CUPIDO HOMOFÓBICO

CUPIDO HOMOFÓBICO

Guido L. Gaspar Casablanca

“Detrás de la cortina del altar de la iglesia, donde se cambiaban los monaguillos, solo pasaba el contacto humano”, decía Joaquín, “era lo único que me mantenía cerca de él” lo se veía en sus ojos que, que lo prohibido era permitido, y lo permitido era legal, y la legalidad solo era el reflejo de la poca libertad.

Cuando me encontré con Joaquín, para que me pueda narrar su historia de un corazón roto pero lleno de esperanza, fue algo diferente, el saber que con unas pocas palabras él sentía en confianza para contar los sucesos de su amor clandestino, de lo que le daba vida, pero al mismo tiempo le daba angustia, el sentir que esta tan lejos como el sol y la luna pero que uno necesita del otro, para él eso era la esperanza.

“El amor es un ingrato” decía Ricardo Arjona, dando a comprender lo que se siente cuando uno está enamorado de la persona incorrecta, el sentir que viene esa persona para abrazarte y no poder hacer nada, “la época de colegio es muy dura, donde para luego evitar ese contacto que, aunque me gustaba lo intentaba disimular, ante mis amigos de colegio, que me apoyaban para que él no se acerque ya que me hacia el enojado cuando él venia, y con dolor de corazón lo rechazaba”.  

Él me comentaba “…que aunque estaba lejos solamente el roce de las manos era suficiente para sentir el calor humano, que una persona podía sentir…”, El ver la tristeza en su rostro y los ojos casi llorosos, veía que realmente sentía el amor hacia esa persona, un hombre, como el, un hombre el cual no sentía el mismo sentimiento, no sabía que lo amaba que lo quería, que lo quería tener, pero la experiencia del colegio le enseñó a aprender y a aceptar su realidad donde muchas veces uno no es correspondido por ese amor que uno desearía tanto tenerlo, el soñaba con tenerlo a su lado pero no se podía, por miedo a la discriminación que podía tener de parte de mis amigos y de la sociedad.

El comentó en una ocasión “Una vez tuvieron una fiesta en el colegio y yo soñaba con estar con él disfrutar de la fiesta, decía es tan difícil poderme acercar a alguien que mis compañeros no lo aceptaba, que mis compañeros evitaban su presencia ya que muchas veces él era abusivo no solamente con las chicas porque era el heterosexual sino también con los muchachos” así en cierta forma el bullying era latente, ante todos los compañeros de su colegio, él me decía “…yo no quería que me pase, porque yo quería estar siempre a su lado compartir toda la fiesta, era lo más primordial para mí invitarle a tomar un refresco, una simple Coca cola de 1Bs. que para mí era lo mejor el poder compartir algo con el él poder disfrutar de la música junto a él”.

Él recordaba todo lo sucedido, pero después de un tiempo el me comentaba, “Después de un año de salir bachilleres todavía nos encontramos, en algún momento, yo le mando muchas indirectas para que el entienda lo que siento por él, pero parece que él no se da cuenta está más preocupado en la enamorada que él tiene actualmente, qué es la chica con la cual él está ilusionado y que quiere casarse, no sabe cuánto daño me hace al escuchar eso, siento que mi corazón se destroza en pedacitos, pero lo veo feliz y muchas veces eso hace que yo también me sienta feliz aunque con el corazón roto pero me sienta feliz” Al ver ese sentimiento que en algún momento todos sentimos comprendía que también él amaba pero veía que Cupido es homofóbico y a qué siempre hace que estas personas se encuentren con el cariño que no es correspondido o que no dura o que no da la felicidad plena de poder sentir ese afecto esa reciprocidad entre dos personas.

“Yo deseaba salir del clóset poder salir con ganas de abrazar y besar y que el mundo se entere de lo que soy y de lo que siento, pero muchas veces mi familia mis amigos mi sociedad, impedían que haga eso porque siempre me decían que eso está mal que eso no es correcto que eso es del diablo y muchas otras cosas que me hacen sentir tan mal que me hacían sentir tan nada en este mundo, ese sentimiento lo llevo dentro hoy lo veo después de un año y medio”. La mirada perdida que le encontraba hacia el cielo veía que lo veía y recordaba los bellos momentos que ellos pasaron juntos esos momentos que para él era inolvidable, pero veía que él también sentía y sentía mucha tristeza con ganas de llorar con un sentimiento el cual él no podía aguantar no podía disfrutar se notaba el dolor del corazón en su mirada.

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