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Desastres Naturales

dendropanax20 de Septiembre de 2011

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Capítulo 10.

DESASTRES NATURALES

· Introducción.

· Desastres meteorológicos.

· Desastres geomorfológicos-geológicos.

· Otros desastres naturales.

· Parámetros y plazos para el establecimiento de las fases.

· Principales medidas para la protección de la población y la economía.

Introducción

Dada la posición geográfica de nuestro archipiélago en el Mar

Caribe, considerada la cuarta región mundial de formación de

ciclones tropicales; ubicación también cercana a la zona

sismogeneradora originada por el contacto entre la placa del Caribe

y Norteamérica y dada las características de nuestro clima, que

es tropical húmedo, tenemos las condiciones propicias para el

desarrollo de situaciones de desastres de origen natural.

Los desastres naturales son los que con más frecuencia afectan

nuestro país y dentro de ellos principalmente los

hidrometeorológicos. Ya habíamos definido el concepto de

desastre como un evento de la suficiente magnitud, que altera la

estructura básica y el funcionamiento normal de una sociedad o

comunidad, ocasionando víctimas y daños o pérdidas de bienes

materiales, infraestructura, servicios esenciales o medios de

sustento a escala o dimensión más allá de la capacidad normal de

las comunidades o instituciones afectadas para enfrentarlas sin

ayuda. También se considera si existe una perturbación ecológica

abrumadora que acaece a escala suficiente para que se necesite

auxilio. Se consideran desastres naturales a los fenómenos

que no son producidos por la acción directa del hombre.

Se clasifican en:

Meteorológicos.

• Ciclones y huracanes tropicales.

• Inundaciones.

• Sequía.

• Tormentas locales severas (eléctricas, tornados, trombas

marinas, granizos).

• Tormentas de polvo.

• Borrascas.

Geomorfológicos- Geológicos.

• Terremotos y tsunamis.

• Erupciones volcánicas.

• Avalanchas de nieve.

• Glaciales.

• Hundimientos.

• Contaminación del agua.

• Quema de carbón.

• Erosión costera.

Ecológicos.

• Malas cosechas.

• Plagas de insectos.

• Declive de arrecifes de coral.

Medio ambiente.

• Lluvia ácida.

• Atmosféricos.

• Contaminación.

• Efecto invernadero.

• Aumento del nivel del mar.

• Efecto del fenómeno “El Niño”.

• Descenso de la capa de ozono.

Extraterrestres.

• Impacto asteroide.

• Aurora boreal.

De todos los anteriores podemos resumir que los ciclones

tropicales, las intensas lluvias, las penetraciones del mar, las

tormentas locales severas y las intensas sequías son las que

históricamente más han afectado nuestro país.

Desastres meteorológicos

Ciclones tropicales

A lo largo del tiempo, la palabra “huracán” ha tenido varios

significados entre diferentes tribus. El dios maya del mal tiempo

se llamaba “Huraken”; la tribu Quechua le decía “Hurakan” al

dios de los truenos y rayos, los taínos llamaban al dios del mal

“Juracán”; en una tribu haitiana “huracán” significaba “espíritu

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maligno”, los indios Galibi de las Guayanas Francesa y Holandesa

usaban la palabra “Hyroacan” para los demonios; otras palabras

que utilizaban los Indios Caribes para huracán eran “Aracan”,

“Urican” y “Huiranyucan” que significaban viento poderoso y

viento fuerte.

Cuba es azotada por ciclones tropicales con una frecuencia

importante desde junio hasta noviembre, aunque la afectación

de huracanes se concentra principalmente en agosto, septiembre

y octubre. La mayor parte de ellos se originan, según las

estadísticas, en el mar Caribe Occidental. Para la cuenca del atlántico

(Mar Caribe, Golfo de México y Atlántico norte) la temporada ciclónica

se extiende desde el primero de junio al 30 de noviembre. La

región del país expuesta a mayor peligro de ciclones tropicales es

la comprendida desde Pinar del Río hasta Villa Clara incluyendo

al municipio especial Isla de la Juventud.

Clasificación de los ciclones tropicales.

• Depresión tropical: Vientos < 63 Km/h.

• Tormenta tropical: Vientos de 63 - 117 Km/h.

• Huracán: Vientos ≥ 118 Km/h.

Escala de Saffir-Simpson para huracanes.

Fenómenos que acompañan a los ciclones tropicales.

Los elementos más peligrosos en un ciclón tropical son:

Los vientos: Alcanzan su máxima velocidad cerca del centro

del ciclón donde pueden llegar hasta más de 200 Km. por hora,

las rachas de 2 a 3 seg. de duración alcanzan hasta 1,5 veces el

valor del viento sostenido, las condiciones locales y los tornados

aumentan considerablemente el viento y los objetos volantes

pueden convertirse en proyectiles que ocasionan también daños.

El viento en los edificios altos puede ser superior a los definidos

para la categoría de la escala Saffir-Simpson que presenta el ciclón.

Las penetraciones del mar: Puede ser por “marejada de

surgencia” (olas por el viento), que es un domo de agua impulsado

hacia la costa por los vientos del huracán (pueden alcanzar 7 metros

de altura y tener 80-160 Km de ancho) o por la “marea de tormenta”

que es una combinación de la marejada de surgencia y la marea

normal con una elevación del nivel del mar que barre la costa al

tocar tierra el centro del huracán. Se produce en costas de aguas

poco profundas hasta 180 Km a la derecha del punto de entrada

a tierra del centro del huracán

Las lluvias intensas: No dependen de la intensidad del

ciclón tropical, se incrementan con el movimiento lento o errático

del evento y con el contacto con zonas montañosas.

Estos tres factores producen debilitamiento de la

infraestructura, pérdida de sustento y destrucción de los

programas de salud, además constituyen una amenaza para la

ocurrencia de enfermedades que se exacerban con el deterioro de

las condiciones ambientales. Con los vientos el número de

muertes suele ser escaso y las lesiones relativamente menores,

aunque la situación pudiera complicarse por desastres secundarios

debido a inundaciones o crecidas del mar. Las alertas o

advertencias eficaces previas a la llegada de los vientos limitan la

morbilidad y la mortalidad

Las inundaciones repentinas y las crecidas del mar, aunque

suelen acompañarse de escasas lesiones graves, causan una gran

mortalidad; la mayoría de las defunciones se deben a

ahogamientos que son más comunes entre los miembros más

vulnerables de la población y a las inundaciones de lodo. Estas

inundaciones que acompañan a las lluvias se producen en zonas

bajas, representan una gran amenaza para la vida humana y animal,

provocan daños en las viviendas, afectaciones en redes

eléctricas y telefónicas y daños en la infraestructura económica.

Efectos adversos típicos:

Daño físico: Pérdida y daño de estructuras por la fuerza del

viento, inundaciones, oleaje de borrasca y deslizamientos de tierra.

Víctimas: Pueden ser causadas por derrumbes, objetos volantes,

inundaciones etc. La contaminación del suministro de agua puede

conducir a brotes de enfermedad de transmisión digestiva.

Suministro de agua: El agua de pozo se puede contaminar

por las aguas de la inundación.

Cultivos y suministro de alimentos: Los vientos fuertes y

la lluvia arruinan los cultivos permanentes, plantaciones de árboles

y abastecimiento de alimentos.

Comunicaciones y logística: Es posible que se produzca

interrupción seria ya que los vientos derriban las líneas telefónicas,

antenas y discos de satélites. El transporte puede verse restringido.

Medidas de prevención:

• El lugar más peligroso es la costa, así que si podemos nos

mantendremos alejados de ella.

• Si vivimos en una zona propensa a estos fenómenos

meteorológicos tendremos preparada una serie de tablas

que nos permitan tapiar las ventanas si es necesario.

• Eliminaremos de nuestro jardín, sembrados, ventanas,

etc. todo tipo de objetos que puedan ser arrastrados por

el viento: Macetas, herramientas, juguetes, adornos.

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• Permaneceremos en nuestra casa si es lo suficientemente

sólida. El sótano o bajo la escalera suelen ser los lugares

más seguros.

• El interior de los vehículos no suele ser demasiado seguro,

es preferible refuguiarse debajo de estos.

• Si estamos en el exterior y no hay una cueva donde

guarecernos, nos tumbaremos en una zanja. Si no hay

nada mejor nos tumbaremos boca abajo lo más pegados

posible al suelo y nos arrastraremos en busca de un

refugio sólido, como unas rocas.

• Si el ojo del huracán pasa por encima de nosotros se

producirá un período de calma que puede durar

...

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