Colombia, ¿ Un país con democracia?

COLOMBIA, ¿UN PAIS CON DEMOCRACIA?

     La democracia, es una forma de gobierno en la que los ciudadanos escogen a los gobernantes o dirigentes que los representarán en la conducción del país, dicha escogencia se hace a través del voto y los elegidos por mayoría deben actuar según lo indique nuestra Constitución Política de 1991 y las leyes, procurando siempre lo mejor para el país (Senado de la República de Colombia). Teniendo en cuenta la presente definición expuesta de manera clara, es posible comprender que la democracia es un mecanismo de participación del pueblo y para el pueblo.

Pero, ¿de qué manera es abordada actualmente el tema de la democracia? Un tema que compete en primer lugar a los dirigentes del Estado, así como a la población ciudadana, la cual, más que ser beneficiaria de la democracia, ha sido víctima de los mecanismos arbitrarios que se han hecho de ella, así lo indica Duncan (2014) cuando expone que “la democracia ofrece tantas garantías que aun para quienes pretenden utilizarla arbitrariamente hay espacio para reclamar sus derechos.”^[1] Este es el caso reflejado en diversas problemáticas que surgen a partir del uso inadecuado de la democracia, en el que los que directivos del poder político en muchas ocasiones pretenden tomar la democracia como un asunto selectivo, en el que el beneficio siempre pueda ser en mayor proporción a ellos, que a la ciudadanía, como aquel elemento fundamental por el cual habría surgido el término “democracia”.

De esta manera lo indica el presente significado de democracia, aportado por la Subgerencia Cultural del Banco de la República (2015) sosteniendo que “es una forma de gobierno en la que se plantea que el poder político es ejercido por los individuos pertenecientes a una misma comunidad política, es decir a los ciudadanos de una nación. La preocupación central de una democracia auténtica consiste en garantizar que todos los miembros de la sociedad tengan una posibilidad real e igual de participar en las decisiones colectivas.”^[2]

De lo anterior, podría rescatarse un elemento que podría poner en discusión los asuntos en torno a la democracia, y es el concepto de “poder político” que se supone, es propio de los ciudadanos, miembros de una nación, pero que actualmente puede verse como un término ajeno a los verdaderos actores pertenecientes de dicho concepto, y más que concepto, un derecho.

De esta manera, puede observarse la manera en que la democracia abarca un amplio cuerpo de conceptos consecuentes entre ellos, dado que, como ya fue expuesto, el tema del derecho, como elemento incluyente en la democracia, es otro que ha sido mal interpretado por los dueños irreales del poder político, llegando al punto de ser vulnerado, y puede verse claramente aún en los principios en los que se fundamenta la democracia: igualdad, libertad, constitución y representatividad.  Pero existe además un componente de fondo que no permite la el cumplimiento de dichos principios, este, visto desde la perspectiva de Ducan (2016), se ha convertido en “‘una cultura muy difundida entre nosotros’.” Se refiere entonces a la corrupción, siendo un término conocido, pero al mismo tiempo utilizado indiferenciadamente por todos, tanto dirigentes como ciudadanos.

La corrupción ha sido posible a partir de que “todos ellos tienen claro que su negocio solo puede funcionar si existe una institucionalidad laxa que evite que las leyes y normas del Estado se apliquen tal como están establecidas.” (Ducan, 2016). A partir de ello, se entiende entonces que la debilidad existente en la normatividad en el contexto colombiano, es una de las formas impulsoras para que cada vez más se reduzca la democracia verdadera, en la que los ciudadanos deben constituirse en los actores del poder político. Y como la arbitrariedad existente para determinar una democracia colombiana real, se encuentra lejana, debido además de las problemáticas sociales, es ahora actualmente más complejo responder a la pregunta que encabeza el presente trabajo: ¿un país con democracia?

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