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Discurso

ManuelricoInforme20 de Mayo de 2013

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Guadalajara, Jal., 28 de febrero de 2013

Versión estenográfica del discurso del Profesor Juan Díaz de la Torre, Presidente del Consejo General Sindical para el Fortalecimiento de la Educación Pública, al concluir la XXXVI Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional del SNTE.

Con el permiso de los integrantes de las mesas de los debates y de todos y cada uno de los integrantes de nuestro Consejo Nacional.

He repetido en algunas otras ocasiones que nadie puede querer lo que no conoce. Quienes nos hemos forjado a partir de nuestra incorporación al Sistema de Educación Pública de este país y que independientemente de que con ese hecho pasamos a ser parte de nuestra organización sindical, asumimos con responsabilidad ese extraordinario privilegio, el privilegio primero de lo que hoy muchos nos critican, el que por ser quienes somos, por nuestro origen social requerimos de la organización para en el colectivo asumir nuestras causas, nuestras reivindicaciones por la dignificación de la educación pública y de los trabajadores que entregan la vida todos los días al servicio de la patria, atendiendo lo que es más sagrado e importante para todos los padres de familia: sus niños, sus jóvenes.

Este proceso de lo colectivo está siendo o intentando ponerse en el banquillo de los acusados, por aquellos que nunca han tenido necesidad de que alguien los represente, porque en muchos casos su origen social les ha dado condición económica que no requieren de eso.

La clase trabajadora de este país a la que orgullosamente pertenecemos los trabajadores de la educación, asume con transparencia y con claridad que reconocer a los viejos sindicalistas que le dieron contenido en 1943 al nacimiento del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, merecen con nuestra conducta ser honrados y rendir honor a aquellos que nos dieron esta organización sindical que representa los intereses de los trabajadores y sus causas por el mejoramiento de nuestras condiciones de vida y de nuestras familias, aspiración a la que no vamos a renunciar; por el contrario, preservar en la unidad esa posibilidad.

Pero al mismo tiempo no hemos sido egoístas y desde hace muchos años, particularmente desde nuestro Congreso en Tonatico, Estado de México, asumimos visionariamente que no sólo deberíamos consolidar el carácter nacional y unitario de nuestro sindicato, preservar y consolidar el carácter democrático, el reconocimiento al Frente Amplio con el que nació nuestro sindicato en el 43.

28 de febrero de 2013

Entender que como los dedos de una mano, y como en toda familia, tenemos diferencias por geografía, por formación profesional y por muchos otros factores, pero la conciencia sindical prevalece en todos y cada uno de nosotros y por eso, además de consolidar ese carácter y fortalecer su democracia, decidimos en Tonatico, Estado de México, que teníamos que ir a la siguiente etapa de la lucha de nuestra organización sindical y su vinculación con las causas de los mexicanos, y esa fue acreditar en los hechos nuestro derecho a presentar alternativas y propuestas para el mejoramiento de la calidad de la educación del sistema de educación pública.

Y lo hemos asumido con responsabilidad, quienes tenemos el privilegio de tener un puesto transitorio en la dirigencia, dando la pelea por las causas y los derechos y las conquistas de los trabajadores, de nuestros compañeros, y los que no tienen un cargo de dirección sindical, dando la pelea todos los días en las aulas, al lado de nuestras comunidades, al lado de los padres de familia, y fundamentalmente teniendo claridad de que, para quienes tenemos el privilegio de ser maestros, y en miles de casos, me atrevo a decir en cientos de miles de casos, que por nuestra propia decisión y con nuestros propios recursos, cientos de miles de maestros han ido a su profesionalización, y son miles que con sus recursos se incorporan a los diplomados, a las maestrías, a los doctorados, a las especializaciones, pagándolo, porque sabemos que el reclamo y el imperativo de la sociedad es que seamos mejores, y simplemente, si solo fuera esa la razón, es por la que la dirigencia asumió desde entonces que nuestra capacidad de propuesta para la mejora de la educación debía dinamizarse y asumirse como un reto de la misma dimensión y calado que la defensa de nuestros derechos.

Eso lamentablemente no gustó a muchos, no gustó a muchos y han querido desde entonces arrinconarnos en un gremio y en una organización que sólo se sujete desde una visión gremialista a no comprometernos y a escindirnos de nuestra responsabilidad frente a nuestros niños y jóvenes. No lo han conseguido, pero sí han conseguido en una campaña sistemática, descarada, desacreditar a los maestros, desde hace cuando menos tres o cuatro años. Desacreditando a los maestros, denigrándolos, estigmatizándolos y, en ocasiones, linchándolos moralmente.

No hay, desde mi formación profesional y desde mi experiencia pedagógica y educativa, ningún país en la historia de la humanidad que haya alcanzado los objetivos de desarrollo a partir de la denigración de sus maestros. Es un crimen lo que están haciendo.

Hoy, en este momento histórico para la vida del sindicato, que pone en el centro de nuestras decisiones no protagonismos personales, ni satisfacción de egos de ninguno de nosotros, sino en la necesidad de asumir con claridad y con responsabilidad de que es necesario para México y para el Magisterio preservar a nuestra organización sindical, manteniéndolo en el rango de lo que somos, una organización legal y legítimamente constituida, que es lo más alejado que pueda existir de ser un poder fáctico, como se nos ha querido señalar.

28 de febrero de 2013

Nuestra responsabilidad frente a la Nación ha sido ahí siempre, cuidando a nuestras escuelas, llegar hasta el punto de tener que hasta diferenciarnos, públicamente, de algunos de nuestros compañeros que, en una estrategia diferente a la de la inmensa mayoría de los trabajadores, transitan por una ruta que afecta, que lesiona, no sólo la imagen de los maestros, sino el servicio educativo que en un país como el nuestro es inaceptable que se haga.

Pero al final de cuentas también maestros somos todos, independientemente de nuestras diferencias y hoy aquí ha quedado expresado en el desarrollo todo del Consejo y en esta última parte, de que la premisa sustantiva de nuestra organización y de la que hemos dado una muestra una vez más, es la unidad, la unidad no como una frase retórica del discurso sindicalista desde el siglo XIX, sino la unidad en la acción que nos plantea el imperativo, de que al reconocernos de esa manera podemos servirle mejor a la Nación, podemos servirle a nuestro Sindicato y podemos decirlo también y no podemos ni tendríamos por qué avergonzarnos para mejorar nuestras condiciones de vida salariales, profesionales, asistenciales y de todo organización sindical.

El compromiso que hoy refrendamos frente a la sociedad, es ese: luchar por preservar las conquistas que el Sindicato ha alcanzado para los maestros desde el 43.

Reivindicar aquellas que el mundo moderno nos plantea, e ir por más; pero en la misma dimensión, reiterar de frente a la sociedad, de frente al estado mexicano, de frente a los padres de familia que ese compromiso es igualmente indeclinable, porque asumimos que más allá del discurso es verdaderamente la palanca que pueda poner a nuestro país en el lugar, no sólo que se merece, sino que nos está reclamando toda la sociedad.

En lo que a nosotros corresponde, los maestros lo seguiremos haciendo, nuestra responsabilidad frente a la Nación es esa.

Además de la unidad y en esta hora de decisiones importantes, es importante también señalar que una segunda premisa es afirmar que ese carácter que se le dio a nuestro Sindicato por los viejos sindicalistas en el 43, vamos a luchar por que se preserve, el carácter nacional del Sindicato, de Baja California a Yucatán, de Tamaulipas a Colima, del Distrito Federal a Nuevo León y en todas las latitudes, porque al final por nuestro origen, por nuestro compromiso, maestros somos todos.

La lucha que dan los compañeros de la Sección 59, aliándose con los padres de familia en Oaxaca, debe de conocerla la sociedad mexicana; los niveles de responsabilidad que han alcanzado los compañeros en un estado como Nuevo León, en la Sección 21 y 50, con posibilidades de construir una mejor calidad de vida para los maestros debe ser ejemplo para muchos que no tenemos en algunas secciones esas características.

28 de febrero de 2013

Pero también buscar la posibilidad de que aquellas secciones en que históricamente han quedado rezagadas en estas conquistas, dar la pelea todos por lo mismo, no una pelea irracional, ni una pelea desenfrenada que busque avasallar y no reconocer que hay muchos millones de mexicanos, cada quien maneja sus cifras a su arbitrio, pero la realidad es que hay millones de mexicanos que no tienen las condiciones mínimas como las tenemos nosotros, porque todos y cada uno de nosotros tenemos un familiar, un vecino, un pariente, un conocido que no tiene empleo y que en ocasiones ese desempleo no sólo es abierto, sino que implica incorporarse al subempleo, en tirar por la borda los grandes recursos económicos, financieros y humanos que invirtió la sociedad mexicana en la formación de esos profesionistas y que no hay una oportunidad para ellos.

Por eso en la coyuntura actual de la Reforma Educativa que el país requiere y que nosotros avalamos, es importante que la sociedad conozca que debe de ir acompañada esa reforma por la reforma al sistema

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