Critica hacia el concepto "Vivienda digna"

Vivienda digna

18,2 millones de personas no tienen vivienda digna

Dentro de una concisa cantidad de personas que se ven afectadas por todo lo causado en el 2020 se encuentran aquellas que están viviendo una situación decadente debido al el déficit habitable hablando  de manera muy cualitativa, la cual representa el número de viviendas existentes que tienen deficiencias en la estructura del piso, espacio de cocina, disponibilidad de servicios públicos domiciliarios, y condiciones de hacinamiento mitigable  y, que por lo tanto estas personas  requieren de dotación de servicios públicos y un mejoramiento en la unidad habitacional.

 A medida que los hogares colombianos van creciendo desde el año 2005 con un porcentaje de 11% y en 2018 con un alza del 18%, las unidades habitacionales se ven en mayor deficiencia todo a causa de un diseño pobre que cubre con la simple necesidad de albergar y dar techo a una amplia familia de 5 o más personas por metro cuadrado y cabe aclarar que estas unidades habitacionales no exceden desde los 30 o 40 m2, siendo esta una cifra muy optimista.

Una de las situaciones más preocupantes sobresale en gran medida por la mala distribución del ingreso en el país. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), el 73% de los hogares colombianos tiene ingresos inferiores a cuatro salarios mínimos, buena parte del cual está en el sector informal; un 17% dispone de ingresos entre cuatro y ocho salarios mínimos, y el 10% restante cuenta con más de ocho salarios mínimos. Estos dos últimos grupos se caracterizan por ser urbanos y con actividad económica formal. Esto solo nos deja con una duda más grande, si en verdad Colombia cuenta con una gestión adecuada a la hora de considerar vivienda digna ante todo este fallo contractual y más aún si para el año 2020 fue una coalición monumental a la hora de conseguir vivienda con el aumento de residentes ajenos como los son las personas provenientes del país vecino Venezuela.

Como profesionales en el sector de la construcción y como participes de una sociedad que quiere un cambio económico-social enfocar nuestro interés en una solución proactiva mediante las buenas prácticas en gestión y desarrollo.

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