¿Consecuencias de la pandemia y la movilización social para la agenda de los derechos humanos y de las víctimas en Colombia?

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA

FACULTAD CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

ASIGNATURA: Modulo temático. Derechos Humanos y Desplazamiento Forzado.

PRESENTADO POR: Miguel Daza Salamanca

PRESENTADO A: Marco Romero Silva

¿Consecuencias de la pandemia y la movilización social para la agenda de los derechos humanos y de las víctimas en Colombia?

Colombia a lo largo de toda su historia ha estado inmersa en una constante guerra sin sentido, la cual apenas está logrando culminar con una paz firmada, pero despreciada e incumplida por unos sectores sociales, a los cuales solo les importa el enriquecimiento a costillas del sufrimiento de las clases menos favorecidas. Es por este motivo que en este ensayo se intentará mostrar cual es la importancia de la movilización social, para el complimiento y construcción de la agenda de los derechos humanos y de las víctimas en Colombia, y como la pandemia ha sido un pretexto a que personas inescrupulosas intenten apagar la voz de la indignación de los lideres sociales que claman el fin de la guerra y por una vida digna.

Desde el inicio del gobierno del presidente Iván Duque, muchos sectores sociales estuvieron en desacuerdo frente a las políticas económicas y sociales, puesto que consideraban exageradas el aumento del IVA a los productos básicos de la canasta familiar, alegando que estos aumentos solo iban a empobrecer a las clases menos favorecidas, pues son ellos los que realmente les afecta el aumento de estos productos, asimismo, estos sectores alegaban que el actual gobierno entorpecía los acuerdos de paz con las FARC, puesto que no lograba dar una solución al aumento en los homicidios de líderes sociales (campesinos, indígenas y reinsertados exguerrilleros), y denunciaban que existía una sistematicidad en estos homicidios, como si se tratara de la erradicación de las personas no deseadas del país, a lo cual culpaban al gobierno que por omisión eran tan responsables como los que disparan las armas.

 A esta serie de problemáticas se agrega la llegada de una pandemia que pospuso y atraso la agenda de los DDHH  y las victimas en Colombia y que favoreció a que bandas criminales paulatinamente expandan el control de sus territorios, aumentando el sufrimiento de las comunidades que intentan sobreponerse de años de guerra, aumentando el número de muertes de liberes sociales, indígenas y afrodescendientes, que pese al compromiso y las mediadas “implementadas por el Gobierno y autoridades del Estado, el número de excombatientes asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz sobrepasó los 200, llegando a 210. La violencia contra quienes dejaron las armas en el contexto del Acuerdo, y contra quienes defienden los derechos humanos y los derechos de las comunidades devastadas por el conflicto, sigue siendo la amenaza más grave para la construcción de paz en Colombia.^[1]

Esta serie de problemáticas en el país, lleno de indignación a la población colombiana que decidió salir a las calles a mostrar su inconformidad, en la cual la característica de esta movilización se desarrolló en sentido y practica desde el lema de la no violencia, este lenguaje desubica a los guerreros, pues no es el lenguaje de las armas, ni el de los discursos, ni el del hacer la política tradicional, ni el del poder reconocido^[2], pues es un clamor de un pueblo que esta cansado de años de guerra y que considera que es el momento de un cambio sustancial para la no repetición del conflicto. Solo basta con recordar el grito de aquellos jóvenes, madres y padres que les gritaban a las fuerzas del ESMAD no a la violencia, demostrándoles que existe otro camino, el cual es el camino de la paz.

Este lema de no a la violencia, llega a los lugares del país que están más heridos, para intentar mostrarles a sus habitantes que no están solos, que toda Colombia está indignada, que se pueden crear otro tipo de dialogo que permita construir otras maneras de interrelaciones, pues, aunque Colombia sea un país pluriétnico y multicultural, todos somos Colombia y desde la unión, se puede destruir esas lógicas preestablecidas de destruir al diferente, al que sobra, al no logra entender que esta diversidad es la que permite la construcción de una Colombia digna, esto mediante la creación de una nueva cultura que dice no a la guerra.

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