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Causas De Los Indices De Violencia En Venezuela.

rafaelperezsiso10 de Mayo de 2012

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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS

“EZEQUIEL ZAMORA” UNELLEZ

CIENCIAS SOCIALES

SUB-PROGRAMA: DERECHO

CRIMINOLOGIA YCRIMINLISTICA.

VIOLENCIA Y DELINCUENCIA EN VENEZUELA

CRIMINOLOGIA Y CRIMINALISTICA

Participantes: Facilitador:

Pérez S. Rafael A. Prof. Maria Valentina Bolívar.

1.- CAUSAS DE LOS ALTOS ÍNDICES DE VIOLENCIA EN VENEZUELA

Explicar sobre criminalidad de acuerdo a una única teoría dejaría numerosos vacíos. Aunque casi todas tienen algo que aportar a su comprensión, ninguna por sí sola, puede dar respuesta a todas las formas del delito y mucho menos a características socio-políticas tan particulares por las que ha estado atravesando Venezuela en los últimos años.

Debe tomarse también en cuenta la concepción del hombre como un ser bio-psico-social, aunque cada uno de nosotros presenta características similares propias de la especie, cada ser humano es único "y en consecuencia, cada uno de ellos es una fuente autónoma de potencial creatividad delictiva, que en toda sociedad produce incontables formas de comportamiento que puede llegar a ser definido por las leyes como antisocial, sociopático o peligroso”.

Si bien es cierto que existen numerosas teorías biologicistas que intentan explicar la conducta criminal, también es cierto que se requieren de diferentes factores ambientales, psicológicos y sociales que inciden o pueden ayudar a desarrollar en mayor o menor grado la predisposición a la violencia.

En Venezuela se ha comenzado a atacar el problema de la violencia, en una de sus importantes, causas mediante la atención a las clases desfavorecidas, a través de planes para aminorar la brutal separación clasista asentada por largos años, educación para toda la población, incorporación de todos los ciudadanos al sistema de producción y economía nacional, en fin, esta naciendo una nueva conciencia de participación de todos los venezolanos sin distinciones en el desarrollo de nuestra sociedad, lo cual ayudará sin duda a aminorar los problemas de criminalidad en las próximas dos o tres generaciones. La grave situación de delincuencia y criminalidad que experimentamos actualmente tiene causas muy claras: el abandono en la miseria por más de cuatro décadas de miles de familias venezolanas levantadas en condiciones infrahumanas o de supervivencia y aplastadas por un injusto sistema que prefirió siempre ocultarlos y aislarlos antes que salvarlos; la complacencia por más de cuarenta años de la autoridad ante los delincuentes de cuello blanco, quienes probablemente superan en número a aquellos de la calle y quienes han generado los graves niveles de corrupción conocidos hoy en nuestra sociedad, y en tercer lugar, parte importante de la formación de nuestro pueblo venezolano, también por décadas, en manos de medios de comunicación privados y su degenerada programación, veneno de nuestros valores, atracadores de nuestro pensamiento y en grandes proporciones incitadores del delito. Personalmente dejé de ver estos canales hace más de 20 años cuando sentarse en familia un domingo en la tarde a ver la televisión era como abrir la ventana a un oscuro submundo en permanente estado de guerra e insólita violencia. Esto coincidía con la clausura definitiva de uno o dos programas culturales formativos que nos pichirreaba uno de estos canales, como Clásicos Dominicales.

Era esta una conducta irresponsable y deliberada de los medios, con la siempre mediocre excusa de darle al pueblo lo que al pueblo le gusta y quitarle lo que a este no le gusta, de generar las mayores ganancias con programación de fácil consumo, aprovechándose de la debilidad e inocencia del pueblo que observaba embelesado toda aquella porquería que cuatro indecentes dueños de un canal habían decidido por “gusto” del pueblo. Así, semana tras semana día tras día nuestra gente consumía y sigue aún consumiendo sin cuestionar, toda aquella programación contentiva de un grado tal de perversión capaz de dejar a más de uno con una o dos noches de insomnio. -Nuestra función no es educar, es entretener- también argumentan; pero el entretenimiento también tiene sus límites y colores; el entretenimiento mal utilizado puede convertirse en entrenamiento nefasto con resultados impredecibles; es perverso entretener con violencia; ¿pero qué puede esperarse luego? Para aquellos ya acostumbrados, convencidos de como debe ser una “programación normal” de cualquier canal comercial del siglo 21, tal vez piensen que exagero. Nosotros tenemos la potestad de apagar el televisor, es cierto, pero es cierto también que esta es la triste manera de como nuestros hoy “tan preocupados” medios han contribuido durante tantos años a desatar mentes deformadas en nuestra sociedad. Aquéllos quiénes se han arrogado el derecho de invadir y contaminar los hogares de miles de familias venezolanas con tanta basura, demuestran ahora pública indignación por tanta inseguridad en el país. Los canales privados de televisión en Venezuela, en manos de unos hipócritas de toda una vida, tienen una gran responsabilidad en la formación de conductas desviadas y en la incitación a delinquir, y su responsabilidad en tanto daño causado a nuestra sociedad no puede quedar impune.

Mentes proclives al delito en este país, sólo han tenido que observar estos canales por unos meses para obtener su maestría y dar el paso definitivo a la realidad del crimen. ¿Cuántos secuestros, crímenes, asesinatos, violaciones, extorsiones, actos terroristas etc. transmiten Radio Caracas, Venevisión, Televen y Globovisión a la semana? No puede un padre delincuente pedirles a sus hijos que no lo sean. No puede andar esta gente exigiendo paz social, ¡¡¡son demasiado inmorales!!! Ha sido su propio noble pueblo el blanco de su basura, víctima de su malsana y perversa orientación y generador de sus mal habidas ganancias; con el pueblo venezolano han jugado.

Esta situación ha conducido a la mayoría de la población a una situación que podría describirse como "anarquía inercial" cuya característica esencial es un generalizado incumplimiento de las normas básicas de convivencia ciudadana.

Además de la responsabilidad de los medios de comunicación, en nuestra sociedad la gran mayoría de las familias son mono-parentales, donde el padre está ausente y la madre se encarga del sustento económico y la crianza de los hijos, que en la mayoría de los casos exceden la cantidad de los que pueden realmente hacerse cargo. Niños que crecen bajo las condiciones mínimas y con grandes deficiencias vitamínicas que alteran su normal desarrollo.

Otros elementos de esta teoría también se cumplen: a) Se desconfía y no se participa en las instituciones (Partidos políticos, sindicatos, etc.) de la sociedad civil, b) Se comparten valores del trabajo y la familia nuclear, aunque no se llevan a la práctica, c) Existe una gran tolerancia a la conducta desviante y a la sicopatología.

Por otra parte, la mayoría de los crímenes reportados son por ajuste de cuentas y riñas entre delincuentes y se presentan en los estratos más bajos de la población, aspecto que pudiera ser explicado de acuerdo a la teoría de Valverde (1989) quien señala la labilidad emocional del delincuente juvenil como un mecanismo de adaptación al medio hostil en el que se desenvuelve. Según este autor en sectores tan depravados con diferentes formas de violencia, es imperativo mantener la alerta y actuar con extrema rapidez ante tales amenazas con el fin de garantizar la supervivencia. El crimen, incluso el homicidio se convierte en muchos de los casos en un terrible recurso de supervivencia.

A su vez, según la teoría del aprendizaje social el niño adquiere mediante la observación hábitos de comportamientos generales y particulares como la agresión, normas, juicios morales y mecanismos de autocontrol que se relacionan con la capacidad de tolerar la demora de la recompensa, la renuncia al refuerzo inmediato para lograr metas a largo plazo y el empleo de auto-recompensas y auto-castigos después de la ejecución de sus conductas.

La adquisición de estos comportamientos, normas, juicios y mecanismos de autocontrol esta determinada por el refuerzo que recibe al llevarlos a cabo. Este refuerzo puede ser directo (recompensas materiales o sociales), auto-refuerzo (valoración) que el sujeto hace de su propia conducta) y vicario (cuando el modelo es premiado, este genera expectativas en el sujeto observador).

El individuo que se desarrolla en las condiciones sociales arriba mencionadas, donde los valores y las normas están gravemente amenazadas, carecerían de autocontrol. La impunidad de alguna manera contribuye a la desinhibición de las conductas criminales y las ganancias a corto plazo derivadas de estos comportamientos reforzarían e incrementarían la probabilidad de que los individuos imiten estas conductas agresivas, en tanto conocen el provecho que pueden obtener. Cabe considerar en este punto, el punto de vista planteado por los autores Montero y Padilla (1982) sobre este tipo de condiciones socio-culturales: "En estas graves perturbaciones de la convivencia humana, en esta renuncia a toda esperanza de encontrar algo bueno en función de lo cual modelar

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