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Ceremonia Del Te En Japon


Enviado por   •  4 de Agosto de 2014  •  1.357 Palabras (6 Páginas)  •  449 Visitas

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CEREMONIA DEL TÉ EN JAPÓN.

La ceremonia japonesa del té es una forma ritual de preparar té verde o matcha de acuerdo a una serie de reglas, influenciada por el budismo zen, sirviéndose a un pequeño grupo de invitados en un entorno tranquilo. La arquitectura, la jardinería, la pintura y el arte de la cerámica han sido también influenciados por la ceremonia del té. Es una manifestación significativa de la historia y la cultura japonesa tradicional. Es toda una tradición conectada con la cultura espiritual de Japón y, aunque los tiempos hayan cambiado, se siguen realizando a rajatabla. La ceremonia del té puede hacerse en cualquier lugar de la casa adaptado para ello, puesto que lo importante es ofrecer un entorno tranquilo con el espíritu de la ceremonia.

Ofrecer la ceremonia del té significa hospitalidad.

El ritual que hacen en la ceremonia del té, es realmente complejo. Dado que quien realice la ceremonia debe estar familiarizado con la producción y los tipos de té, además del kimono, caligrafía, el arreglo floral, la cerámica, incienso, suiseki y un amplio abanico de otras disciplinas y artes tradicionales además de las prácticas de la ceremonia en el colegio; el estudio de las mismas toma muchos años, a menudo una vida completa. Incluso, para participar como invitado en una ceremonia del té formal se requieren conocimientos de los gestos y posturas adecuados y las frases que se esperan, la manera apropiada de tomar el té y los dulces y la conducta general en la sala del té. La enseñanza de la ceremonia del té tiene los siguientes objetivos:

• Hacer la vida cotidiana más agradable.

• Vivir en armonía con los cambios de las estaciones.

• Llegar a ser una persona de gusto refinado.

• Llegar a ser una persona honesta y sin miedo.

• Crear mejores relaciones humanas.

• Tener buenas maneras.

HISTORIA.

La ceremonia del té requiere años de práctica y aprendizaje... con todo, el conjunto de este arte, en cuanto a sus detalles, no significa más que hacer y servir una taza de té. El asunto supremamente importante es que dicho acto debe realizarse de la manera más perfecta, más educada, más graciosa y más encantadora posible.

El té fue introducido en Japón durante el siglo IX por los monjes budistas de China, donde se conocía, según la leyenda, desde hacía milenios. El té se hizo rápidamente popular en Japón y se comenzó a cultivar localmente.

La costumbre de beber té, primero como bebida medicinal y luego simplemente por placer se hallaba ya extendida ampliamente en China.

El autor chino, Lu Yu, se encontraba fuertemente influenciado por el budismo, que evolucionó al Zen en Japón, y sus ideas tuvieron gran importancia en el desarrollo de la ceremonia japonesa del té.

En el siglo XII, se introdujo una nueva forma de té, matcha. Este polvoriento té verde, extraído de la misma planta que el té negro, pero sin fermentar, fue usado en rituales religiosos de los monasterios budistas. Para el siglo XIII, los samurái comenzaron a preparar y beber matcha y los pilares de la ceremonia del té fueron erigidos.

La ceremonia del té evolucionó a una "práctica transformativa" y comenzó a desarrollar su propia estética, el wabi. El Wabi se caracteriza por la humildad, moderación, simplicidad, naturalidad, profundidad e imperfección, por los objetos y la arquitectura simple, sin adornos, muy asimétricos, y por la celebración de la belleza suave que el tiempo y el cuidado imparten a los materiales. Es así como el Wabi revitalizó el Zen en el siglo XV y tuvo una profunda influencia en la ceremonia del té.

Para el siglo XVI, el té se había extendido a todos los niveles de la sociedad japonesa. Sen no Rikyu quizás la más conocida y respetada figura histórica en la ceremonia del té, introdujo el concepto de ichi-go ichi-e (“un encuentro, una oportunidad”) una creencia de que cada encuentro debería ser atesorado ya que podría no volver a repetirse. Sus enseñanzas derivaron en el desarrollo de nuevas formas de arquitectura y jardines en Japón, las Bellas Artes y las artes aplicadas. Los principios introducidos -armonía, respeto, pureza y tranquilidad- son, todavía, el centro de la ceremonia del té.

PREPARACIÓN.

El té en Japón adquiere una relevancia que en pocos lados la tiene. Por eso mismo, son devotos a realizar una extensa ceremonia del té.

En una ceremonia del té formal y completa, los invitados se reúnen primero en una sala de espera donde se les sirve una taza de agua caliente que será usada más adelante para hacer el té. Luego pasan a una pérgola en el jardín y esperan a ser recibidos por el anfitrión. El recibimiento se hace en forma de reverencia en la puerta interior. Los invitados pasan luego a un lavabo de piedra con agua donde purifican sus manos y sus bocas con el agua y entran en la habitación de té a través de una entrada baja diseñada para recordarles que todos son iguales.

Los invitados admiran el pergamino colgante en la hornacina, que generalmente tiene la caligrafía de un monje budista zen, y toman sus asientos, arrodillándose en el piso de tatami (estera de paja). Tras los saludos obligatorios, el anfitrión pone carbón vegetal en el fuego y sirve una comida sencilla de alimentos estacionales, lo justo para calmar el hambre.

El recipiente del té, la cucharita del té y el tazón del té se limpian en un acto de purificación simbólica, cuyo movimiento rítmico pone a los invitados en un estado de calma concentrada. El té espeso se prepara en silencio. La bebida, que se ha preparado con gran esmero, se pasa entre los invitados, y cada uno de ellos sucesivamente toma un sorbo. El hecho de compartir un mismo tazón es un acto simbólico que sirve para incrementar el sentimiento de unión en la reunión. El anfitrión añade luego más carbón vegetal al fuego, sirve dulces secos japoneses y prepara otro té, pero esta vez más ligero y con más espuma. Durante la etapa final, el ambiente pierde gravedad y los invitados conversan de manera informal. Sin embargo, la conversación aún trata de la apreciación de los utensilios y el humor. El deber del invitado principal consiste en actuar como representante de todos los presentes, hacer preguntas relacionadas con los utensilios y las decoraciones elegidas para la reunión y trabajar al unísono con el anfitrión para asegurar que la reunión prosiga perfectamente, sin que la inspiración de los invitados sufra ninguna distracción.

En cuanto a los utensilios necesarios, son imprescindibles el chawan (bol de cerámica japonesa), el chasen o agitador de bambú y el chasnaku o cucharilla de bambú. Son valiosos objetos únicos que pasan de generación en generación. El té utilizado es el Matcha, se trata de un fino polvo procedente de las hojas de té.

Una ceremonia de té completa incluye, una frugal comida, té ligero y té espeso prolongándose aproximadamente cuatro horas.

SOCIOLOGÍA Y ANTROPOLOGÍA.

El invitado muestra su aprecio al anfitrión en la forma que tiene de aceptar la taza de té.

El espíritu que yace en el interior de ambos partícipes es considerado más importante que la misma forma del ritual, siendo el corazón de la ceremonia la manera desprendida y de humildad en la que el anfitrión sirve el té al invitado.

Al ser invitado a una ceremonia, el anfitrión siempre se preocupa de preparar todo lo necesario, utensilios, platos, habitación etc. e incluso desarrolla la ceremonia. Lo más importante que debe recordar un invitado es mostrar su sentido de la gratitud por la hospitalidad que le está brindando el anfitrión.

Aunque todos los esfuerzos del anfitrión van dirigidos hacia el disfrute de los participantes, esto no quiere decir que el “camino del té” sea un pasatiempo complaciente para los invitados. La ceremonia sirve también para dar una lección de humildad a los participantes al concentrar la atención en la profunda belleza de los aspectos más sencillos de la naturaleza como la luz, el sonido del agua y el brillo del carbón vegetal ardiendo y en la fuerza creadora del universo que se manifiesta a través del esfuerzo humano.

El objetivo de la ceremonia del té es el del budismo zen “vivir el momento”, y todo el ritual se prepara para que los sentidos se concentren en ello.

CREADO POR: Paula Ledesma Häuser

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