Comunitarismo (reconocimiento-redistribución)

DOS FORMAS DE COMUNITARISMO, Y DERECHO AL RECONOCIMIENTO Y A LA REDISTRIBUCIÓN

La modernidad ha provocado, la emergencia de nuevas identidades, que en su organización crean nuevas colectividades, y por ende la redefinición de las comunidades.

Según BAUMAN, la modernización cosmopolita ha producido, dos formas diferentes para entender la comunidad/comunitarismo. La primera, es en base a la individualización de jure, que se fundamenta en la comunidad tradicional, donde los individuos se encuentran insertos en una red de vínculos, en un sentimiento fraternal de compartir y adquirir responsabilidad, en cuanto miembro de una unidad; sin embargo, actualmente esta forma tradicional, es atribuida a los “débiles”. La segunda, se platea desde la individualización de facto, y se fundamenta en la lógica práctica. Es atribuida a los triunfadores/modernos, los cuales no necesitan de la comunidad. Las relaciones se cimentan en la meritocracia, donde los individuos pueden disponer de recursos por su inteligencia y energía.

La individualización de facto, genera relaciones de subordinación y segmentación hacia quienes se muestran incapaces de desarrollar alguna habilidad, que contribuya al mantenimiento de la estructura económica. Básicamente, es el abandono del estado de bienestar, la eliminación de las garantías colectivas y la obligación fraternal como derecho sin ninguna discriminación, en razón del privilegio y estilo de vida digno de los triunfadores. Empero, aunque los poderosos no concibe la idea de prescindir de su visión meritocrática, se enfrentan al dilema de vivir en la incertidumbre, a causa de la no-pertenencia. Dilema entre la libertad (certidumbre) y el sentimiento fraternal (seguridad).

El desarrollo de la individualidad de facto, se ha impregnado en la “cultura”, pues la marginalización de los “débiles”, como ya he mencionado propicio nuevas identidades, y marco contundentemente la distinción entre ricos y pobres. Sin embargo, la ciencia moderna, se ha centrado en contrarrestar colectivos contrapuestos a las lógicas capitalistas, empero, ha obviado analizar los segmentos marginales de la sociedad, segmentos paupérrimos, resultado de las mismas dinámicas económicas.

BAUMAN, siguiendo los aportes de Kant, plantea la existencia de una comunidad censurada. Es decir, relaciona el individualismo de facto con la comunidad estética de mismidad-consenso, donde la construcción de identidad debe ser flexible y cambiante, los vínculos se reemplazan fácilmente por la pasión efímera. Dichas comunidades se consolidan en el mundo del entretenimiento tecnológico, donde celebridades, ídolos o centros de atención adquieren autoridad, y expresan sentimientos de seguridad y estabilidad entre sus seguidores. También, relaciona la individualidad de jure con la formación de comunidad ética, donde los individuos, adquieren compromiso, derechos y obligaciones. Proclaman el sentimiento fraternal vinculante, y la vez genera sentimientos de seguridad y certidumbre.

Posteriormente, BAUMAN, hace una relación directa de la comunidad ética (estabilidad-seguridad), con la modernidad sólida, y la comunidad estética, con la modernidad liquida (superficial-cambiante), teniendo en cuenta las características

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