Discurso Licenciatura

Protocolo:

,queridas alumnas que hoy egresan.

Para quien se despide hoy de ustedes, a nombre de las profesoras y profesores de este colegio, es un día muy especial, por la trascendencia que en la vida tiene cerrar una puerta, que les comunica con el mundo exterior, el cual conocen pero que todavía no son parte integra de él.

En este día se concluye un extenso período escolar, en el que se cristaliza el sueño de muchas y por supuesto el de nosotros como educadores.

La mayoría de ustedes, llego a nosotros en kinder y las que ingresaron después, lo hicieron en busca de una respuesta educativa diferente. Pero todas tienen algo en común, obtener las herramientas que les permitirá en la vida futura, desenvolverse correctamente y ser un aporte para la sociedad en la cual nos toca vivir.

Quien les habla siente su partida, porque siempre es triste y riesgoso dejar el nido, para volar por si mismas, pero más triste puede ser no atreverse, el quedarse en el intento, por temor o por falta de confianza.

Como profesional, esposa y madre, interpreto no solo la felicidad que tienen ustedes en este momento crucial, sino también la de sus padres, apoderados y familia, que ven igual que nosotros, la tarea cumplida, en donde la formación valórica fue una de nuestras máximas preocupaciones.

Queridas alumnas, entre las cosas que todo ser humano se debe plantear, es transcender en el tiempo y en el espacio, lo que implica dejar huella de sí, que les permite al volver la vista atrás, tener la certeza que están en condiciones de convertirse, en profesionales, esposas y madres exitosas.

Como colegio religioso, deben reconocer el aporte que la congregación de la Purísima Concepción, les ha entregado durante estos trece años de paso por nuestras aulas, ya que sin el sostén de la fe, no serían las señoritas, en la cual se han convertido.

Dios y María, nuestra buena madre, las acompañara siempre, por cuanto ante la inquietud, el temor y la desilusión, vuelquen hacia ellos su mirada, porque siempre estarán con ustedes. Como adolescentes que todavía no completan su madurez psico-física, la fe, les ayudara a lograr la paz, felicidad y entereza que todo ser humano anhela en la vida.

A nombre de los profesores y del mío propio, hacemos votos porque se cumplan todos vuestros anhelos, ya que directa o indirectamente, también son los nuestros.

Tenemos conciencia de haber entregado lo mejor, por tanto esperamos de todo corazón, que cuando vuelvan, porque así será, encontraran la puerta siempre abierta, y juntos seremos capaces de alegrarnos de sus logros. Los cuales representan el grano de arena que entregan a la sociedad y de la cual todos los presentes nos sentimos parte, como comunidad educativa.

El adiós cuesta, pero es necesario, por tanto nos quedamos con un hasta pronto.

¡ Las queremos ¡

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