Desborde popular y crisis del estado. Lima: Instituto de estudios peruanos

Las migraciones sociales ocurrida a partir de la década del 50 fueron motivadas por razones políticas, económicas y sociales. ¿Crees que, en la actualidad, existen consecuencias sociales por dichas migraciones? Explica si existen o no dichas consecuencias sociales

Las migraciones sociales ocurrida a partir de la década del 50 fueron motivadas por razones políticas, económicas y sociales. ¿Crees que, en la actualidad, existen consecuencias sociales por dichas migraciones? Explica si existen o no dichas consecuencias sociales.

La migración social desde la década de 1950 tuvo inicialmente un impacto positivo en el país, especialmente en la capital Lima. Sin embargo, actualmente han tenido un gran impacto, la mayor parte de la población emigró a la capital, convirtiéndola en el centro económico del país, por lo que la capital no solo está superpoblada, sino también en mejores condiciones económicas porque puede expandir el comercio y los servicios: ¿Crees que, en la actualidad, existen consecuencias sociales por dichas migraciones? Si, A continuación, presentaremos nuestra postura.

La migración de los Andes tuvo un gran auge en la capital, y luego la población aumentó, y con el paso de los años también aumentó el porcentaje de pobladores en la costa del Perú.

Según Matos (1984): De acuerdo al censo de 1940 el 17% de la población total vivía en las ciudades de más de 20,000 habitantes y en   1961, según el censo del mismo año era del 23% Es decir, en 21 años, más de las tres cuartas partes de la población vivía o estaba francamente adscrita al campo o en centros poblados de muy estrecha relación con el mundo rural. (p. 32)

Por lo tanto, esto nos hace pensar que fue bueno la migración interna de la población de las provincias, ya que nos da una enseñanza de superación, que, si el gobierno no te toma en cuenta, entonces uno hay que hacer que nuestra voz sea escuchada, claro, de forma pacífica, Por   un   lado, al llegar   a   la   capital   estaba   denominado   por   las pretensiones burguesas de un estilo oligárquico. Y en la ciudad al campesino le decían “serrano o indio”, que era el pueblo que había que culturalizar. (Matos, 1984, p. 32)

Bibliografía:

Mato, J. (1984). Desborde popular y crisis del estado. Lima: Instituto de estudios peruanos.

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