Crisis golpea economía de emprendedores e independientes en Cusco
Enviado por miriam_hl • 15 de Julio de 2021 • Ensayos • 340 Palabras (2 Páginas) • 71 Visitas
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Crisis golpea economía de emprendedores e independientes en Cusco
El 43.7% de la Población Económica Activa (PEA) cusqueña depende de una actividad económica o ejerce una profesión u oficio. El futuro de los microempresarios es incierto, ellos generan puestos de trabajo y la situación actual los dejo en una severa crisis económica.
Glenda Ugarte Peña es propietaria del snack Antojitos en Santo Tomas-Chumbivilcas su negocio lleva dieciocho días cerrado debido a que cumplen estrictamente la cuarentena decretada por el Gobierno para contener la pandemia.
Los ingresos dependen de la venta diaria de su negocio, así como también el sueldo de once personas. La situación actual significa para todos los emprendedores como Glenda inestabilidad económica ya que la falta de ingresos no permite cumplir con las obligaciones financieras.
Aproximadamente la mitad de la población cusqueña es independiente debido a que dependen de una actividad económica o de una profesión u oficio. Siendo las principales las de servicios en 29.6% y de comercio con un 15.8%. En Cusco existen un promedio de 2500 microempresas formales. Glenda es parte de una de ellas, por otro lado, Luis un padre de familia que es taxista desempleado y su economía depende del trabajo diario que realiza y que debido al aislamiento social se encuentra sin generar ingresos algo que es muy grave para su familia ya que no tienen lo necesario para cubrir con sus gastos mensuales y no cuenta con apoyo del gobierno
Cómo ven el futuro
La joven Glenda Ugarte Peña espera medidas estatales concretas a favor de los emprendedores. Quizás un fondo económico como salvavidas para los microempresarios y créditos a bajos intereses.
El futuro a corto plazo es para ella uno de deudas pendientes, escasez de ingresos y recesión. En el mediano y largo plazo, siendo optimista, espera que todo vuelva a la normalidad.
Luis espera el fin del aislamiento para trabajar más de 15 horas diarias más de lo que hacía antes. En sus palabras llenas de realismo también hay desesperanza: “seguir trabajando y generando mi propio futuro, porque del Estado no espero nada”.
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