Declaración de Principios Éticos en Trabajo Social y nuestro aporte en demandas actuales

Declaración de Principios Éticos en Trabajo Social y nuestro aporte en demandas actuales

Gabriela Olave P.

Técnico en Trabajo Social

AIEP

 Declaración de Principios Éticos en Trabajo Social y nuestro aporte en demandas actuales

La brusquedad de las protestas, la ira que se derramaba por las calles todos los días, podría haber sido sorprendente en cualquier lugar. Pero en el país a menudo elogiado como la gran historia de éxito económico de América Latina, ha conmocionado al mundo.

Durante más de un mes, Chile ha estado en agitación. Un  solo día, más de un millón de personas salieron a las calles de Santiago, la capital. Quizás las únicas personas que no se sorprenden somos nosotros, los chilenos. En el caos, ven un ajuste de cuentas. La promesa que los líderes políticos de la izquierda y la derecha han hecho durante décadas (que los mercados libres conducirían a la prosperidad y la prosperidad se encargaría de otros problemas) les ha fallado. "Chile despertó", miles de manifestantes corearon un domingo por la tarde reciente en el Parque O 'Higgins de Santiago.

Por un tiempo, la promesa parecía estar funcionando. El país pasó de la dictadura a la democracia en 1990, y siguieron décadas de crecimiento económico y democracia, con un gobierno reemplazando pacíficamente a otro. Pero ese crecimiento no llegó a todos los chilenos.

La desigualdad sigue profundamente arraigada. La clase media de Chile está luchando con los altos precios, los bajos salarios y un sistema de jubilación privatizado que deja a muchas personas mayores en una pobreza extrema. Y una serie de escándalos de corrupción y evasión fiscal han erosionado la fe en la élite política y corporativa del país.

Esta es una especie de crisis de legitimidad", dijo Cristóbal Rovira Kaltwasser, cientista político de la Universidad Diego Portales de Santiago. "La gente comienza a decir:" Ok, ¿por qué tenemos que pagar eso y los muy ricos no pagan su parte justa? "

"Y al mismo tiempo, tenemos una clase política que está totalmente fuera de contacto", agregó Kaltwasser. En un intento por restablecer el orden, el presidente Sebastián Piñera desechó el aumento  en la tarifa del metro que desencadenó las manifestaciones iniciales. Luego desplegó a los militares en las calles por primera vez desde la transición del país a la democracia. Cuando eso no calmó las protestas, Piñera fue a la televisión para pedir perdón y prometer pensiones más altas, una mejor cobertura de salud, mayores impuestos para los ricos y recortes salariales para los políticos. Más tarde, le pidió a su gabinete que renunciara.

Pero los manifestantes no estaban convencidos.

 A lo largo de este ensayo, daré a conocer algunos de los principios éticos en los cuales se basa el Trabajo Social que considero que han sido vulnerados por el Estado Chileno y cómo afecta en la crisis social actual en nuestro país.

La conciencia ética es una parte necesaria de la práctica profesional de cualquier trabajador social. Su capacidad de actuar éticamente es un aspecto esencial de la calidad del servicio ofrecido a los clientes.

La base para un mayor desarrollo del trabajo de ética se encuentra en "Ética del trabajo social - Principios y estándares" que consta de dos documentos, Declaración internacional de principios éticos del trabajo social y Estándares éticos internacionales para trabajadores sociales . Estos documentos presentan los principios éticos básicos de la profesión del trabajo social, recomiendan procedimientos cuando el trabajo presenta dilemas éticos y tratan la relación de la profesión y el trabajador social individual con clientes, colegas y otros en el campo.

Los propósitos de la Declaración Internacional de Principios Éticos son:

• Formular un conjunto de principios básicos para el trabajo social, que puedan adaptarse a entornos culturales y sociales.
• Identificar áreas problemáticas éticas en la práctica del trabajo social
• Proporcionar orientación sobre la elección de métodos para tratar problemas / problemas éticos

1. Reconocer la Dignidad Inherente a la Humanidad

Sin duda alguna que la dignidad es un tremendo valor y es inherente a a todos los  seres humanos; todos nacen con eso. El respeto, por otro lado, se gana a través de las propias acciones.

La dignidad humana es el reconocimiento que los seres humanos poseen un valor especial intrínseco a su humanidad y, como tales, son dignos de respeto simplemente porque son seres humanos .Por lo tanto, cada ser humano, independientemente de su edad, capacidad, estado, género, etnia, etc., debe ser tratado con respeto. Acorde a la crisis social que hay en Chile actualmente, muchos derechos se han visto vulnerados y pasados a llevar por parte de Instituciones que debiesen promover el orden y el respeto mutuo.

Se produce una vulneración de los derechos económicos, sociales y culturales cuando un Estado incumple sus obligaciones de garantizar que se disfruten sin discriminación o su obligación de respetarlos, protegerlos y cumplirlos. A menudo, una violación de uno de los derechos está vinculada a una violación de otros derechos.

Un ejemplo de vulneración, que está latente actualmente es que, según las demandas del pueblo chileno, el Estado está pasando a llevar un derecho básico; No garantizar un salario mínimo suficiente para una vida digna (derechos en el trabajo). Ya que el sueldo mínimo es insuficiente y no alcanza para cubrir las necesidades básicas de la vida actual.

1.  Promover los Derechos Humanos

Los objetivos de los equipos de derechos humanos son:

• Contribuir a la protección y promoción de los derechos humanos a través de acciones tanto inmediatas como a largo plazo;
• Empoderar a la población para hacer valer y reclamar sus derechos humanos;
• Permitir que el Estado y otras instituciones nacionales implementen sus obligaciones de derechos humanos y respeten el estado de derecho.

Sin embargo, existen evidencias que demuestran que existen y han existido violaciones a los derechos humanos desde hace mucho tiempo en Chile.

Los problemas relacionados con los derechos humanos en Chile incluyen la discriminación contra las poblaciones indígenas; violencia social y discriminación contra mujeres, niños y personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT); trabajo infantil; y duras condiciones de prisión y tortura. Otras preocupaciones de derechos humanos en el país incluyen el uso excesivo de la fuerza y ​​el abuso por parte de las fuerzas de seguridad, informes aislados de corrupción gubernamental y antisemitismo. Las autoridades generalmente mantienen un control efectivo sobre las fuerzas de seguridad. Sin embargo, las fuerzas de seguridad ocasionalmente cometen abusos contra los derechos humanos. El gobierno generalmente toma medidas para procesar a los funcionarios que cometen abusos. Sin embargo, muchas organizaciones de derechos humanos sostienen que los funcionarios de seguridad acusados ​​de cometer abusos tienen impunidad.

Las violaciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas militares y de seguridad en Chile fueron generalizadas durante el gobierno del general Augusto Pinochet (1973-1990). Las estimaciones del número de muertos y "desaparecidos" durante el régimen de Pinochet alcanzan los 17,000 según cifras recopiladas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

1.  Promover la Justicia Social y Tratar a la Gente como Personas en su totalidad

Las continuas protestas estudiantiles en Chile son un logro inquebrantable destinado a combatir la injusticia social que acribilla el sistema educativo del país. Lo que comenzó como una serie de protestas pacíficas se ha convertido en una manifestación de unidad entre estudiantes, artistas y gran parte de la población en general en una postura que desafía la posición actual del gobierno con respecto a la clase social, la diferencia cultural y la división política con respecto a la educación. Al asumir el poder en un golpe militar que derrocó al presidente Salvador Allende, el general Augusto Pinochet implementó una serie de políticas que deletrearon la pobreza para la clase trabajadora. Hasta el día de hoy, los restos de la dictadura militar son evidentes en Chile. Por consejo de Milton Friedman, Pinochet alteró el sistema educativo en Chile. La responsabilidad de la educación pública fue transferida del Ministerio de Educación a los municipios públicos. Las escuelas privadas fueron financiadas por el sistema de cupones en proporción a la matrícula de estudiantes. Las familias de élite comenzaron a inscribir a sus hijos en las escuelas que cobraron por la inscripción. No se hizo ningún esfuerzo en nombre del gobierno para mejorar el plan de estudios, la calidad de la educación o la gestión, lo que resultó en una sociedad que, durante décadas, tuvo que lidiar con la división de clase social dentro de la educación.

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