y que ahora duerme hasta en la misma cama.

Otro de los problemas más relevantes de esta región, es el micro tráfico de sustancias alucinógenas. Debido a la falta de fuentes de empleo, existen personas que se dedican a esta terrible labor, invadiendo nuestros colegios y por consiguiente a nuestros niños y jóvenes con estas sustancias nocivas para la salud y el gobierno local se hace el de la vista gorda o le queda difícil combatir esta ilícita labor, pues a pesar de una recientes capturas, se siguen presentando estas situaciones que ponen en riesgo la vida e integridad de nuestros hijos, pues con una muestra gratis, conquistan sus clientes, quienes en combinación con el alcohol, creen que han conquistado el mundo y se lanzan a aventuras insospechadas que los han llevado a límites funestos, desde accidentes automovilísticos donde ponen en riesgo su vida y la de los transeúntes y como consecuencia causan ocasionalmente muertes, hasta suicidios por este consumo de sustancias que los ahogan en depresiones y los conllevan a quitarse la vida.

A la falta de empleo que existe en la región y en Colombia, hay que sumarle la idea del gobierno nacional de privatizar empresas públicas, contribuyendo enormemente a inflar el índice de desempleo en Colombia, pues dicha privatización solo conlleva a que los trabajadores sean despedidos o desmejorados en sus salarios y a iniciar una competencia desleal por obtener esos cargos a menor costo, es decir contratar trabajadores por menos de lo que se les pagaba a los funcionarios públicos. Caso particular de este problema es el del INPEC, la entidad encargada de las cárceles del país, pues en muchas ocasiones se ha propuesto que se privatice sin importar que más de 10 mil personas laboren en este instituto. Se quejan de la corrupción de sus empleados, especialmente los guardianes, pero no se dan cuenta que la privatización conlleva mas mano de obra por menos costo y estas disminuciones solo aumentarían el índice de corrupción ya que al ganar menos se está en riesgo de corromperse por unos pesos de más, pues los valores hoy en día, prácticamente, ya no cuentan. Entonces, ¿que solucionaríamos privatizando empresas públicas?, creo que nada.

Por otro lado, a estas problemáticas, hay que

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