Derechos Humanos
reynazuniga5 de Noviembre de 2013
15.261 Palabras (62 Páginas)264 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE HONDURAS
FACULTAD DE HUMANIDADES Y ARTES
ESCUELA DE PEDAGOGIA
ASIGNATURA:
EDUCACION Y SOCIEDAD LATINOAMERICANA
“TALLER DE DERECHOS HUMANOS”
SECCION:
1400
CATEDRATICO:
LIC. ANGEL ALVARADO
INTEGRANTES:
HELEN JAKELINE CARCAMO CRUZ 20091001594
FECHA: 16/MAYO/2013
INTRODUCCION
En el presente informe daremos a conocer la declaración universal de los derechos humanos según el resultado de la creación de las organizaciones unidas, la declaración y relevancia de la declaración universal, el contenido de la declaración universal, las características de los derechos humanos, los derechos de tercera generación, los derechos individuales y los derechos colectivos, los derechos y deberes, la oposición a la declaración universal, documentos de las naciones unidades de la declaración universal de los derechos humanos, historia de los derechos humanos en el siglo XX, definiciones en el documento de las naciones unidas, el articulo 6; el reconocimiento de la personería jurídica, articulo 10 y 11; juicios justos e imparciales, articulo 21; derecho al voto y tipos de sufragio,
OBJETIVOS
Fomentar el conocimiento de los derechos humanos en los alumnos de la asignatura de sociedad latinoamericana.
Motivar acerca de los deberes y derechos que tenemos como seres humanos y ciudadanos de un país.
Conocer el origen e historia de los derechos humanos, el origen de la declaración universal y la relevancia e influencia que tienen.
ORIGEN DE LA DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Tras la Segunda Guerra Mundial, la necesidad de un organismo internacional que promoviera relaciones internacionales más justas y menos conflictivas era patente. El resultado fue la creación de la Organización de las Naciones Unidas (heredera de la antigua Sociedad de Naciones, fundada en 1919, al final de la Primera Guerra Mundial). Con la firma de la Carta de las Naciones Unidas por parte de 51 estados en San Francisco en 1945, la nueva organización inició su singladura.
En la Carta de las Naciones Unidas se hacen ya referencias concretas a los derechos humanos. En el preámbulo se pone de manifiesto la resolución de sus integrantes a "...reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres...". Y en el primero de sus artículos se menciona como uno de los objetivos de la nueva organización "...el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión".
En la medida que uno de los objetivos fundacionales de las Naciones Unidas era fomentar el respeto de los derechos humanos, en 1946 se creó la Comisión de Derechos Humanos (dentro del Consejo Económico y Social). El primer trabajo de la Comisión fue el encargo de un proyecto de Declaración sobre Derechos Humanos, a un equipo formada por ocho personas, presidido por Eleanor Roosevelt (Estados Unidos) y con René Cassin (Francia) como vicepresidente, el cual tuvo una influencia determinante en el redactado final de la Declaración.
Además de los contenidos, uno de los grandes motivos de debate fue que incluyera o no instrumentos que obligaran a su cumplimiento, un debate que finalmente perdieron los partidarios de que tuviera un carácter vinculante a través de una Convención que contemplara medidas para la aplicación real de los principios proclamados en la Declaración (el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales no se firmaron hasta 1966, y no entraron en vigor hasta 1976).
En las largas negociaciones hacia el texto final, los representantes de los países capitalistas insistían en la importancia de los derechos y libertades individuales, mientras que las delegaciones de los países comunistas incidían sobre los derechos de tipo social y económico. Tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, el enfrentamiento ideológico entre capitalismo y comunismo (conocido como la Guerra Fría) estaba en una fase creciente y dificultaba el consenso.
Otros focos de oposición fueron las posturas de Sudáfrica, en la medida que su sistema de segregación racial era incompatible con distintos artículos de la Declaración, y la de Arabia Saudita, que argumentaba que la Declaración se basaba en modelos culturales occidentales, en ocasiones de difícil conjugación con la Ley Islámica.
Tras dos años de propuestas y modificaciones, el 10 de diciembre de 1948 se presentó el texto definitivo para su aprobación a la Asamblea General de las Naciones Unidas. La Unión Soviética y algunos países de su área de influencia (más Arabia Saudita y Sudáfrica) se abstuvieron durante la votación, y el texto fue aprobado por gran mayoría (48 votos a favor, 8 abstenciones y ningún voto en contra).
La redacción y aprobación de la Declaración no sólo era consecuencia de los horrores ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial, era también el resultado de siglos de lentos avances en materia de derechos humanos. Su precedente más notable sin duda era la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789.
"Es necesario reconocer que esa larga marcha por los derechos humanos no se inicia en 1948. Dio comienzo con la historia de la civilización. Una parte de la humanidad no ha dejado de combatir nunca por la plena libertad y por la justicia más completa. ¿Cómo no tener un recuerdo para los padres y animadores del espíritu liberador de la Revolución Francesa? Pero, sin duda alguna, este proceso se acelera a partir de 1948, cuando la idea etérea y controvertida de los derechos naturales o de las ideologías emancipadoras se escribe, negro sobre blanco, en forma de preceptos de validez universal."
Francesc Casares. La Declaración Universal de Derechos Humanos cincuenta años después [La Declaración Universal de los Derechos Humanos. Asociación para las Naciones Unidas en España / Icaria Editorial]
"Algunos momentos de la historia de la humanidad revisten una grandeza que, si bien no redime las atrocidades que han manchado y que siguen mancillando las páginas del libro que escribimos día a día, permite mantener encendida en el corazón de los hombres la llama de la esperanza y del optimismo sin la cual la palabra «futuro» carecería de sentido. La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, es uno de esos grandes momentos. Es la mejor demostración de que, en esencia, el hombre sigue siendo no sólo capaz de lo peor, sino también de lo mejor."
Boutros Boutros-Ghali. Los derechos humanos en el siglo XXI. Ediciones Unesco / Icaria Editorial
RELEVANCIA E INFLUENCIA DE LA DECLARACIÓN UNIVERSAL
¿A qué obliga la Declaración Universal de los Derechos Humanos?
En principio, a nada. Como su nombre indica, la Declaración Universal es una relación de intenciones, pero desprovista de fuerza jurídica. En su preámbulo queda patente esta característica, refiriéndose a su contenido como "ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades". Su texto "insta al esfuerzo", pero no incluye mecanismos que obliguen al cumplimiento de sus contenidos.
¿Si la Declaración Universal de los Derechos Humanos no es vinculante, de qué sirve?
Su valor y utilidad se manifiesta en distintos ámbitos:
1-Como referente ético internacional.
2-Como referente de posteriores documentos de las Naciones Unidas.
3-Como referente para distintos documentos regionales sobre derechos humanos.
4-Como referente para las constituciones nacionales que se han ido aprobando.
1-Como referente ético internacional.
La Declaración Universal es el primer documento de la historia de la humanidad, aprobado por la comunidad internacional, que considera a todos los seres humanos libres, iguales y con los mismos derechos, sea cual sea su nacionalidad, raza, condición social, sexo, religión... Este hecho, sin precedentes, es de una trascendencia inmensa.
Que no tenga carácter jurídicamente vinculante no quiere decir que su incumplimiento no importe ni afecte a la comunidad internacional. Su peso moral dentro de la comunidad internacional no ha dejado de crecer con el paso del tiempo. Además, dentro del mismo país los ciudadanos también pueden esgrimir los principios de la Declaración Universal contra sus propios Gobiernos, cuando estos no los respetan. En cualquier caso, la Declaración Universal es una exhortación, una llamada, a la posterior elevación de sus contenidos al ámbito jurídico (nacional o internacional), convirtiéndolos entonces en vinculantes.
"Durante las próximas décadas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos será cada vez más el criterio con el que se juzgarán las sociedades y se evaluará la gestión de sus gobiernos."
...