Chile. Los estudiantes se movilizan de nuevo

Chile. Los estudiantes se movilizan de nuevo

Hace ya más de un año que los jóvenes chilenos luchan por una profunda reforma del sistema educativo. Estos últimos días han reavivado sus protestas ocupando el edificio principal de la Universidad de Chile así como decenas de institutos en Santiago. Dispuestos a radicalizarse.

Tras varios meses en calma, los estudiantes reavivan las protestas que ocuparon los titulares en el mundo entero en 2011. Ante todo, estos jóvenes chilenos revindican una enseñanza pública gratuita y de calidad y, desde comienzos de agosto, los centros escolares emblemáticos de Santiago han sido sitiados. A raíz de los discursos radicales de sus dirigentes y de las expulsiones abusivas llevadas a cabo por la policía, los estudiantes lograron lo que querían: volver a estar en boca de todos (por la represión, la violencia y las detenciones), y demostrar a los chilenos que el gobierno de Sebastián Piñera no ha hecho prácticamente nada para mejorar el sistema educativo y que continua la represión contra la “revolución de los pingüinos” (nombre dado a los estudiantes), que provocó la muerte de Manuel Gutiérrez en 2011 (Este estudiante de 16 años fue asesinado por una disparo durante la huelga general, el 26 de agosto de 2011. Hay una investigación en curso para determinar quién le disparó). Por lo general, los adolescentes detenidos no alcanzan a penas los 15 años de edad.

Entre los sucesos que más han sorprendido a los ciudadanos y que han alentado a los estudiantes de secundaria, destaca la ocupación por la policía del principal centro escolar público chileno, el instituto nacional José Miguel Carrera. Varios presidentes (Salvador Allende y Ricardo Lagos, entre otros) estudiaron en esta escuela, que celebró hace poco su 199 aniversario. Algunos agentes estaban en el recinto día y noche para evitar que los jóvenes ocuparan el edificio, una imagen que hizo recordar a los chilenos el apogeo de la dictadura de Augusto Pinochet. El lunes 20 de agosto, tras una batalla campal entre alumnos y policía, los jóvenes consiguieron entrar en la escuela durante algunas horas. Poco después, los más temerarios fueron desalojados por la fuerza por la policía, que detuvo a 10 estudiantes además de algunos encargados/responsables y profesores, no muy lejos de la residencia presidencial. Y esto no es todo. A pocos metros de allí, los estudiantes de la Universidad de Chile tomaron el edificio principal del campus.

El 21 de agosto, todavía en el centro de Santiago, estudiantes del Instituto superior de comercio comenzaron una huelga de hambre delante de su escuela y algunos de ellos se encadenaron a la verja de la entrada. La intervención policial puso fin a la manifestación. Seguidamente, las jóvenes del instituto donde estudió (la expresidenta socialista) Michelle Bachelet, se opusieron bruscamente a las fuerzas del orden.

Este clima alborotado, reavivado por los “pingüinos”, se ha extendido a las universidades, que se arrepienten de no haber estado mejor organizadas el año pasado. La adhesión de ciudadanos al movimiento se ha debilitado, diferentes manifestaciones tienen como finalidad reavivar el movimiento al nivel que tuvo en 2011: el 20 de agosto tuvo lugar una manifestación en ropa interior, y el 22, en bicicleta. Está prevista una manifestación para este 23 de agosto, y el 25 se rendirá homenaje a Manuel Gutiérrez, el adolescente abatido por la policía en 2011.

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